/ domingo 12 de julio de 2020

El Cronista Sanjuanense

1803. Humboldt en San Juan


Entre los relatos de extranjeros sobre lo que en algún momento les tocó vivir en tierras mexicanas existe uno sobre San Juan del Río, publicado por el barón Alexander von Humboldt en su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España.

Humboldt visitó San Juan del Río el miércoles 3 de agosto del año 1803. Su estancia en el pueblo fue de tan solo un día, sin embargo, del poco tiempo que estuvo dejó consignados varios datos sobre lo que vio.

Con elocuencia escribió: “Al norte de este país montañoso comienzan las vastas llanuras de San Juan del Río, de Querétaro y Celaya, llanuras fértiles, llenas de ciudades y de pueblos considerables…”

“San Juan del Río, rodeado de huertas que están adornadas de viñas y anonas (árboles de copa amplia). Tiene una altura al nivel del mar de 1,978 metros.” Es muy conocida la historia de las famosas huertas de San Juan y de sus frutos, sobre todo los viñedos; Alexander las conoció en su apogeo.

“Desde la villa de León (Guanajuato) hasta San Juan del Río, es donde se encuentran los mejores campos de trigo, cebada y maíz.” El alemán certifica en sus apuntes la gran fertilidad del valle de San Juan del Río, que sigue hasta nuestros días.

Al polímata alemán le tocó una época de paz y tranquilidad en su viaje por el interior de las tierras mexicanas, lo que le permitió legarnos grandiosas observaciones y eficaces estadísticas que se han utilizado como medios de comparación en la economía de nuestro suelo.

Sobre el maíz mexicano, la fecundidad del tlaolli, anotó que era mayor de cuanto se pudiera imaginar en Europa, favorecida la planta por la fuerza del calor y de la mucha humedad: “…se levanta hasta dos o tres metros de altura. En los hermosos llanos que existen desde San Juan del Río hasta Querétaro, por ejemplo, en las tierras de la gran hacienda de Esperanza; una fanega de maíz, produce a veces ochocientas.”

El Ensayo político sobre el reino de la Nueva España que escribió Humboldt, reúne bajo un mismo punto de vista el estado físico y moral de un territorio cinco veces más grande que la Francia. Todos los gobiernos de México a partir de la publicación de este libro, se vieron precisados a recurrir a los escritos de Humboldt por sus estadísticas sobre el territorio, tan así que ya en el México independiente, el 21 de julio de 1824, el Poder Ejecutivo del gobierno mexicano expresó, en un acto público solemne, que “El Ensayo político del señor de Humboldt comprende la descripción más completa y más exacta de las riquezas naturales del país, y que la lectura de esta grande obra ha contribuido mucho a reanimar la actividad industrial de la nación, y a inspirarle confianza en sus fuerzas propias.”

Durante su travesía descubre una extraordinaria diversidad: flora, fauna, volcanes, suelos, minas, monumentos arqueológicos, así como una cultura milenaria que lo impacta profundamente. Sus investigaciones científicas son tan vigentes hoy en día como lo son sus escritos, donde denuncia la explotación y la desigualdad social. Nos revela la riqueza natural y humana que se encuentra en el México colonial.

Las aportaciones hechas por Humboldt, cambiaron por completo la perspectiva y la visión del mundo sobre México y América. Personaje contradictorio, complejo y fascinante, que narró sus impresiones, reflexiones y aventuras por un país que lo sedujo y deslumbró.

Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt, nació en Berlín el 14 de septiembre de 1769, fue un sabio geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador. Falleció el 6 de mayo de 1859. Fue un naturalista de una polivalencia extraordinaria, que no volvió a repetirse tras su desaparición. Es considerado el Padre de la Geografía Moderna Universal.

1803. Humboldt en San Juan


Entre los relatos de extranjeros sobre lo que en algún momento les tocó vivir en tierras mexicanas existe uno sobre San Juan del Río, publicado por el barón Alexander von Humboldt en su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España.

Humboldt visitó San Juan del Río el miércoles 3 de agosto del año 1803. Su estancia en el pueblo fue de tan solo un día, sin embargo, del poco tiempo que estuvo dejó consignados varios datos sobre lo que vio.

Con elocuencia escribió: “Al norte de este país montañoso comienzan las vastas llanuras de San Juan del Río, de Querétaro y Celaya, llanuras fértiles, llenas de ciudades y de pueblos considerables…”

“San Juan del Río, rodeado de huertas que están adornadas de viñas y anonas (árboles de copa amplia). Tiene una altura al nivel del mar de 1,978 metros.” Es muy conocida la historia de las famosas huertas de San Juan y de sus frutos, sobre todo los viñedos; Alexander las conoció en su apogeo.

“Desde la villa de León (Guanajuato) hasta San Juan del Río, es donde se encuentran los mejores campos de trigo, cebada y maíz.” El alemán certifica en sus apuntes la gran fertilidad del valle de San Juan del Río, que sigue hasta nuestros días.

Al polímata alemán le tocó una época de paz y tranquilidad en su viaje por el interior de las tierras mexicanas, lo que le permitió legarnos grandiosas observaciones y eficaces estadísticas que se han utilizado como medios de comparación en la economía de nuestro suelo.

Sobre el maíz mexicano, la fecundidad del tlaolli, anotó que era mayor de cuanto se pudiera imaginar en Europa, favorecida la planta por la fuerza del calor y de la mucha humedad: “…se levanta hasta dos o tres metros de altura. En los hermosos llanos que existen desde San Juan del Río hasta Querétaro, por ejemplo, en las tierras de la gran hacienda de Esperanza; una fanega de maíz, produce a veces ochocientas.”

El Ensayo político sobre el reino de la Nueva España que escribió Humboldt, reúne bajo un mismo punto de vista el estado físico y moral de un territorio cinco veces más grande que la Francia. Todos los gobiernos de México a partir de la publicación de este libro, se vieron precisados a recurrir a los escritos de Humboldt por sus estadísticas sobre el territorio, tan así que ya en el México independiente, el 21 de julio de 1824, el Poder Ejecutivo del gobierno mexicano expresó, en un acto público solemne, que “El Ensayo político del señor de Humboldt comprende la descripción más completa y más exacta de las riquezas naturales del país, y que la lectura de esta grande obra ha contribuido mucho a reanimar la actividad industrial de la nación, y a inspirarle confianza en sus fuerzas propias.”

Durante su travesía descubre una extraordinaria diversidad: flora, fauna, volcanes, suelos, minas, monumentos arqueológicos, así como una cultura milenaria que lo impacta profundamente. Sus investigaciones científicas son tan vigentes hoy en día como lo son sus escritos, donde denuncia la explotación y la desigualdad social. Nos revela la riqueza natural y humana que se encuentra en el México colonial.

Las aportaciones hechas por Humboldt, cambiaron por completo la perspectiva y la visión del mundo sobre México y América. Personaje contradictorio, complejo y fascinante, que narró sus impresiones, reflexiones y aventuras por un país que lo sedujo y deslumbró.

Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt, nació en Berlín el 14 de septiembre de 1769, fue un sabio geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador. Falleció el 6 de mayo de 1859. Fue un naturalista de una polivalencia extraordinaria, que no volvió a repetirse tras su desaparición. Es considerado el Padre de la Geografía Moderna Universal.