LIOSO. Le gustan los escándalos a Pedro Morales Zavala, el abogado de Juan José Ruiz que el lunes protagonizó el portazo-zafarrancho en el edificio del PRI al querer entrar y luego ser detenido por los guardias. El exregidor es uno de aquellos “docentes” de la UAQ que en 2016 roció gas pimienta a sus compañeros en una asamblea sindical y por lo cual, obvio, fue despedido junto con 4 cómplices.
DOLIDO. Después del despido, “Pedrito” (como le dicen) emprendió una campaña de acusaciones contra el entonces rector, Gilberto Herrera Ruiz, en la que involucró hasta a su esposa, a grado tal que la señora se presentó en el quinto informe del hoy “súper delegado” para atacarlo. Después Morales se integró a uno de los comités ejecutivos que encabezaron 2 años un estire y afloje por la dirigencia del SUPAUAQ y desde entonces andaba “tranquis”… hasta el lunes.
CONTRASTES. Querétaro sigue destacando en las mediciones nacionales sobre política y coronavirus: es el estado más “anti AMLO” del país, el de menor aprobación de las 32 entidades sobre el trabajo de Andrés Manuel López Obrador, al mismo tiempo que es el estado que más valora a su gobernador, Francisco Domínguez, con todo y que ya está en su quinto año, peeeroooo… está entre los 5 con menor reducción de la movilidad durante la cuarentena.