/ domingo 2 de junio de 2019

El Cronista Sanjuanense

La hacienda Galindo


El conquistador español Hernán Cortés tomó a Malintzin como concubina. Convertida al cristianismo, fue bautizada con el nombre de Marina quedando al servicio de Cortés como intérprete, conciliadora, consejera y concubina hasta el año 1524. Ese mismo año, llega de Castilla la esposa del conquistador, razón por la cual éste promueve el matrimonio de Marina con el capitán español Juan Jaramillo. La nueva pareja recibe, entre otras, la encomienda de Xilotepec. Marina con Jaramillo procrearon una hija llamada María. Se dice que doña Marina muere entre 1527 y 1529, no se tiene la certeza de la fecha. Su hija María casó con Luis de Quezada y pelearon la encomienda de Xilotepec por herencia.

Para 1531 el viudo, don Juan Jaramillo, contrae segundas nupcias con una española de alta alcurnia, doña Beatriz de Andrada Cervantes, sí, la fundadora y dueña del mayorazgo de La Llave; de esta manera, juntos, logran amplias mercedes para acrecentar este mayorazgo, formalizado como tal en el año de 1585. Muerto don Juan Jaramillo, doña Beatriz contrae nupcias con don Francisco de Velasco, momento en el cual los Quezada exigen la mitad de las propiedades a doña Beatriz, quien después de un arreglo accede y entrega vastas extensiones del mayorazgo que comprendía la zona de La Llave, La Lira, La Estancia y Galindo. Al conseguir esta valiosa herencia, don Pedro de Quezada -nieto de doña Marina- toma a su cargo estas tierras siendo así considerado el primer tenedor de esta extensión de tierra en el año 1582.

Dos años más tarde, en 1584, ya con el nombre de Galindo, es que aparece registrado como propietario el señor don Alonso Pérez de Bocanegra, a quien se le concede el aprovechamiento del agua del río Galindo como fuente de energía para el funcionamiento de un molino.

Casi un siglo después en 1645, tal y como se acredita en el Archivo Histórico de Querétaro, aparece mencionado el capitán Juan Frías Valenzuela como propietario de Galindo, hacienda entonces considerada como tierra de labor y de ganado mayor. De esta época data la construcción de su primorosa capilla.

La hacienda Galindo, fue pues levantada a finales del siglo XVI y principios del XVII y con adecuacio­nes en los siglos XVIII al XX, se conserva el partido arquitectónico original. Llegó a ser la hacienda más grande, poderosa e importante en el sur de Querétaro para 1793. Ha pasado por más de 25 dueños en su historia hasta nuestros días.

Hoy, la ex hacienda Galindo es un hotel de categoría cinco estrellas que fue inaugurado para esta función en el año 1977. Se conser­van las trojes, adaptadas como salones para eventos, excepto uno de ellos que fue ampliado; cuatro trojes menores y una mayor con gavillero. La capilla, que tiene una es­calera helicoidal en cantera y coro añadido. La casa del escribano, hoy es almacén. La casa del administrador, son oficinas. Se conserva en excelente estado la casa del hacendado y silos.

El jacal de Vaquerías fue troje de la hacienda Galindo, su uso original fue almacén y hoy es la capilla de la comunidad que lleva el nombre de Vaquerías. Es una construcción del siglo XIX. Existen también ruinas de en las comunidades aledañas a Galindo y que pertenecieron a esta hacienda, por ejemplo un pozo y abrevaderos para ganado mayor en la comunidad de Arcila. Los jornaleros de la hacienda levantaron capillas otomíes en el siglo XVIII y XIX, algunas persisten.

Es muy utilizado el dato como atractivo para el turismo de que la hacienda fue construida para la “malinche” como un regalo de su marido Jaramillo hacia ella, en realidad es un mito. Hay que saber que es erróneo llamar “Malinche” a Marina, pues es así como apodaban a Cortés y no a ella; la hacienda tampoco fue construida para ella porque falleció anterior al año 1530 y Galindo se erigió en el año 1582.

La hacienda Galindo


El conquistador español Hernán Cortés tomó a Malintzin como concubina. Convertida al cristianismo, fue bautizada con el nombre de Marina quedando al servicio de Cortés como intérprete, conciliadora, consejera y concubina hasta el año 1524. Ese mismo año, llega de Castilla la esposa del conquistador, razón por la cual éste promueve el matrimonio de Marina con el capitán español Juan Jaramillo. La nueva pareja recibe, entre otras, la encomienda de Xilotepec. Marina con Jaramillo procrearon una hija llamada María. Se dice que doña Marina muere entre 1527 y 1529, no se tiene la certeza de la fecha. Su hija María casó con Luis de Quezada y pelearon la encomienda de Xilotepec por herencia.

Para 1531 el viudo, don Juan Jaramillo, contrae segundas nupcias con una española de alta alcurnia, doña Beatriz de Andrada Cervantes, sí, la fundadora y dueña del mayorazgo de La Llave; de esta manera, juntos, logran amplias mercedes para acrecentar este mayorazgo, formalizado como tal en el año de 1585. Muerto don Juan Jaramillo, doña Beatriz contrae nupcias con don Francisco de Velasco, momento en el cual los Quezada exigen la mitad de las propiedades a doña Beatriz, quien después de un arreglo accede y entrega vastas extensiones del mayorazgo que comprendía la zona de La Llave, La Lira, La Estancia y Galindo. Al conseguir esta valiosa herencia, don Pedro de Quezada -nieto de doña Marina- toma a su cargo estas tierras siendo así considerado el primer tenedor de esta extensión de tierra en el año 1582.

Dos años más tarde, en 1584, ya con el nombre de Galindo, es que aparece registrado como propietario el señor don Alonso Pérez de Bocanegra, a quien se le concede el aprovechamiento del agua del río Galindo como fuente de energía para el funcionamiento de un molino.

Casi un siglo después en 1645, tal y como se acredita en el Archivo Histórico de Querétaro, aparece mencionado el capitán Juan Frías Valenzuela como propietario de Galindo, hacienda entonces considerada como tierra de labor y de ganado mayor. De esta época data la construcción de su primorosa capilla.

La hacienda Galindo, fue pues levantada a finales del siglo XVI y principios del XVII y con adecuacio­nes en los siglos XVIII al XX, se conserva el partido arquitectónico original. Llegó a ser la hacienda más grande, poderosa e importante en el sur de Querétaro para 1793. Ha pasado por más de 25 dueños en su historia hasta nuestros días.

Hoy, la ex hacienda Galindo es un hotel de categoría cinco estrellas que fue inaugurado para esta función en el año 1977. Se conser­van las trojes, adaptadas como salones para eventos, excepto uno de ellos que fue ampliado; cuatro trojes menores y una mayor con gavillero. La capilla, que tiene una es­calera helicoidal en cantera y coro añadido. La casa del escribano, hoy es almacén. La casa del administrador, son oficinas. Se conserva en excelente estado la casa del hacendado y silos.

El jacal de Vaquerías fue troje de la hacienda Galindo, su uso original fue almacén y hoy es la capilla de la comunidad que lleva el nombre de Vaquerías. Es una construcción del siglo XIX. Existen también ruinas de en las comunidades aledañas a Galindo y que pertenecieron a esta hacienda, por ejemplo un pozo y abrevaderos para ganado mayor en la comunidad de Arcila. Los jornaleros de la hacienda levantaron capillas otomíes en el siglo XVIII y XIX, algunas persisten.

Es muy utilizado el dato como atractivo para el turismo de que la hacienda fue construida para la “malinche” como un regalo de su marido Jaramillo hacia ella, en realidad es un mito. Hay que saber que es erróneo llamar “Malinche” a Marina, pues es así como apodaban a Cortés y no a ella; la hacienda tampoco fue construida para ella porque falleció anterior al año 1530 y Galindo se erigió en el año 1582.