Por: Julio de la Cruz
¡AGUAS! Ya sé que viene en plan de hacer amigos, pero en el PRI deberían de cuidar quién se le acerca hoy a su precandidato. Algo así como un corralito que proteja a José Antonio Meade de esos ansiosos con iniciativa que son de lo más peligroso y que siempre pedimos a Dios que aparte de nuestro camino. No vaya a ser que se le aparezca algún excandidato a alcalde proponiéndole un rock de “Peee-Peee Preee-siii-deeennn-te…” para levantar la campaña o un avanzado ideólogo partidista con sus muchachas de calendario de refaccionaria, portando el nombre del ungido en lo más dilatado de su figura. Después no digan que no les avisé.