/ domingo 3 de marzo de 2019

El Cronista Sanjuanense

Ciudades hermanas


El hermanamiento entre pueblos surgió en Europa, en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, en aras de fomentar el contacto humano y los enlaces culturales, teniendo como primordial objetivo la unidad para evitar cualquier conflicto y promover el ideal de un continente basado en la autonomía. Este concepto se extendió a través del tiempo y llegó a América. Este modelo fue el movimiento de Ciudades Hermanas Internacional creado en 1956 por el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower en la conferencia de la Casa Blanca sobre la diplomacia ciudadana. Eisenhower imaginó una organización que pudiera ser el eje de la paz y la prosperidad mediante la creación de vínculos entre personas de diferentes ciudades de todo el mundo. El movimiento de Ciudades Hermanas Internacional, desde ese entonces ha creado relaciones basadas en la cultura, la información educativa y los intercambios comerciales, la creación de amistades de por vida que proporcionan la prosperidad y la paz por medio de la diplomacia ciudadana.

San Juan del Río se hermanó con Chino, una ciudad agrícola del Condado de San Bernardino en el estado de California de los Estados Unidos. Ocurrió el 11 de enero del año 1969. El origen del nombre de esta ciudad no se refiere a los inmigrantes que de la China llegaron a California en el siglo XIX, su origen es diferente, originalmente se llamaba Santa Ana del Chino. Chino, en este contexto, es un término coloquial utilizado en América para referirse a personas de mezcla europea y amerindia, refiriéndose a la población atendida por la misión local en la época colonial española. Aunque Chino se puede considerar una ciudad parecida a San Juan del Río, en realidad es más pequeña y tiene menor población. En su justa dimensión son muy diferentes, sobre todo en el tema social y económico. Muy benéfica fue esta relación para San Juan del Río, puesto que el gobierno de Chino realizó donaciones a las nacientes instituciones del cuerpo de bomberos voluntarios y la Cruz Roja, mediante equipos de diversos tipos para el mejor desempeño de sus funciones. En las dos décadas posteriores se hicieron intercambios estudiantiles entre ambas ciudades, jóvenes de secundaria y bachillerato fueron seleccionados, según el mejor promedio, para ir allá y vivir una experiencia que aunara a su desarrollo personal. En este 2019 se cumplieron cincuenta años de aquel hermanamiento, mismo que dio pauta para hacer lo propio con otras ciudades como el que se hizo con San Juan de Puerto Rico en el trienio 1991-1994. San Juan es la capital de este territorio no incorporado de los Estados Unidos, isla que fue descubierta por Cristóbal Colón en 1493 y a la que nombró como San Juan Bautista.

Otra hermandad es la que se tiene entre dos San Juan del Río: Querétaro y Durango. Ambos comparten topónimo, tienen también un río, y también cuentan importantes historias de la patria. La cabecera de esa ciudad en Durango se llama oficialmente San Juan del Río del Centauro del Norte, en honor a Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa, porque ese lugar lo vio nacer. Este hermanamiento se dio en 1998.

En 2002, un acercamiento e intento de hermandad surgió entre San Juan del Río y Jingzhou, ciudad-prefectura en la provincia de Hubei, de la República Popular China. De San Juan salió una delegación hasta esa tierra lejana y de allá también vinieron chinos, pero no se concretó el hermanamiento debido a trámites de relaciones exteriores. Hoy en día se ha retomado esta conexión en pro de lograr la hermandad; ya han vuelto personalidades de Jingzhou a nuestra ciudad y las cosas van avante.

A medida que el concepto de Ciudades Hermanas ha ido evolucionando y ha tenido una mayor acogida, han surgido dos figuras legales que responden a la misma filosofía: los convenios de hermanamiento y los de cooperación. Los hermanamientos son mediados y logrados por los gobiernos involucrados, los convenios de cooperación son realizados directamente por los alcaldes y aunque en términos protocolarios son iguales, se ejecutan de forma diferente. Mientras los primeros abarcan la totalidad del plan de desarrollo, los segundos se concentran en proyectos específicos como la gestión del agua, el ecosistema de innovación, la planeación urbana, el cuidado del patrimonio, etcétera.

Ciudades hermanas


El hermanamiento entre pueblos surgió en Europa, en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, en aras de fomentar el contacto humano y los enlaces culturales, teniendo como primordial objetivo la unidad para evitar cualquier conflicto y promover el ideal de un continente basado en la autonomía. Este concepto se extendió a través del tiempo y llegó a América. Este modelo fue el movimiento de Ciudades Hermanas Internacional creado en 1956 por el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower en la conferencia de la Casa Blanca sobre la diplomacia ciudadana. Eisenhower imaginó una organización que pudiera ser el eje de la paz y la prosperidad mediante la creación de vínculos entre personas de diferentes ciudades de todo el mundo. El movimiento de Ciudades Hermanas Internacional, desde ese entonces ha creado relaciones basadas en la cultura, la información educativa y los intercambios comerciales, la creación de amistades de por vida que proporcionan la prosperidad y la paz por medio de la diplomacia ciudadana.

San Juan del Río se hermanó con Chino, una ciudad agrícola del Condado de San Bernardino en el estado de California de los Estados Unidos. Ocurrió el 11 de enero del año 1969. El origen del nombre de esta ciudad no se refiere a los inmigrantes que de la China llegaron a California en el siglo XIX, su origen es diferente, originalmente se llamaba Santa Ana del Chino. Chino, en este contexto, es un término coloquial utilizado en América para referirse a personas de mezcla europea y amerindia, refiriéndose a la población atendida por la misión local en la época colonial española. Aunque Chino se puede considerar una ciudad parecida a San Juan del Río, en realidad es más pequeña y tiene menor población. En su justa dimensión son muy diferentes, sobre todo en el tema social y económico. Muy benéfica fue esta relación para San Juan del Río, puesto que el gobierno de Chino realizó donaciones a las nacientes instituciones del cuerpo de bomberos voluntarios y la Cruz Roja, mediante equipos de diversos tipos para el mejor desempeño de sus funciones. En las dos décadas posteriores se hicieron intercambios estudiantiles entre ambas ciudades, jóvenes de secundaria y bachillerato fueron seleccionados, según el mejor promedio, para ir allá y vivir una experiencia que aunara a su desarrollo personal. En este 2019 se cumplieron cincuenta años de aquel hermanamiento, mismo que dio pauta para hacer lo propio con otras ciudades como el que se hizo con San Juan de Puerto Rico en el trienio 1991-1994. San Juan es la capital de este territorio no incorporado de los Estados Unidos, isla que fue descubierta por Cristóbal Colón en 1493 y a la que nombró como San Juan Bautista.

Otra hermandad es la que se tiene entre dos San Juan del Río: Querétaro y Durango. Ambos comparten topónimo, tienen también un río, y también cuentan importantes historias de la patria. La cabecera de esa ciudad en Durango se llama oficialmente San Juan del Río del Centauro del Norte, en honor a Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa, porque ese lugar lo vio nacer. Este hermanamiento se dio en 1998.

En 2002, un acercamiento e intento de hermandad surgió entre San Juan del Río y Jingzhou, ciudad-prefectura en la provincia de Hubei, de la República Popular China. De San Juan salió una delegación hasta esa tierra lejana y de allá también vinieron chinos, pero no se concretó el hermanamiento debido a trámites de relaciones exteriores. Hoy en día se ha retomado esta conexión en pro de lograr la hermandad; ya han vuelto personalidades de Jingzhou a nuestra ciudad y las cosas van avante.

A medida que el concepto de Ciudades Hermanas ha ido evolucionando y ha tenido una mayor acogida, han surgido dos figuras legales que responden a la misma filosofía: los convenios de hermanamiento y los de cooperación. Los hermanamientos son mediados y logrados por los gobiernos involucrados, los convenios de cooperación son realizados directamente por los alcaldes y aunque en términos protocolarios son iguales, se ejecutan de forma diferente. Mientras los primeros abarcan la totalidad del plan de desarrollo, los segundos se concentran en proyectos específicos como la gestión del agua, el ecosistema de innovación, la planeación urbana, el cuidado del patrimonio, etcétera.