/ jueves 1 de octubre de 2020

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. MUROS DE CARGA. Hace unos días comentábamos con nuestro amigo Gerardo Fernández algunas de las múltiples vicisitudes de la tragicomedia política nacional, y caíamos en cuenta de que desde una perspectiva netamente sistémica, nuestro régimen político permanece prácticamente intocado. Es que poco ha cambiado desde los tiempos en que el destacado politólogo, sociólogo y escritor Daniel Cosío Villegas (1898-1976) disecó magistralmente al animal político nacional. Para el fundador del Colegio de México el sistema político mexicano descansaba - y aún descansa - sobre dos cimientos fundamentales: el presidencialismo y el partido hegemónico. No obstante que a la conclusión del siglo XX se derrumbaron esos dos muros de carga del sistema político mexicano, lo cierto es que la estructura como tal aún no se derrumba y el sistema político vive en constante riesgo soportado por un andamiaje frágil e inoperante, que más allá de maniqueísmos políticos y si bien cumplió con su papel histórico, evidentemente ya está agotado. Pero su colapso sin una nueva estructura solamente conduciría a la anarquía, y ésta puede ser aprovechada por los intereses más mezquinos. Y es en este punto donde la representación parlamentaria se hace indispensable como mecanismo ecualizador de las distintas sintonías políticas para lograr en la medida de lo posible una armonía estabilizadora y desarrolladora.

SEGUNDO ACTO. DICTADURA LIGHT. El sistema está diseñado para que opere la que un día fue llamada “dictadura sexenal”, siempre que se tenga un Presidente fuerte y éste se encuentre soportado por un partido mayoritariamente representado en el Congreso de la Unión. Y eso es, precisamente, lo que sucedió en la pasada elección federal. Andrés Manuel López Obrador ganó dicho ejercicio con más de la mitad de los votos, lo que lo convirtió en un Presidente fuerte, y su partido MORENA se hizo con la representación mayoritaria en ambas cámaras del Congreso de la Unión. Esta fórmula de facto convierte una democracia en una dictadura light o, como alguna vez la definió Octavio Paz, en una “dictablanda”. Así como López Portillo hizo y deshizo, igual las puede hoy AMLO por las mismas razones y ejerciendo las mismas facultades legales y metalegales - como el control del Poder Judicial -. Por eso no debemos sorprendernos tanto. Tenemos lo que hemos creado y soportamos lo que no hemos podido, querido o sabido cómo cambiar.

TERCER ACTO. INDIVIDUALISMO, ÉTICA, ESTÉTICA Y REALIDAD. En su colaboración radial José Antonio Lozano, Rector de la Universidad Panamericana, nos invitaba a reflexionar sobre cuatro aspectos de la modernidad que limitan nuestro desarrollo personal y social. En primer término, el creciente individualismo que impide construir anhelos sociales y proyectos comunes. Somos egoístas. Luego, la falta de ética personal y la inacabada justificación de todos los actos con ese nebuloso y acomodaticio concepto de la razón de Estado. En tercer lugar, la crisis de la estética que ha sido arrollada por la vulgarización en la forma de ser, expresarse y vivir. Y, finalmente, la desconexión de la realidad a través de la construcción de castillos en el aire por el consumismo y la irrealidad de las redes sociales. Cada uno ameritaría una enciclopedia. Siempre profundo, claro y estructurado el Doctor Lozano.

TRAS BAMBALINAS. OCTUBRE TAMBIÉN MES DEL TESTAMENTO. La Secretaría de Gobierno extendió un mes más – todo octubre – los beneficios del Mes del Testamento en Querétaro. Es una buena decisión considerando las circunstancias que estamos viviendo por la pandemia. Además, hay descuentos especiales para quienes están en el primer frente de batalla como son: médicos, enfermeras, camilleros, bomberos y policías. Son los héroes y merecen eso y más.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. MUROS DE CARGA. Hace unos días comentábamos con nuestro amigo Gerardo Fernández algunas de las múltiples vicisitudes de la tragicomedia política nacional, y caíamos en cuenta de que desde una perspectiva netamente sistémica, nuestro régimen político permanece prácticamente intocado. Es que poco ha cambiado desde los tiempos en que el destacado politólogo, sociólogo y escritor Daniel Cosío Villegas (1898-1976) disecó magistralmente al animal político nacional. Para el fundador del Colegio de México el sistema político mexicano descansaba - y aún descansa - sobre dos cimientos fundamentales: el presidencialismo y el partido hegemónico. No obstante que a la conclusión del siglo XX se derrumbaron esos dos muros de carga del sistema político mexicano, lo cierto es que la estructura como tal aún no se derrumba y el sistema político vive en constante riesgo soportado por un andamiaje frágil e inoperante, que más allá de maniqueísmos políticos y si bien cumplió con su papel histórico, evidentemente ya está agotado. Pero su colapso sin una nueva estructura solamente conduciría a la anarquía, y ésta puede ser aprovechada por los intereses más mezquinos. Y es en este punto donde la representación parlamentaria se hace indispensable como mecanismo ecualizador de las distintas sintonías políticas para lograr en la medida de lo posible una armonía estabilizadora y desarrolladora.

SEGUNDO ACTO. DICTADURA LIGHT. El sistema está diseñado para que opere la que un día fue llamada “dictadura sexenal”, siempre que se tenga un Presidente fuerte y éste se encuentre soportado por un partido mayoritariamente representado en el Congreso de la Unión. Y eso es, precisamente, lo que sucedió en la pasada elección federal. Andrés Manuel López Obrador ganó dicho ejercicio con más de la mitad de los votos, lo que lo convirtió en un Presidente fuerte, y su partido MORENA se hizo con la representación mayoritaria en ambas cámaras del Congreso de la Unión. Esta fórmula de facto convierte una democracia en una dictadura light o, como alguna vez la definió Octavio Paz, en una “dictablanda”. Así como López Portillo hizo y deshizo, igual las puede hoy AMLO por las mismas razones y ejerciendo las mismas facultades legales y metalegales - como el control del Poder Judicial -. Por eso no debemos sorprendernos tanto. Tenemos lo que hemos creado y soportamos lo que no hemos podido, querido o sabido cómo cambiar.

TERCER ACTO. INDIVIDUALISMO, ÉTICA, ESTÉTICA Y REALIDAD. En su colaboración radial José Antonio Lozano, Rector de la Universidad Panamericana, nos invitaba a reflexionar sobre cuatro aspectos de la modernidad que limitan nuestro desarrollo personal y social. En primer término, el creciente individualismo que impide construir anhelos sociales y proyectos comunes. Somos egoístas. Luego, la falta de ética personal y la inacabada justificación de todos los actos con ese nebuloso y acomodaticio concepto de la razón de Estado. En tercer lugar, la crisis de la estética que ha sido arrollada por la vulgarización en la forma de ser, expresarse y vivir. Y, finalmente, la desconexión de la realidad a través de la construcción de castillos en el aire por el consumismo y la irrealidad de las redes sociales. Cada uno ameritaría una enciclopedia. Siempre profundo, claro y estructurado el Doctor Lozano.

TRAS BAMBALINAS. OCTUBRE TAMBIÉN MES DEL TESTAMENTO. La Secretaría de Gobierno extendió un mes más – todo octubre – los beneficios del Mes del Testamento en Querétaro. Es una buena decisión considerando las circunstancias que estamos viviendo por la pandemia. Además, hay descuentos especiales para quienes están en el primer frente de batalla como son: médicos, enfermeras, camilleros, bomberos y policías. Son los héroes y merecen eso y más.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com