/ lunes 24 de agosto de 2020

El Espectador | Pegasus contra la 4T

El equipo cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador y los encargados de seguridad de la 4T se encerraron este fin de semana a pensar escenarios. No es para menos: el audio de Julio Scherer, los videos del hermano del Presidente y una guerra declarada sustentada en el maldito espionaje. Reportes de inteligencia indican que existen una serie de audios y videos y nadie duda el origen de los mismos. El sistema de espionaje Pegasus tenía objetivos de la política nacional y hoy son noticia.

Julio Scherer, Luis Cresencio, José Rafael Ojeda, Alejandro Gerz Manero, Olga Sánchez Cordero, Santiago Nieto, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Irma Eréndira Sandoval, Raquel Buenrostro, Alfonso Durazo, Rosa Icela Rodríguez, Martí Batres y Jesús Ramírez serán parte del frente de batalla para contestar cada ataque y audio que salga en contra del poder en turno. En tanto, la Fiscalía General de la República (FGR), reactivará la investigación relacionadas con Tech Bull, empresa que vendió el conocido software a la extinta PGR por 32 millones de dólares.

También indagarán a Balam Seguridad Privada, de Rodrigo Ruiz de Teresa Treviño, quien en diversas ocasiones negó que su empresa tuviera relación alguna con Tech Bull.

Sin embargo, una de las prioridades en la FGR será revisar a profundidad los correos electrónicos de WikiLeaks y todos los movimientos financieros de la familia y operadores cercanos a los Ruiz de Teresa. Basta recordar que, en octubre de 2014, a solo un año de haberse constituido, Grupo Tech Bull firmó con la extinta PGR, en tiempos de Jesús Murillo Karam, el millonario contrato mediante su apoderado legal, Armando Pérez Herrero.

El emprendedor Ruiz de Teresa Treviño dejó en 2012 el ramo restaurantero para arrancar las operaciones de Balam Seguridad Privada junto con el israelí Asaf Zanzuri, firma que se convirtió en una de las principales contratistas del sexenio pasado. Por cierto, a nadie se le olvida aquella foto que el empresario presumió en redes sociales con Enrique Peña Nieto.

El Presidente y sus cercanos estarán en fuego cruzado con los Peñistas acusados por Emilio Lozoya, los cercanos a Luis Videgaray y los 19 ex funcionarios acusados y relacionados con Miguel Osorio Chong. Lo que nadie sabe es quién recibía la información de Pegasus, aunque muchos creen que su destino era el Palacio de Cobián.

Lejos de amedrentarse, la indicación es clara al interior del núcleo de poder de la cuatroté, ni un paso atrás contra estos ex funcionarios que buscan la impunidad al intentar chantajear al actual gobierno. No le extrañe que investiguen a fondo a Miguel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam, Luis Videgaray y Guillermo Ruiz de Teresa (tío de Rodrigo Ruiz y ex coordinador de Puertos y Marina Mercante durante la administración de EPN, además de que también es cercano a Emilio Gamboa, quien se desempeñaba como coordinador de la bancada del PRI en el Senado durante la aprobación de la Reforma Energética).

La guerra está al rojo vivo y todos en modo de avión para no ser escuchados ni señalados.

El equipo cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador y los encargados de seguridad de la 4T se encerraron este fin de semana a pensar escenarios. No es para menos: el audio de Julio Scherer, los videos del hermano del Presidente y una guerra declarada sustentada en el maldito espionaje. Reportes de inteligencia indican que existen una serie de audios y videos y nadie duda el origen de los mismos. El sistema de espionaje Pegasus tenía objetivos de la política nacional y hoy son noticia.

Julio Scherer, Luis Cresencio, José Rafael Ojeda, Alejandro Gerz Manero, Olga Sánchez Cordero, Santiago Nieto, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Irma Eréndira Sandoval, Raquel Buenrostro, Alfonso Durazo, Rosa Icela Rodríguez, Martí Batres y Jesús Ramírez serán parte del frente de batalla para contestar cada ataque y audio que salga en contra del poder en turno. En tanto, la Fiscalía General de la República (FGR), reactivará la investigación relacionadas con Tech Bull, empresa que vendió el conocido software a la extinta PGR por 32 millones de dólares.

También indagarán a Balam Seguridad Privada, de Rodrigo Ruiz de Teresa Treviño, quien en diversas ocasiones negó que su empresa tuviera relación alguna con Tech Bull.

Sin embargo, una de las prioridades en la FGR será revisar a profundidad los correos electrónicos de WikiLeaks y todos los movimientos financieros de la familia y operadores cercanos a los Ruiz de Teresa. Basta recordar que, en octubre de 2014, a solo un año de haberse constituido, Grupo Tech Bull firmó con la extinta PGR, en tiempos de Jesús Murillo Karam, el millonario contrato mediante su apoderado legal, Armando Pérez Herrero.

El emprendedor Ruiz de Teresa Treviño dejó en 2012 el ramo restaurantero para arrancar las operaciones de Balam Seguridad Privada junto con el israelí Asaf Zanzuri, firma que se convirtió en una de las principales contratistas del sexenio pasado. Por cierto, a nadie se le olvida aquella foto que el empresario presumió en redes sociales con Enrique Peña Nieto.

El Presidente y sus cercanos estarán en fuego cruzado con los Peñistas acusados por Emilio Lozoya, los cercanos a Luis Videgaray y los 19 ex funcionarios acusados y relacionados con Miguel Osorio Chong. Lo que nadie sabe es quién recibía la información de Pegasus, aunque muchos creen que su destino era el Palacio de Cobián.

Lejos de amedrentarse, la indicación es clara al interior del núcleo de poder de la cuatroté, ni un paso atrás contra estos ex funcionarios que buscan la impunidad al intentar chantajear al actual gobierno. No le extrañe que investiguen a fondo a Miguel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam, Luis Videgaray y Guillermo Ruiz de Teresa (tío de Rodrigo Ruiz y ex coordinador de Puertos y Marina Mercante durante la administración de EPN, además de que también es cercano a Emilio Gamboa, quien se desempeñaba como coordinador de la bancada del PRI en el Senado durante la aprobación de la Reforma Energética).

La guerra está al rojo vivo y todos en modo de avión para no ser escuchados ni señalados.