/ lunes 17 de febrero de 2020

Desde la Izquierda

Quien tiene dolencia abra la bolsa y tenga paciencia


La salud es parte fundamental de los derechos humanos y de lo que entendemos por una vida digna; tratar de tapar el Sol con un dedo ya no es opción para nadie, hay recursos que el gobierno no debiera ahorrar ni escatimar. La 4T parte de un no reconocimiento a sus errores y se vuelve muy común echarle la culpa de todo al pasado, como un recurso simplista de la administración del que han abusado, administrado mal y está lleno de verdades a medias, que ha puesto en duda el liderazgo del Presidente por la falta de compromiso con quienes dice defender; esos los más necesitados, los más pobres de este país, a los que desafortunadamente les han causado muertes, malestar y caos en los servicios de salud.

A pesar de recorrer las zonas más marginadas de la Nación, el Presidente vive una realidad muy diferente a la de la mayoría de los mexicanos, y peor aún, al de la mayoría de los usuarios de los servicios de salud. INSABI, medicamentos, funcionalidad, atención a pacientes, infraestructura y equipamiento, son solo algunos de los temas que se vienen atorando y de los cuales el Gobierno no atina en resolver, ignorando que hoy en día están convertidos en un derecho de los mexicanos para disfrutar del nivel más alto posible de salud física y mental.

Las mañaneras se empiezan a convertir en una trampa mortal para AMLO a quien se le vienen agotando los recursos evasivos a temas de primer orden; en esta ocasión no le quedó de otra y tuvo que reconocer la falta de medicamentos en las clínicas y hospitales públicos. La realidad los alcanzó, los rebasó y los evidenció, su política en materia de salud es errónea, va en sentido inverso a los postulados de la Organización Mundial de la Salud, la cual afirma que tenemos el derecho a "el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr como uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social"; es decir, es nuestro derecho a contar con un estado de completo bienestar físico, mental y social, que no solamente radica en la ausencia de afecciones y enfermedades y que es obligación del gobierno procurarla. El desabasto está ya reconocido oficialmente por el gobierno, y lo aceptan a más de un año de gestión con múltiples evasivas y acusaciones absurdas a todo, menos a su gestión; lo peor del caso es que en el horizonte tampoco se avizoran políticas eficientes para resolver el problema, la esperanza radica en la rifa de un avión, que por cierto no se va a rifar, pero que habrá que esperar ocho largos meses para destinar recursos que son urgentes a un tema que lastima, que lacera a la sociedad como lo es la salud. Cuando vienen los males, todos los tiempos son iguales.

Quien tiene dolencia abra la bolsa y tenga paciencia


La salud es parte fundamental de los derechos humanos y de lo que entendemos por una vida digna; tratar de tapar el Sol con un dedo ya no es opción para nadie, hay recursos que el gobierno no debiera ahorrar ni escatimar. La 4T parte de un no reconocimiento a sus errores y se vuelve muy común echarle la culpa de todo al pasado, como un recurso simplista de la administración del que han abusado, administrado mal y está lleno de verdades a medias, que ha puesto en duda el liderazgo del Presidente por la falta de compromiso con quienes dice defender; esos los más necesitados, los más pobres de este país, a los que desafortunadamente les han causado muertes, malestar y caos en los servicios de salud.

A pesar de recorrer las zonas más marginadas de la Nación, el Presidente vive una realidad muy diferente a la de la mayoría de los mexicanos, y peor aún, al de la mayoría de los usuarios de los servicios de salud. INSABI, medicamentos, funcionalidad, atención a pacientes, infraestructura y equipamiento, son solo algunos de los temas que se vienen atorando y de los cuales el Gobierno no atina en resolver, ignorando que hoy en día están convertidos en un derecho de los mexicanos para disfrutar del nivel más alto posible de salud física y mental.

Las mañaneras se empiezan a convertir en una trampa mortal para AMLO a quien se le vienen agotando los recursos evasivos a temas de primer orden; en esta ocasión no le quedó de otra y tuvo que reconocer la falta de medicamentos en las clínicas y hospitales públicos. La realidad los alcanzó, los rebasó y los evidenció, su política en materia de salud es errónea, va en sentido inverso a los postulados de la Organización Mundial de la Salud, la cual afirma que tenemos el derecho a "el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr como uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social"; es decir, es nuestro derecho a contar con un estado de completo bienestar físico, mental y social, que no solamente radica en la ausencia de afecciones y enfermedades y que es obligación del gobierno procurarla. El desabasto está ya reconocido oficialmente por el gobierno, y lo aceptan a más de un año de gestión con múltiples evasivas y acusaciones absurdas a todo, menos a su gestión; lo peor del caso es que en el horizonte tampoco se avizoran políticas eficientes para resolver el problema, la esperanza radica en la rifa de un avión, que por cierto no se va a rifar, pero que habrá que esperar ocho largos meses para destinar recursos que son urgentes a un tema que lastima, que lacera a la sociedad como lo es la salud. Cuando vienen los males, todos los tiempos son iguales.

ÚLTIMASCOLUMNAS