Llegan las altas temperaturas y con ello el país vuelve a sufrir apagones generalizados en su energía eléctrica. Cuando el calor aumenta también lo hace la demanda de energía, principalmente por el uso de aires acondicionados, ventiladores, refrigeradores o congeladores.
En enero el presidente López Obrador aseguraba que no había de que preocuparse, que no habría apagones, que no iba a faltar la energía eléctrica. Volvió a mentir, hoy dos de cada tres estados del país los están padeciendo.
La razón es muy simple, no hay energía suficiente y la vetusta Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ve obligada a dejar sin luz a buena parte del territorio nacional.
Los apagones eléctricos son característicos del mundo subdesarrollado, son escenas que vemos muy frecuentemente en países como Cuba, Haití o Venezuela y se dan por una vieja infraestructura, por no tener cantidad suficiente de energía, o -como en el caso de México- por ambas.
Dos de los mayores problemas que actualmente enfrenta el país y que frenan su desarrollo es la falta de agua y la falta de energía.
Con las sequías los niveles de las presas hidroeléctricas bajan, lo que hace más grave el problema.
El ciclo eléctrico comprende la generación, transmisión, distribución y consumo. El problema de México básicamente está en la distribución y la política proteccionista del actual gobierno no ha hecho nada para solucionarlo.
La única forma de modernizarse y evitar que se presenten estos apagones es involucrar al sector privado en la generación y transmisión de la energía eléctrica. La re-localización de empresas -nearshoring- requiere de mayor cantidad de energía eléctrica y el sistema ya llegó a su máxima capacidad.
La mayor cantidad de demanda de electricidad de da entre las siete de la noche y la una de la mañana. Precisamente para eso se implementó el horario de verano en el mundo, para aprovechar más la luz natural y así poder despresurizar el sistema eléctrico.
Ahora se trabaja con un margen de reserva del 3% cuando el mínimo indispensable debería ser del 6%. La emergencia se da cuando el sistema ya no puede responder a la demanda de energía, ésta ha sido rebasada y no queda otra opción mas que programar apagones en las zonas afectadas.
La CFE tendría que haber invertido más de 4 mil millones de dólares al año y no lo ha hecho ni con la cuarta parte.
Hay que estar preparados porque seguirán los apagones programados durante las próximas semanas, incluso existe la posibilidad del colapso del sistema. El horario de verano ayudaba a despresurizar los picos de la demanda. El gobierno debe entender que la gran inversión que se requiere no tiene que venir por completo de parte del Estado.
Debemos administrar bien la poca energía que ya tenemos y sobre todo transitar a convertirnos en un país de energías limpias, de no hacerlo seguramente esto se pondrá mucho peor. Al tiempo.
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