PRIMER ACTO. DAVID VS GOLIAT. Desde ningún ángulo es entendible la embestida del Presidente de la República en contra del juez federal que concedió la suspensión provisional en un juicio de amparo promovido contra la recientemente publicada legislación en materia eléctrica. Desde una óptica meramente política, ¿conviene al hombre de Palacio Nacional enfrentarse directamente con un juez de distrito cuando según el Censo Nacional de Impartición de Justicia Federal 2020 del INEGI existen 440 juzgados de distrito en México? Evidentemente, la arremetida es un despropósito político. Luego, si atendemos a una perspectiva republicana, la petición pública de investigar al juzgador hecha por el titular del Ejecutivo al Consejo de la Judicatura, por el solo hecho de haber concedido dicha medida provisional, transgrede el espíritu de división de poderes que se consagra en nuestra Constitución y, sin lugar a dudas, enrarece el de por sí ya polarizado clima político que prevalece en nuestro país. Si se ve desde una estrategia jurídica, ¿conviene jugarse el resto a la primera mano? El trámite judicial de este asunto apenas está comenzando. Ahora si un tribunal federal confirma la procedencia de la suspensión, el costo para el Gobierno Federal se incrementará exponencialmente. Una apreciación publicitaria tampoco favorece a López Obrador. Ante un sector poblacional nada despreciable ya victimizaron al juez Juan Pablo Gómez Fierro, quien para mucha gente ya es el David que enfrenta a Goliat. Adivine Presidente quién es Goliat. Finalmente, puso en un dilema al Presidente de la Suprema Corte de la Nación y también del Consejo de la Judicatura Federal, el queretano Arturo Zaldivar, quien ahora deberá decantarse por seguir una relación cordial con usted o bien conservar la dignidad del ramo Judicial y la suya propia.
SEGUNDO ACTO. FINALIDAD DUAL. La cuestión de fondo en materia energética es dual, relativamente simple e idéntica en todo el mundo: garantizar la generación suficiente y el abasto eficaz de energía. Lo que se tenga que hacer son solo los medios. Pero en México vivimos peleando por los medios sin atender al fin. La política exige compromiso, se sea gobierno u oposición, porque ambas visiones deben estar puestas en el futuro. Y aquí solo tenemos de dos sopas: actualizamos a México para que cuente con herramientas suficientes para tomar su mejor lugar en un mundo globalizado y, por ende, competitivo; o bien seguimos viviendo bajo los dogmas del pasado cerrándonos las puertas de un mejor futuro.
TERCER ACTO. CORRESPONSABLES. Es preciso recordar que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo, al igual que el Judicial, son corresponsables de la marcha del país. Asumir esta responsabilidad implica, en principio, mostrar disposición para el entendimiento y la recíproca colaboración. Ya no debe continuar el país pagando las facturas de caprichos y novatadas.
TRAS BAMBALINAS. ¿UN EXTRAÑO ENEMIGO? Pareciera que la obsesión juarista del Presidente López Obrador trasciende a sus decisiones. A diferencia del Benemérito de las Américas, quien tuvo un enemigo visible en el Imperio y las tropas francesas, en su afán de emular al héroe nacional nuestro actual Presidente se ha tenido que inventar a su invasor, y lo ha encontrado en lo que llama el conservadurismo, la mafia del poder y recientemente los juzgadores federales. Ahora sí que siguiendo el himno nacional, encontró un extraño enemigo. ¿Qué pensaría Juárez de la inexplicable embestida lopezobradorista contra la justicia federal?
Notario Público 19 de Querétaro.
