/ lunes 24 de febrero de 2020

Desde la Izquierda

Neoliberalismo ¿el mal de todo?


Después de las declaraciones del Presidente me quedo pensando ¿Qué tanto es el neoliberalismo la causa de todos los males? Si es así, habrá que ver hasta dónde es cierto y explorar cómo salir de ello, pero en estos momentos la fórmula para combatirlo con éxito no la tiene la 4T, en la que plantee una hoja de ruta confiable de una transición profundamente social, ecológica y democrática. Hay algunos rasgos que hacen diferente a este gobierno pero no hay profundidad; la delincuencia, la violencia y la corrupción siguen siendo el mal de cada día.

López Obrador ha hablado mucho de un cambio, de concepciones novedosas, de nuevas formas de producir y de consumir, del control de las finanzas, de cómo atender la deuda, del buen vivir y la prosperidad sin crecimiento económico, de la democracia a partir de Morena, de las responsabilidades colectivas y diferenciadas, de los servicios públicos basados sobre los derechos y la gratuidad, pero en realidad no vemos una verdadera transformación del gobierno, de los funcionarios públicos y de la administración en general que agrade a los mexicanos, todo es improvisación, justificación y ocurrencia sin garantizar los derechos para todos y la equidad de esos derechos.

¿Que primero los pobres? Sí, pero se debe analizar los efectos que sus políticas han provocado en la política, la economía, la cultura y la sociedad, pero definitivamente antes que ellos están los derechos de Fátima, esa pobre niña que fue secuestrada, torturada, violada y asesinada en donde la autoridad fue negligente, omisa e irresponsable. No hubo un enojo sincero ni pronunciamiento institucional enérgico contra quienes secuestraron y abusaron de Fátima, AMLO se dejó ir por la cantaleta de siempre, misma que ha causado una reacción de indignación social por la insensibilidad, el desprecio y la indiferencia a un asunto que causa dolor, horror y coraje, aunque después hubo rectificación tardía.

Indigna aún más la reacción de los seguidores del Presidente que en redes sociales han crucificado a Fátima y a sus padres, y que lejos de exigir a quien los representa, se suman al contagio irracional de odio comprando en automático un discurso anti neoliberal como causante de todos los males que nada tiene que ver con la muerte dé Fátima.

Este gobierno se ha definido por la aplicación de políticas que se alejan del neoliberalismo, incluso está implementando políticas post-neoliberales con políticas sociales a escala nacional y con redistribuciones tratando de eliminar inequidades e injusticias, pero lo que no ha aplicado y no tiene resultados palpables, es en la lucha contra la violencia a las mujeres, que no ha sido atendida con respeto y responsabilidad por esos ultra anti-neoliberales.

Ulises Gómez de la Rosa

Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx

Face book @Ulises Gómez R

Twitter @Ulisesgrmx

Neoliberalismo ¿el mal de todo?


Después de las declaraciones del Presidente me quedo pensando ¿Qué tanto es el neoliberalismo la causa de todos los males? Si es así, habrá que ver hasta dónde es cierto y explorar cómo salir de ello, pero en estos momentos la fórmula para combatirlo con éxito no la tiene la 4T, en la que plantee una hoja de ruta confiable de una transición profundamente social, ecológica y democrática. Hay algunos rasgos que hacen diferente a este gobierno pero no hay profundidad; la delincuencia, la violencia y la corrupción siguen siendo el mal de cada día.

López Obrador ha hablado mucho de un cambio, de concepciones novedosas, de nuevas formas de producir y de consumir, del control de las finanzas, de cómo atender la deuda, del buen vivir y la prosperidad sin crecimiento económico, de la democracia a partir de Morena, de las responsabilidades colectivas y diferenciadas, de los servicios públicos basados sobre los derechos y la gratuidad, pero en realidad no vemos una verdadera transformación del gobierno, de los funcionarios públicos y de la administración en general que agrade a los mexicanos, todo es improvisación, justificación y ocurrencia sin garantizar los derechos para todos y la equidad de esos derechos.

¿Que primero los pobres? Sí, pero se debe analizar los efectos que sus políticas han provocado en la política, la economía, la cultura y la sociedad, pero definitivamente antes que ellos están los derechos de Fátima, esa pobre niña que fue secuestrada, torturada, violada y asesinada en donde la autoridad fue negligente, omisa e irresponsable. No hubo un enojo sincero ni pronunciamiento institucional enérgico contra quienes secuestraron y abusaron de Fátima, AMLO se dejó ir por la cantaleta de siempre, misma que ha causado una reacción de indignación social por la insensibilidad, el desprecio y la indiferencia a un asunto que causa dolor, horror y coraje, aunque después hubo rectificación tardía.

Indigna aún más la reacción de los seguidores del Presidente que en redes sociales han crucificado a Fátima y a sus padres, y que lejos de exigir a quien los representa, se suman al contagio irracional de odio comprando en automático un discurso anti neoliberal como causante de todos los males que nada tiene que ver con la muerte dé Fátima.

Este gobierno se ha definido por la aplicación de políticas que se alejan del neoliberalismo, incluso está implementando políticas post-neoliberales con políticas sociales a escala nacional y con redistribuciones tratando de eliminar inequidades e injusticias, pero lo que no ha aplicado y no tiene resultados palpables, es en la lucha contra la violencia a las mujeres, que no ha sido atendida con respeto y responsabilidad por esos ultra anti-neoliberales.

Ulises Gómez de la Rosa

Correo: ulisesgrmx@yahoo.com.mx

Face book @Ulises Gómez R

Twitter @Ulisesgrmx

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