/ martes 21 de mayo de 2019

Alianza Centro-Bajío-Occidente: la apuesta exitosa

Pocos datos resultan tan relevantes en la realidad económica actual del país como lo es la competitividad. La competitividad es, básicamente, la capacidad que tiene un país o región para atraer y retener inversiones y talento, con respecto a otras naciones o urbes del mundo. Es en sí un indicador del potencial que se tiene para crecer, producir y generar bienestar a sus habitantes.

Más allá de la competitividad nacional, existe cada vez un mayor consenso en que las regiones son las unidades espaciales que mejor están reflejando ese dinamismo para captar activos, nuevos negocios y capacidades humanas.

La región más competitiva del mundo, de acuerdo al estudio del World Competitiveness Index of Regions es la comprendida por la zona de San José, Sunnyvale y Santa Clara en California que se ha rebautizado popularmente como Silicon Valley y es sede de compañías como Apple, Cisco, Google, HP, Intel, Nokia, Oracle, Yahoo, Facebook, Twitter, Verisign y recientemente Tesla Motors. La segunda región más competitiva del mundo -en el mismo reporte- es la comprendida por la zona conurbada de Bruselas y el tercer sitio lo ocupa Tokio.

Para México el caso no es diferente. Existen regiones que han mantenido altos niveles de competitividad y otros que no lo han hecho. De acuerdo al Índice de Competitividad Urbana del IMCO 2018, la zona mas competitiva es la comprendida por el Valle de México, seguido de Juárez y la región de Querétaro capital en la tercera posición. Si elevamos este diagnóstico a nivel estados, la región con mayor capacidad competitiva del país es la zona bajío-occidente seguido de la zona norte.

De ahí que la Alianza Centro-Bajío- Occidente impulsada por Coparmex y el CIDE y suscrita por los gobernadores de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y San Luis Potosí sea una apuesta oportuna de asociacionismo regional que permitirá consolidar las capacidades competitivas de este corredor nacional hacia México y el mundo. Cosa de ver que estos 5 estados han sido quienes mayor empleo formal han creado durante el primer trimestre de este año con un total de 84 mil 634 y que representan el 31.4% del total de empleos generados en el país de enero a marzo de 2019. La región Centro-Bajío-Occidente también ha sido la que más ha crecido desde 2011 con cerca de 40% por encima del promedio nacional y que proyecta continuar creciendo en conjunto por arriba del 4.5% aún cuando el crecimiento nacional se ha proyectado a no más de 2%.

Pero la agenda no sólo será económica. Para continuar siendo vanguardia competitiva y poder participar de los mercados mundiales es importante desarrollar en conjunto los factores precursores de la economía, pero también la innovación, la educación, el Estado de derecho, la agenda conjunta a favor del medio ambiente y el desarrollo social.

Por ello, las agendas estatales se integrarán a través de una secretaría técnica que trabajará conjuntamente una visión regional de infraestructura para el desarrollo, el turismo, el crecimiento social conjunto para abatir la pobreza y la generación de más y mejores empleos calificados para las industrias punteras regionales como la automotriz, aeroespacial, del plástico y del calzado.

Como bien lo expresaron los gobernadores participantes somos una región donde están pasando muchas cosas buenas y creo que indudablemente ésta es la apuesta más exitosa que se ha construido en y para el país en los últimos meses.

Pocos datos resultan tan relevantes en la realidad económica actual del país como lo es la competitividad. La competitividad es, básicamente, la capacidad que tiene un país o región para atraer y retener inversiones y talento, con respecto a otras naciones o urbes del mundo. Es en sí un indicador del potencial que se tiene para crecer, producir y generar bienestar a sus habitantes.

Más allá de la competitividad nacional, existe cada vez un mayor consenso en que las regiones son las unidades espaciales que mejor están reflejando ese dinamismo para captar activos, nuevos negocios y capacidades humanas.

La región más competitiva del mundo, de acuerdo al estudio del World Competitiveness Index of Regions es la comprendida por la zona de San José, Sunnyvale y Santa Clara en California que se ha rebautizado popularmente como Silicon Valley y es sede de compañías como Apple, Cisco, Google, HP, Intel, Nokia, Oracle, Yahoo, Facebook, Twitter, Verisign y recientemente Tesla Motors. La segunda región más competitiva del mundo -en el mismo reporte- es la comprendida por la zona conurbada de Bruselas y el tercer sitio lo ocupa Tokio.

Para México el caso no es diferente. Existen regiones que han mantenido altos niveles de competitividad y otros que no lo han hecho. De acuerdo al Índice de Competitividad Urbana del IMCO 2018, la zona mas competitiva es la comprendida por el Valle de México, seguido de Juárez y la región de Querétaro capital en la tercera posición. Si elevamos este diagnóstico a nivel estados, la región con mayor capacidad competitiva del país es la zona bajío-occidente seguido de la zona norte.

De ahí que la Alianza Centro-Bajío- Occidente impulsada por Coparmex y el CIDE y suscrita por los gobernadores de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y San Luis Potosí sea una apuesta oportuna de asociacionismo regional que permitirá consolidar las capacidades competitivas de este corredor nacional hacia México y el mundo. Cosa de ver que estos 5 estados han sido quienes mayor empleo formal han creado durante el primer trimestre de este año con un total de 84 mil 634 y que representan el 31.4% del total de empleos generados en el país de enero a marzo de 2019. La región Centro-Bajío-Occidente también ha sido la que más ha crecido desde 2011 con cerca de 40% por encima del promedio nacional y que proyecta continuar creciendo en conjunto por arriba del 4.5% aún cuando el crecimiento nacional se ha proyectado a no más de 2%.

Pero la agenda no sólo será económica. Para continuar siendo vanguardia competitiva y poder participar de los mercados mundiales es importante desarrollar en conjunto los factores precursores de la economía, pero también la innovación, la educación, el Estado de derecho, la agenda conjunta a favor del medio ambiente y el desarrollo social.

Por ello, las agendas estatales se integrarán a través de una secretaría técnica que trabajará conjuntamente una visión regional de infraestructura para el desarrollo, el turismo, el crecimiento social conjunto para abatir la pobreza y la generación de más y mejores empleos calificados para las industrias punteras regionales como la automotriz, aeroespacial, del plástico y del calzado.

Como bien lo expresaron los gobernadores participantes somos una región donde están pasando muchas cosas buenas y creo que indudablemente ésta es la apuesta más exitosa que se ha construido en y para el país en los últimos meses.