/ miércoles 21 de julio de 2021

Contraluz | Don Andrés

En la ya lejana última década del siglo anterior conocí a Andrés Garrido del Toral. Aún no era el “divo de Bernal” pero ya entonces lector empedernido, estudioso, trabajador, bohemio, músico, conversador elocuente, enemigo de toda solemnidad -aunque casi siempre lo vi lucir traje y corbata-, dicharachero, ocurrente, polemista, inquisidor entusiasta… Yo me preguntaba ¿a qué horas lee y escribe? Reía mucho, pero cuando se ponía serio hacía gala de una memoria prodigiosa abordando muy diversos temas sobre los que podía extenderse ampliamente y mostrar conclusiones puntuales. Con enorme pena supe el pasado día 14 de su prematuro y lamentable fallecimiento. El bagaje de sabiduría, investigación y recuento que nos deja a los queretanos es enorme.

Así, el miércoles pasado recordé que un día de la última década del siglo anterior, allá por 1993, le pedí que escribiera para la Revista Querétaro y sin más empezó a escribir y a enviar colaboraciones, todas relacionados con Querétaro o con la música, mismas que se publicaron con gran aceptación de todos los lectores.

Después, a fines de enero de 1994 lo sugerí como emergente, ante súbita enfermedad de Carlos Rabell, para participar en el programa de los “64 mil pesos” de vieja tradición, iniciado por don Pedro Ferriz Santacruz en Televisa y ahora patrocinado por Telmex en el Canal 13 recién privatizado y convertido en TV Azteca, conducido por el mismo don Pedro Ferriz.

Andrés se llevó las palmas concursando con el complejo y abrumador tema: la Constitución de 1917.

Ganó el premio no sin enormes sacrificios –confesaba que había bajado 10 kilos en dos meses-, abonando además muy buena promoción a Querétaro pues en los siete programas de que constó el reto, se mostraban en dicho canal televisivo, historia, tradiciones, bellezas y atractivos de nuestra entidad.

Desde entonces escribió alternadamente en prácticamente todos los medios importantes de Querétaro: Noticias, Diario de Querétaro, Universal y Plaza de Armas, durante los últimos 11 años.

En noviembre de 2012 y con 28 años como profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la UAQ, Andrés Garrido Del Toral fue nombrado cronista de Querétaro por parte del gobierno estatal. Con ello se convirtió en el segundo cronista en la entidad, luego de que en 1974 fue creado el puesto que ocupó por primera vez José Guadalupe Ramírez Álvarez quien falleció en 1986.

En el ínter se creó la figura de cronista en todos los municipios del estado: en ese entonces sólo existía este puesto en Querétaro con Eduardo Loarca Castillo y en San Juan del Río con José Velázquez Quintanar, por lo que la Secretaría de Cultura y Bienestar Social convocó a la elección de cronistas en cada Ayuntamiento. A la muerte del maestro Loarca Castillo en 2004, en Querétaro continuó su labor de cronista citadino el licenciado Roberto Servín Muñoz quien dejó amplia documentación y reseñas en sus crónicas aparecidas bajo el título general de “A Vuela Pluma” tanto en Noticias como en recopilaciones editadas en varios volúmenes.

En 2012 el nuevo cronista estatal, Andrés Garrido del Toral anticipó que su labor sería hacer documentos para la historia, dejar testimonios y evidencias que sirvan a los historiadores de mañana y hagan la historia de Querétaro.

“El cronista, puntualizó al tomar posesión, escribe lo que parece obvio para los contemporáneos, pero no para los que nos van a suceder, para ellos son datos preciosos. Tiene la capacidad camaleónica de moverse entre el historiador científico y los “leyenderos”; tenemos que mantener viva la memoria del estado, los pueblos que no mantienen viva su memoria tienden a desaparecer por no tener identidad”, advirtió.

Y vaya que cumplió a cabalidad su cometido: escribió crónicas tanto históricas como actuales, evidenciando siempre un carácter entusiasta y lúdico con el afán permanente de ser asequible a todos los queretanos en los temas que abordó: desde históricos como los referidos a Junípero Serra, al emperador Maximiliano, al Querétaro de los tiempos virreinales, de la Independencia, de la Revolución, etc. como a los temas de hoy en día: personajes populares, festejos patronales, la Sierra Gorda, Bernal, Cadereyta, Cuatro Palos, la música, el huapango, la Estudiantina, cotidianidades y reflejos que se conocerán en el futuro, sobre lo que fuimos, lo que somos, y por qué somos como somos: mochilones, estudiosos, tijereteros, memoriosos, molones y fiesteros…

Capítulo aparte merecen sus crónicas en las que entremezclaba con gran claridad la imaginación y la fantasía, con el sustento histórico: sus diálogos con Alma Reed o con personajes históricos en Bernal, no dejaban duda sobre lo que era figuración y lo que era historia, anécdota o leyenda.

Soñó, entre sus proyectos, la creación de una fototeca en la que la población pudiera aportar las fotografías “del Querétaro de antes”; una audioteca para resguardar la música de todos los artistas y compositores queretanos; y la creación de un Museo de los Barrios Antiguos de Querétaro.

Hoy, los queretanos lamentamos el fallecimiento del doctor Andrés Garrido del Toral, cronista, docente de la UAQ, músico y cantor, y autor de más de 30 libros tanto de crónicas como sobre Derecho Constitucional. Descanse en paz.

En la ya lejana última década del siglo anterior conocí a Andrés Garrido del Toral. Aún no era el “divo de Bernal” pero ya entonces lector empedernido, estudioso, trabajador, bohemio, músico, conversador elocuente, enemigo de toda solemnidad -aunque casi siempre lo vi lucir traje y corbata-, dicharachero, ocurrente, polemista, inquisidor entusiasta… Yo me preguntaba ¿a qué horas lee y escribe? Reía mucho, pero cuando se ponía serio hacía gala de una memoria prodigiosa abordando muy diversos temas sobre los que podía extenderse ampliamente y mostrar conclusiones puntuales. Con enorme pena supe el pasado día 14 de su prematuro y lamentable fallecimiento. El bagaje de sabiduría, investigación y recuento que nos deja a los queretanos es enorme.

Así, el miércoles pasado recordé que un día de la última década del siglo anterior, allá por 1993, le pedí que escribiera para la Revista Querétaro y sin más empezó a escribir y a enviar colaboraciones, todas relacionados con Querétaro o con la música, mismas que se publicaron con gran aceptación de todos los lectores.

Después, a fines de enero de 1994 lo sugerí como emergente, ante súbita enfermedad de Carlos Rabell, para participar en el programa de los “64 mil pesos” de vieja tradición, iniciado por don Pedro Ferriz Santacruz en Televisa y ahora patrocinado por Telmex en el Canal 13 recién privatizado y convertido en TV Azteca, conducido por el mismo don Pedro Ferriz.

Andrés se llevó las palmas concursando con el complejo y abrumador tema: la Constitución de 1917.

Ganó el premio no sin enormes sacrificios –confesaba que había bajado 10 kilos en dos meses-, abonando además muy buena promoción a Querétaro pues en los siete programas de que constó el reto, se mostraban en dicho canal televisivo, historia, tradiciones, bellezas y atractivos de nuestra entidad.

Desde entonces escribió alternadamente en prácticamente todos los medios importantes de Querétaro: Noticias, Diario de Querétaro, Universal y Plaza de Armas, durante los últimos 11 años.

En noviembre de 2012 y con 28 años como profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la UAQ, Andrés Garrido Del Toral fue nombrado cronista de Querétaro por parte del gobierno estatal. Con ello se convirtió en el segundo cronista en la entidad, luego de que en 1974 fue creado el puesto que ocupó por primera vez José Guadalupe Ramírez Álvarez quien falleció en 1986.

En el ínter se creó la figura de cronista en todos los municipios del estado: en ese entonces sólo existía este puesto en Querétaro con Eduardo Loarca Castillo y en San Juan del Río con José Velázquez Quintanar, por lo que la Secretaría de Cultura y Bienestar Social convocó a la elección de cronistas en cada Ayuntamiento. A la muerte del maestro Loarca Castillo en 2004, en Querétaro continuó su labor de cronista citadino el licenciado Roberto Servín Muñoz quien dejó amplia documentación y reseñas en sus crónicas aparecidas bajo el título general de “A Vuela Pluma” tanto en Noticias como en recopilaciones editadas en varios volúmenes.

En 2012 el nuevo cronista estatal, Andrés Garrido del Toral anticipó que su labor sería hacer documentos para la historia, dejar testimonios y evidencias que sirvan a los historiadores de mañana y hagan la historia de Querétaro.

“El cronista, puntualizó al tomar posesión, escribe lo que parece obvio para los contemporáneos, pero no para los que nos van a suceder, para ellos son datos preciosos. Tiene la capacidad camaleónica de moverse entre el historiador científico y los “leyenderos”; tenemos que mantener viva la memoria del estado, los pueblos que no mantienen viva su memoria tienden a desaparecer por no tener identidad”, advirtió.

Y vaya que cumplió a cabalidad su cometido: escribió crónicas tanto históricas como actuales, evidenciando siempre un carácter entusiasta y lúdico con el afán permanente de ser asequible a todos los queretanos en los temas que abordó: desde históricos como los referidos a Junípero Serra, al emperador Maximiliano, al Querétaro de los tiempos virreinales, de la Independencia, de la Revolución, etc. como a los temas de hoy en día: personajes populares, festejos patronales, la Sierra Gorda, Bernal, Cadereyta, Cuatro Palos, la música, el huapango, la Estudiantina, cotidianidades y reflejos que se conocerán en el futuro, sobre lo que fuimos, lo que somos, y por qué somos como somos: mochilones, estudiosos, tijereteros, memoriosos, molones y fiesteros…

Capítulo aparte merecen sus crónicas en las que entremezclaba con gran claridad la imaginación y la fantasía, con el sustento histórico: sus diálogos con Alma Reed o con personajes históricos en Bernal, no dejaban duda sobre lo que era figuración y lo que era historia, anécdota o leyenda.

Soñó, entre sus proyectos, la creación de una fototeca en la que la población pudiera aportar las fotografías “del Querétaro de antes”; una audioteca para resguardar la música de todos los artistas y compositores queretanos; y la creación de un Museo de los Barrios Antiguos de Querétaro.

Hoy, los queretanos lamentamos el fallecimiento del doctor Andrés Garrido del Toral, cronista, docente de la UAQ, músico y cantor, y autor de más de 30 libros tanto de crónicas como sobre Derecho Constitucional. Descanse en paz.