Continuando con los aspectos generales del paquete económico para 2021 y como se ha comentado con anterioridad, la presentación que se ha hecho presenta algunos puntos de interés, donde no se plantean impuestos nuevos sin embargo pueden afectar significativamente a la economía de los ciudadanos e incluso en la ampliación de la fiscalización por parte de las autoridades fiscales, pero en ello existen otros puntos que llaman la atención dentro de las variables económicas que ha planteado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para lo que en esta ocasión refiere un crecimiento del producto interno bruto –PIB- de +4.6%, precio de la mezcla petrolera de 42.1 dólares por barril, una producción de 1.8 millones de barriles diarios y un tipo de cambio promedio de 22.1 pesos; estima también un déficit presupuestal de -2.9 %, igual al que esperan para 2020, cuando el aprobado por el Congreso fue de 2.1%, es decir, reflejando un déficit mayor de al menos 0.8%.
Los últimos paquete económicos presentados han sido verdaderamente complejos por la falta de credibilidad ya que además de las variaciones mencionadas se observa como en el año 2019 se anticipaba un crecimiento económico de +2.5% y acabamos creciendo -0.3%, así para este 2020 se planeaba un crecimiento de +2.0% y por las situaciones actuales se ha considerado por diversos analistas que habrá una disminución de al menos - 10% , cosa por demás complicada para las empresas, para la población en general y sin duda para el gobierno en cuanto a la recaudación de contribuciones .
Otro de los aspectos especiales planteados por este gobierno y dentro de las promesas en lo económico era no aumentar la deuda; el riesgo de pasar de un 44% respecto del PIB en diciembre de 2018 a 55% este año es por demás preocupante donde incluso otros datos arrojan que podría llegarse al 60%
En la iniciativa no se contienen nuevos impuestos ni plantea subir los actuales, pero algunas novedades pueden pegar en el bolsillo de los mexicanos y en las cargas administrativas incluso modificaciones tendientes a intensificar la fiscalización hacia los contribuyentes, otorgando facultades muy especiales a los funcionarios fiscales para determinar las contribuciones a cargo de los contribuyentes llegando al extremo incluso de aplicar parámetros especiales para el pago de impuesto sobre la renta dependiendo del sector en que se encuentre el contribuyente, así determinar el margen de utilidad que “debe ser” apartándose por completo de la regla básica de autodeterminación de las contribuciones que implica, que es al contribuyente al que le corresponde determinar las contribuciones a su cargo.
Se propone además modificaciones especiales a la denominada cláusula anti abuso contenida en el artículo 5-A del Código Fiscal de la Federación donde por hoy se dispone que “Los efectos fiscales generados en términos del presente artículo en ningún caso generarán consecuencias en materia penal”, para hacer una aclaración muy importante de que los efectos fiscales recaracterizados son los que no generan consecuencias en materia penal, y que los actos de los cuales derivan dichos efectos fiscales siguen siendo susceptibles de generar consecuencias en materia penal, en particular en los casos de su simulación, por lo que si algunas personas para haber obtenido beneficios fiscales indebidos utilizan la simulación en perjuicio del fisco federal, dejan la oportunidad a las autoridades para hacer las investigaciones correspondientes para integrar lo necesario para identificar el delito.
Comentarios: Facebook: Sergio.ledezma.58
