/ domingo 19 de junio de 2022

Cabañuleas | Forrajes, alternativa alimenticia en temporada de estiaje


La sequía, al igual que las inundaciones son fenómenos eventuales que provocan importantes pérdidas económicas que afectan las actividades agropecuarias. Entre estas destacan la reducción de disponibilidad y calidad de pastos, causando además la pérdida de peso del ganado.

La conservación de forrajes para la alimentación del ganado es una práctica importante que debe realizarse en todos los sistemas de producción tanto de traspatio como a gran escala, para así disminuir costos de alimentación y enfrentar las condiciones climatológicas adversas.

Explicado de otra manera, aumentar las producciones ganaderas por hectárea constituye un importante objetivo que es preciso alcanzar con gastos de explotación bajos. Para ello es fundamental disponer, a lo largo del año, de una alimentación base para el ganado constituida principalmente por forrajes.

Por tanto, interesa intensificar al máximo la alternativa forrajera y asegurar la conservación del forraje cosechado para dárselo al ganado en épocas en que no se dispone de este alimento. Entre los procedimientos utilizados para su conservación, el ensilaje es el de mayor interés por las siguientes razones:

Cosechando los forrajes en el momento óptimo se obtiene la máxima producción y calidad por unidad de superficie; se reducen las pérdidas por lluvia, caída de hojas, por respiración, etcétera en comparación con el henificado; deja el terreno libre pronto para otro cultivo y asegura la disponibilidad de alimentos para ganado durante una larga temporada.

El ensilado consiste en conservar los forrajes por medio de fermentaciones que los mantienen en un estado semejante a cuando están frescos. Los elementos nutritivos encerrados en las células vegetales y liberados parcialmente, son empleados por bacterias lácticas y por tanto transformados en ácido láctico, esto produce un descenso de pH e impide el desarrollo de otras especies perjudiciales.


Facebook: Heidy Wagner Laclette


La sequía, al igual que las inundaciones son fenómenos eventuales que provocan importantes pérdidas económicas que afectan las actividades agropecuarias. Entre estas destacan la reducción de disponibilidad y calidad de pastos, causando además la pérdida de peso del ganado.

La conservación de forrajes para la alimentación del ganado es una práctica importante que debe realizarse en todos los sistemas de producción tanto de traspatio como a gran escala, para así disminuir costos de alimentación y enfrentar las condiciones climatológicas adversas.

Explicado de otra manera, aumentar las producciones ganaderas por hectárea constituye un importante objetivo que es preciso alcanzar con gastos de explotación bajos. Para ello es fundamental disponer, a lo largo del año, de una alimentación base para el ganado constituida principalmente por forrajes.

Por tanto, interesa intensificar al máximo la alternativa forrajera y asegurar la conservación del forraje cosechado para dárselo al ganado en épocas en que no se dispone de este alimento. Entre los procedimientos utilizados para su conservación, el ensilaje es el de mayor interés por las siguientes razones:

Cosechando los forrajes en el momento óptimo se obtiene la máxima producción y calidad por unidad de superficie; se reducen las pérdidas por lluvia, caída de hojas, por respiración, etcétera en comparación con el henificado; deja el terreno libre pronto para otro cultivo y asegura la disponibilidad de alimentos para ganado durante una larga temporada.

El ensilado consiste en conservar los forrajes por medio de fermentaciones que los mantienen en un estado semejante a cuando están frescos. Los elementos nutritivos encerrados en las células vegetales y liberados parcialmente, son empleados por bacterias lácticas y por tanto transformados en ácido láctico, esto produce un descenso de pH e impide el desarrollo de otras especies perjudiciales.


Facebook: Heidy Wagner Laclette

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