DAÑADOS. Si algo hizo Paul Ospital en su fugaz presidencia en el PRI estatal, eso fueron acuerdos, los mismos a los que se resistió siempre, o de plano no cumplió, el hoy revivido Juan José Ruiz. Así es como hasta la diputada local Abigail Arredondo Ramos llegó a soñar con la candidatura en la capital en lugar de la siempre favorecida María Alemán o Antonio Macías e incluso Jaime Escobedo, con todo y sus imparables rachas perdedoras, se convirtieron en “operadores” electorales del partido, pero también –y hay que decirlo- hacía algo por la reunificación del partido rumbo al 2021.
SOLO. Lo que extrañó es que, siendo Paul Ospital tan apegado al diálogo y a levantar a todos los heridos que dejó en el camino Juan José Ruiz, ahora que el Tribunal lo tumbó del mando priista ninguno de sus nuevos “aliados” salió a defenderlo, mantienen silencio en lo que parece el inicio del cortejo fúnebre del PRI en el estado y comienzan a tantear otros terrenos.