/ domingo 7 de abril de 2019

El Cronista Sanjuanense

Nombres, nombres


Iztacchichimecapan era el antiguo nombre de este sitio que, a la llegada de los españoles en 1531 y con la conquista, transformaron su nombre a “San Juan”, por haberse fundado el 24 de junio, día de San Juan Bautista, y “del Río”, por el caudaloso que baña sus orillas. Algunos de los nombres de comunidades o poblaciones, incluso municipios que hoy conocemos no siempre tuvieron el nombre que actualmente ostentan. Desde el siglo XVI, a partir de esta fundación, sus cinco pueblos sujetos tuvieron diferentes nombres a los que hoy conocemos. A San Juan pertenecían lo que hoy son los territorios de los municipio de Amealco, Tequisquiapan y Pedro Escobedo. Tres pueblos en Amealco: San Bartolomé Amamoiza, que significa “Álamo blanco”, hoy es San Bartolomé del Pino; San Juan Degodo, que significa “Agua que lleva pedrezuelas”, hoy San Juan Dehedó; y Santiago Canqueza, que significa “Troncón”, hoy Santiago Mexquititlán. Santa María Antes, que significa “Tierra salitral”, hoy Tequisquiapan. San Pedro Anzoni, que significa “Pueblo de aguacates”, hoy San Pedro Ahuacatlán en San Juan del Río.

Para el año 1743, fueron siete pueblos sujetos y cambiaron los nombres a Santa María de la Asunción de Tequisquiapan, San Pedro Ahuacatlán, San Sebastián de los Cajetes (de las Barrancas), San Bartolomé del Pino, San Miguel Detí, Santa María Amealco y San Juan Deguedó, según un informe presentado al rey de España por el corregidor Esteban Gómez de Acosta. Para 1779, la jurisdicción de San Juan del Río se dividía en tres partidos: San Juan del Río con San Pedro Ahuacatlán y San Sebastián de las Barrancas como pueblos sujetos; Santa María de la Asunción de Tequisquiapan con La Magdalena como sujeto; y Santa María de los Montes de Amealco con los pueblos de San Miguel de Thy, San Juan de Guedó y San Bartolomé del Pino. El pueblo de San Juan del Río se componía además de ocho barrios comu­nicados entre sí que daban forma a la traza urbana: San Miguel, La Concepción, El Calvario, San Marcos, San Juan, San Isidro, La Santa Cruz y Espíritu Santo o Ahidó (en otomí, barrio de los tepetates).

Con el tiempo y en diferentes épocas estos territorios hoy municipales se fueron separando de San Juan del Río, el primero fue Amealco cercano a 1755, luego Tequisquiapan que se convirtió en municipio el 20 de mayo de 1931, luego se reincorpora a San Juan el31 de diciembre de ese mismo año y finalmente se vuelve a convertir en municipio el 30 de junio de 1939 ocurriendo la final separación. Pedro Escobedo, el viejo Arroyo Seco, que ya utilizaba el nombre del ilustre queretano desde 1904, se creó como municipio el 3 de julio de 1941, fecha en que adquiere la categoría y el nombre en honor al médico cirujano Pedro Alcántara Escobedo y Aguilar (1798-1844), uno de los más sabios y útiles para la República, fundador de la Escuela Nacional de Medicina. Muchas de las haciendas sanjuanenses fueron las que destinaron, mediante decreto, parte de sus tierras para crear esta nueva cabecera municipal. La historia de Pedro Escobedo es la de San Juan del Río. No se puede entender el pasado de Amealco, y mayormente de Tequisquiapan y Pedro Escobedo, sin San Juan del Río.

En San Juan, otro ejemplo es la comunidad rural llamada, a mediados del siglo XIX, Las Palomas Viejas; durante el porfiriato cambió a Las Palomas, en la época posrevolucionaria quedó simplemente como Palomas, hoy se llama Senegal de las Palomas, y el dato curioso es que se debe al lejano país africano llamado Senegal, por una visita que hizo a San Juan del Río y a esta pequeña población el presidente de aquella República, Léopold Sédar Senghor, el 19 de mayo de 1975. A este además gran poeta senegalés lo recibió el Ayuntamiento en el centro de la ciudad en las primeras horas de la mañana, ceremonia a la que asistió Emilio O. Rabasa como representante personal del entonces presidente de la República Luis Echeverría Álvarez. En esta comunidad se inaugurarían obras en la plaza pública como el kiosco y juegos infantiles, se repararon caminos, se reforestó y se construyó un arco conmemorativo en la entrada del ejido; se develó una placa señalando la fecha memorable y se anunció públicamente que en adelante, en honor a tan ilustre visitante, el ejido llevaría el nombre de Senegal de las Palomas. Se dice que el arco duró poco pues un conductor ebrio lo derribó y aunque se comprometió a repararlo nunca lo hizo. Cabe mencionar que las rejas del atrio de la capilla de esta comunidad eran las que estaban en la barda del atrio de los templos principales de la ciudad, que estuvieron cien años ahí hasta que fue demolida en 1970.

Nombres, nombres


Iztacchichimecapan era el antiguo nombre de este sitio que, a la llegada de los españoles en 1531 y con la conquista, transformaron su nombre a “San Juan”, por haberse fundado el 24 de junio, día de San Juan Bautista, y “del Río”, por el caudaloso que baña sus orillas. Algunos de los nombres de comunidades o poblaciones, incluso municipios que hoy conocemos no siempre tuvieron el nombre que actualmente ostentan. Desde el siglo XVI, a partir de esta fundación, sus cinco pueblos sujetos tuvieron diferentes nombres a los que hoy conocemos. A San Juan pertenecían lo que hoy son los territorios de los municipio de Amealco, Tequisquiapan y Pedro Escobedo. Tres pueblos en Amealco: San Bartolomé Amamoiza, que significa “Álamo blanco”, hoy es San Bartolomé del Pino; San Juan Degodo, que significa “Agua que lleva pedrezuelas”, hoy San Juan Dehedó; y Santiago Canqueza, que significa “Troncón”, hoy Santiago Mexquititlán. Santa María Antes, que significa “Tierra salitral”, hoy Tequisquiapan. San Pedro Anzoni, que significa “Pueblo de aguacates”, hoy San Pedro Ahuacatlán en San Juan del Río.

Para el año 1743, fueron siete pueblos sujetos y cambiaron los nombres a Santa María de la Asunción de Tequisquiapan, San Pedro Ahuacatlán, San Sebastián de los Cajetes (de las Barrancas), San Bartolomé del Pino, San Miguel Detí, Santa María Amealco y San Juan Deguedó, según un informe presentado al rey de España por el corregidor Esteban Gómez de Acosta. Para 1779, la jurisdicción de San Juan del Río se dividía en tres partidos: San Juan del Río con San Pedro Ahuacatlán y San Sebastián de las Barrancas como pueblos sujetos; Santa María de la Asunción de Tequisquiapan con La Magdalena como sujeto; y Santa María de los Montes de Amealco con los pueblos de San Miguel de Thy, San Juan de Guedó y San Bartolomé del Pino. El pueblo de San Juan del Río se componía además de ocho barrios comu­nicados entre sí que daban forma a la traza urbana: San Miguel, La Concepción, El Calvario, San Marcos, San Juan, San Isidro, La Santa Cruz y Espíritu Santo o Ahidó (en otomí, barrio de los tepetates).

Con el tiempo y en diferentes épocas estos territorios hoy municipales se fueron separando de San Juan del Río, el primero fue Amealco cercano a 1755, luego Tequisquiapan que se convirtió en municipio el 20 de mayo de 1931, luego se reincorpora a San Juan el31 de diciembre de ese mismo año y finalmente se vuelve a convertir en municipio el 30 de junio de 1939 ocurriendo la final separación. Pedro Escobedo, el viejo Arroyo Seco, que ya utilizaba el nombre del ilustre queretano desde 1904, se creó como municipio el 3 de julio de 1941, fecha en que adquiere la categoría y el nombre en honor al médico cirujano Pedro Alcántara Escobedo y Aguilar (1798-1844), uno de los más sabios y útiles para la República, fundador de la Escuela Nacional de Medicina. Muchas de las haciendas sanjuanenses fueron las que destinaron, mediante decreto, parte de sus tierras para crear esta nueva cabecera municipal. La historia de Pedro Escobedo es la de San Juan del Río. No se puede entender el pasado de Amealco, y mayormente de Tequisquiapan y Pedro Escobedo, sin San Juan del Río.

En San Juan, otro ejemplo es la comunidad rural llamada, a mediados del siglo XIX, Las Palomas Viejas; durante el porfiriato cambió a Las Palomas, en la época posrevolucionaria quedó simplemente como Palomas, hoy se llama Senegal de las Palomas, y el dato curioso es que se debe al lejano país africano llamado Senegal, por una visita que hizo a San Juan del Río y a esta pequeña población el presidente de aquella República, Léopold Sédar Senghor, el 19 de mayo de 1975. A este además gran poeta senegalés lo recibió el Ayuntamiento en el centro de la ciudad en las primeras horas de la mañana, ceremonia a la que asistió Emilio O. Rabasa como representante personal del entonces presidente de la República Luis Echeverría Álvarez. En esta comunidad se inaugurarían obras en la plaza pública como el kiosco y juegos infantiles, se repararon caminos, se reforestó y se construyó un arco conmemorativo en la entrada del ejido; se develó una placa señalando la fecha memorable y se anunció públicamente que en adelante, en honor a tan ilustre visitante, el ejido llevaría el nombre de Senegal de las Palomas. Se dice que el arco duró poco pues un conductor ebrio lo derribó y aunque se comprometió a repararlo nunca lo hizo. Cabe mencionar que las rejas del atrio de la capilla de esta comunidad eran las que estaban en la barda del atrio de los templos principales de la ciudad, que estuvieron cien años ahí hasta que fue demolida en 1970.