/ lunes 21 de septiembre de 2020

El Espectador | Más sobre el caso Sedena

El pasado 11 de septiembre, el Coronel de Infantería Francisco Antonio Enríquez Rojas, director interino de comunicación social de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), hizo llegar hasta esta columna una serie de argumentos con relación al abastecimiento de las Fábricas de Vestuario y Equipo (F.A.V.E)., mismos que fueron atendidos puntualmente en la entrega del lunes pasado.

Sin embargo, sobre el tema hay que recalcar que, si bien las empresas relacionadas con Patricia Manón Romero Rodríguez y sus familiares habrían concursado en rubros distintos para la proveeduría de insumos textiles, dos de las razones sociales sí fueron creadas por los mismos socios, se trata de Intman e Introm Textil, que precisamente fueron constituidas por la empresaria y su hijo menor, Eduardo Alejandro Gutiérrez Romero, tal como puede observarse en las respectivas Actas de 2010 y 2008.

Tampoco hay que perder de vista que precisamente Introm y Zagis, esta última en donde Mañón Romero fue representante legal, registraron facturación con Servicios Corporativos Tadicorp, listada por el SAT, de Raquel Buenrostro, como empresa de operaciones simuladas definitiva desde el 1 de abril de 2019, acto que, de acuerdo con el art. 32-D del Código Fiscal Federal influiría en la opinión de cumplimiento que se tenga sobre las compañías, por lo que no estaría de más que sean revisadas sus declaraciones complementarias.

En tanto, a pesar de que el funcionario afirma que Operadora Safrat no tiene contratos con dichas Fábricas, lo cierto es que precisamente esta área realiza la solicitud de los materiales en cuestión, lo que ha llevado a que la firma de Mario Alfonso Ortiz Romero, hijo mayor de Patricia, haya concretado nueve acuerdos con la Sedena, siete de ellos por más de 57 millones de pesos, además de otros dos, uno de 521 mil 900 dólares de 2020 y otro más de 340 mil dólares de 2018. Además, trascendió que el directivo también negó acuerdos contractuales con Distribuciones y Proyectos, sin embargo, dicha empresa no fue mencionada previamente en esta columna.

Por último, es de resaltar que previo a la llegada de Luis Cresencio Sandoval a la Sedena, las empresas relacionadas con Manón Romero ya eran proveedoras de la dependencia, como puede constatarse en Compranet, donde hay registros de algunas de ellas por lo menos desde 2009, año en que la Secretaría estaba al mando de Guillermo Galván Galván y la banda presidencial era de Felipe Calderón. Así, se calcula que este grupo empresarial suma más de dos mil 500 millones de pesos, repartidos en al menos un centenar de contratos.

Le seguiremos informando sobre este tema que provocó diversas reacciones de lectores que nos dicen que no hemos tocado a fondo el asunto en los medios de comunicación tradicionales. ¿Miedo?, nos preguntan algunos desde el interior de la Sedena.

El pasado 11 de septiembre, el Coronel de Infantería Francisco Antonio Enríquez Rojas, director interino de comunicación social de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), hizo llegar hasta esta columna una serie de argumentos con relación al abastecimiento de las Fábricas de Vestuario y Equipo (F.A.V.E)., mismos que fueron atendidos puntualmente en la entrega del lunes pasado.

Sin embargo, sobre el tema hay que recalcar que, si bien las empresas relacionadas con Patricia Manón Romero Rodríguez y sus familiares habrían concursado en rubros distintos para la proveeduría de insumos textiles, dos de las razones sociales sí fueron creadas por los mismos socios, se trata de Intman e Introm Textil, que precisamente fueron constituidas por la empresaria y su hijo menor, Eduardo Alejandro Gutiérrez Romero, tal como puede observarse en las respectivas Actas de 2010 y 2008.

Tampoco hay que perder de vista que precisamente Introm y Zagis, esta última en donde Mañón Romero fue representante legal, registraron facturación con Servicios Corporativos Tadicorp, listada por el SAT, de Raquel Buenrostro, como empresa de operaciones simuladas definitiva desde el 1 de abril de 2019, acto que, de acuerdo con el art. 32-D del Código Fiscal Federal influiría en la opinión de cumplimiento que se tenga sobre las compañías, por lo que no estaría de más que sean revisadas sus declaraciones complementarias.

En tanto, a pesar de que el funcionario afirma que Operadora Safrat no tiene contratos con dichas Fábricas, lo cierto es que precisamente esta área realiza la solicitud de los materiales en cuestión, lo que ha llevado a que la firma de Mario Alfonso Ortiz Romero, hijo mayor de Patricia, haya concretado nueve acuerdos con la Sedena, siete de ellos por más de 57 millones de pesos, además de otros dos, uno de 521 mil 900 dólares de 2020 y otro más de 340 mil dólares de 2018. Además, trascendió que el directivo también negó acuerdos contractuales con Distribuciones y Proyectos, sin embargo, dicha empresa no fue mencionada previamente en esta columna.

Por último, es de resaltar que previo a la llegada de Luis Cresencio Sandoval a la Sedena, las empresas relacionadas con Manón Romero ya eran proveedoras de la dependencia, como puede constatarse en Compranet, donde hay registros de algunas de ellas por lo menos desde 2009, año en que la Secretaría estaba al mando de Guillermo Galván Galván y la banda presidencial era de Felipe Calderón. Así, se calcula que este grupo empresarial suma más de dos mil 500 millones de pesos, repartidos en al menos un centenar de contratos.

Le seguiremos informando sobre este tema que provocó diversas reacciones de lectores que nos dicen que no hemos tocado a fondo el asunto en los medios de comunicación tradicionales. ¿Miedo?, nos preguntan algunos desde el interior de la Sedena.