BIPOLAR. Aunque el PRI se hace bolas organizando una elección abierta para decidir a su futuro dirigente nacional, la verdadera lucha una vez más será dentro del partido y no en las calles. Por ejemplo en Querétaro, para la dirigencia de Juan José Ruiz es políticamente correcto apoyar al “amigo” José Narro Robles, peeeroooo se santigua en secreto con el campechano Alejandro “Alito” Moreno para quedar bien con la opción ganadora.
REVANCHA. Quiere curarse en salud el impugnado dirigente estatal del PRI, porque si “Alito” llega a presidir el CEN ya tiene listo a su alfil para Querétaro: el ex “chuchista” y “loyolista” Erik Osornio, uno de los mayores contrincantes políticos de Juan José Ruiz en la disputa por el mando local del partido. Va a volar pelo.