Hoy en día es común observar drones para capturar imágenes aéreas tanto de paisajes como de eventos diversos, sin embargo, este tipo de tecnología también se utiliza en el sector agropecuario, particularmente en la agricultura donde ofrece importantes ventajas a los productores tanto para fumigar cultivos, como para eliminar plagas y mejorar calidad de suelos.
Un dron o vehículo aéreo no tripulado es un equipo con sensores de tecnología avanzada que puede monitorear gran número de hectáreas, permitiendo a los agricultores atender de mejor manera sus cultivos e incrementar su productividad.
Esto permite, entre otras cosas, identificar el sobre uso de insumos como agua y fertilizantes para ahorrar costos, determinar las variaciones en el crecimiento de las plantas y detectar zonas con poca productividad para mejorar el rendimiento de éste.
El uso de drones para la aplicación de productos químicos en pequeñas y medianas superficies de frutales, hortalizas, viñedos o incluso de cereales y granos básicos permite una aplicación rápida y facilita esta labor en zonas de difícil acceso. Desde esta opción también permite eliminar malezas, plagas, enfermedades y aplicar tratamientos para el mejoramiento de suelos.
Ahora bien, el dron fumigador hecho para este trabajo reduce en gran medida la cantidad del producto utilizado, también sirve para fumigaciones en zonas extremas, abarcando una hectárea entre 10-20 minutos, no hay exposición del operador al químico utilizado, se entrega un mapa del recorrido realizado con un informe de proceso de fumigación.
En resumen, entre las ventajas de utilizar drones en la agricultura resaltan: Disminución de la cantidad de producto aplicado; realizar una fumigación más eficiente; reducción de costos de producción, posibilidad de fumigar en zonas difíciles, extremas y peligrosas y ahorra tiempo de aplicación en comparación con la aplicación manual.
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Heidy Wagner Laclette
