/ jueves 10 de diciembre de 2020

Deliberativo | Querétaro tierra de tradiciones

Actualmente muchas de las tradiciones se han ido perdiendo, tanto su fuerza como su presencia, teniendo como resultado que muchas de ellas mueren por sí mismas o por desinterés de sus promotores y patrocinadores sin remordimiento alguno, no obstante, surgen nuevas y es labor del cronista dejar constancia de ellas, ensalzarlas y fortalecerlas.

Aprovechando este espacio me gustaría conmemorar los 100 años del natalicio de mi apreciable Mtro. José Guadalupe Ramírez Álvarez, mismos que se cumplen el próximo sábado 12 de octubre, quien fue un ilustre queretano del siglo XX. Invaluable defensor de la cultura queretana, autor de más de 20 libros imprescindibles sobre la historia local y que a través de su loable labor como Cronista del Estado, entre otras muchas, contribuyó para inmortalizar nuestras tradiciones a través de su distinguida pluma.

Sin duda, nos enfrentamos a una gran labor, ya que el trabajo realizado por generaciones pasadas debe transformarse con las necesidades actuales de la población, resguardando los legados de nuestros antepasados. Querétaro no es el mismo, pero debemos conservar el pasado y poder tener la garantía de que permanezcan en el futuro.

Es por lo que, como parte de mi trabajo legislativo, ingresé la iniciativa de acuerdo por el cual la LIX Legislatura, exhorta respetuosamente al titular del Poder Ejecutivo del estado de Querétaro, para que declare a los carros bíblicos, patrimonio cultural inmaterial e intangible del estado, a fin de preservar las tradiciones queretanas; misma que afortunadamente ya fue aprobada en pleno.

El Lic. José María Sotelo, la noche del 24 de diciembre de 1826, organizó el primer desfile de carros alegóricos como complemento al Rosario de Navidad, representando en vivo algunos hechos bíblicos, en carretas tiradas por bueyes para cruzar las principales calles de la ciudad. Tradición que se ha mantenido hasta nuestros días y que lamentablemente este 2020, se interrumpirá por primera vez debido al contexto de la pandemia, pero no debemos dejar morir siglos de tradición por lo que es necesario preservarla.

El reto es no perder el valioso legado histórico que hemos heredado y tener la capacidad de ser sensibles a los nuevos tiempos; las tradiciones son parte de todo ciclo de vida y debemos trabajar para preservarlas y que puedan ser conocidas por las nuevas generaciones.


Actualmente muchas de las tradiciones se han ido perdiendo, tanto su fuerza como su presencia, teniendo como resultado que muchas de ellas mueren por sí mismas o por desinterés de sus promotores y patrocinadores sin remordimiento alguno, no obstante, surgen nuevas y es labor del cronista dejar constancia de ellas, ensalzarlas y fortalecerlas.

Aprovechando este espacio me gustaría conmemorar los 100 años del natalicio de mi apreciable Mtro. José Guadalupe Ramírez Álvarez, mismos que se cumplen el próximo sábado 12 de octubre, quien fue un ilustre queretano del siglo XX. Invaluable defensor de la cultura queretana, autor de más de 20 libros imprescindibles sobre la historia local y que a través de su loable labor como Cronista del Estado, entre otras muchas, contribuyó para inmortalizar nuestras tradiciones a través de su distinguida pluma.

Sin duda, nos enfrentamos a una gran labor, ya que el trabajo realizado por generaciones pasadas debe transformarse con las necesidades actuales de la población, resguardando los legados de nuestros antepasados. Querétaro no es el mismo, pero debemos conservar el pasado y poder tener la garantía de que permanezcan en el futuro.

Es por lo que, como parte de mi trabajo legislativo, ingresé la iniciativa de acuerdo por el cual la LIX Legislatura, exhorta respetuosamente al titular del Poder Ejecutivo del estado de Querétaro, para que declare a los carros bíblicos, patrimonio cultural inmaterial e intangible del estado, a fin de preservar las tradiciones queretanas; misma que afortunadamente ya fue aprobada en pleno.

El Lic. José María Sotelo, la noche del 24 de diciembre de 1826, organizó el primer desfile de carros alegóricos como complemento al Rosario de Navidad, representando en vivo algunos hechos bíblicos, en carretas tiradas por bueyes para cruzar las principales calles de la ciudad. Tradición que se ha mantenido hasta nuestros días y que lamentablemente este 2020, se interrumpirá por primera vez debido al contexto de la pandemia, pero no debemos dejar morir siglos de tradición por lo que es necesario preservarla.

El reto es no perder el valioso legado histórico que hemos heredado y tener la capacidad de ser sensibles a los nuevos tiempos; las tradiciones son parte de todo ciclo de vida y debemos trabajar para preservarlas y que puedan ser conocidas por las nuevas generaciones.