SUERTE. Nunca como ahora, debido al severo recorte de recursos federales, un alcalde de Querétaro tuvo tan difícil reto para llevar a cabo un ambicioso plan de seguridad pública. Le tocó a Luis Nava Guerrero gobernar una de las ciudades más dinámicas en lo económico pero también una de las más voraces en crecimiento urbano en un año especialmente complicado en materia presupuestal. Desde en la Ciudad de México no ven diferencias y recortan igual, e incluso más aquí que allá, en Villahermosa que en Querétaro. Y con todo respeto, como dice ya saben quién, nada que ver. Será una tarea titánica para Nava.
SUERTE. Nunca como ahora, debido al severo recorte de recursos federales, un alcalde de Querétaro tuvo tan difícil reto para llevar a cabo un ambicioso plan de seguridad pública. Le tocó a Luis Nava Guerrero gobernar una de las ciudades más dinámicas en lo económico pero también una de las más voraces en crecimiento urbano en un año especialmente complicado en materia presupuestal. Desde en la Ciudad de México no ven diferencias y recortan igual, e incluso más aquí que allá, en Villahermosa que en Querétaro. Y con todo respeto, como dice ya saben quién, nada que ver. Será una tarea titánica para Nava.