/ jueves 8 de abril de 2021

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. TELONEROS. Comenzaron las campañas electorales y, no obstante lo inédito de los tiempos, en estos primeros días francamente no se ve nada nuevo bajo el sol. Esperábamos más creatividad. Pero pareciera que nadie previó la complejidad de atraer el interés de una ciudadanía primariamente preocupada por la pandemia y sus efectos, y crecientemente decepcionada de la política. Además, en un escenario de diez contendientes - aunque solamente sean dos los que compiten con posibilidades reales de ganar - poco ayudan y mucho estorban los teloneros que vienen por su premio de consolación o, de plano, por un capricho personal. Giovanni Sartori advertía de la inconveniencia de llenar el espectro electoral con “partidos enanos” que, finalmente, solo distorsionan la verdadera competencia electoral. Pero ya despertaremos a la realidad, como sucedió con ese sueño guajiro de los independientes que con el Bronco se transformó en pesadilla política. A ver cuándo la gente le vuelve a regalar su confianza a un peculiar personaje sin partido que proponía mocharle las manos a los delincuentes.

SEGUNDO ACTO. SEGÚN EL SAPO ES LA PEDRADA DEMAGÓGICA. Ya lo hemos escrito antes. De hecho es otro de los clásicos de la grilla nacional. Nos referimos al curioso fenómeno que tiene lugar especialmente durante las campañas políticas, y que consisten en que se diluyan las posiciones e ideologías y todos le apuesten a todo. El discurso en turno se define en función de lo que quiere escuchar el auditorio de que se trate. La oferta política fundamentalmente se diseña atendiendo al grupo social al que se dirige. Digamos que según el sapo es la pedrada demagógica. Este particular estilo aborda al respetable según sus características, y permite al irreverente candidatazo ser incongruente, inclusive contradictorio, con relación a lo dicho en otro momento o discurso previo dirigido a una audiencia diferente, generalmente antagónica. Si se está con trabajadores se habla del inaplazable incremento a los salarios, mientras que si la reunión es con empresarios se ofrece mantener los salarios y bajar los impuestos. A los jóvenes más espacios y a los adultos mayores… también. Así hasta llegar a los absurdos. Cuidemos el medio ambiente promoviendo más inversiones. Hagamos metros, trenes ligeros y segundos pisos, pero sin atentar contra el patrimonio cultural.

TERCER ACTO. HABLEMOS DE LA REALIDAD. Actualmente, necesitamos que se hable de la realidad, que se disequen los problemas y se ofrezcan soluciones. Que se priorice. Hoy se exige que el lenguaje político se transforme. El que tenga aspiraciones que las conserve, y el que tenga soluciones que nos gobierne. El deseo de convencer rebasa el mundo de las ideas, los compromisos reales y las plausibles ofertas de solución a los problemas.

TRAS BAMBALINAS. VALOREMOS A LAS PERSONAS. No importa lo vacío que sea el contenido del mensaje, si la forma agrada, cuaja, todavía se cree, inocentemente, que el auditorio lo recibirá con agrado. Eso debe cambiar. Y el arma para lograrlo es el voto. Hay que premiar la honestidad política y castigar la demagogia con nuestro sufragio. Más allá de partidos valoremos a las personas, su compromiso y principios políticos. Urgen mejores seres humanos en el gobierno.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. TELONEROS. Comenzaron las campañas electorales y, no obstante lo inédito de los tiempos, en estos primeros días francamente no se ve nada nuevo bajo el sol. Esperábamos más creatividad. Pero pareciera que nadie previó la complejidad de atraer el interés de una ciudadanía primariamente preocupada por la pandemia y sus efectos, y crecientemente decepcionada de la política. Además, en un escenario de diez contendientes - aunque solamente sean dos los que compiten con posibilidades reales de ganar - poco ayudan y mucho estorban los teloneros que vienen por su premio de consolación o, de plano, por un capricho personal. Giovanni Sartori advertía de la inconveniencia de llenar el espectro electoral con “partidos enanos” que, finalmente, solo distorsionan la verdadera competencia electoral. Pero ya despertaremos a la realidad, como sucedió con ese sueño guajiro de los independientes que con el Bronco se transformó en pesadilla política. A ver cuándo la gente le vuelve a regalar su confianza a un peculiar personaje sin partido que proponía mocharle las manos a los delincuentes.

SEGUNDO ACTO. SEGÚN EL SAPO ES LA PEDRADA DEMAGÓGICA. Ya lo hemos escrito antes. De hecho es otro de los clásicos de la grilla nacional. Nos referimos al curioso fenómeno que tiene lugar especialmente durante las campañas políticas, y que consisten en que se diluyan las posiciones e ideologías y todos le apuesten a todo. El discurso en turno se define en función de lo que quiere escuchar el auditorio de que se trate. La oferta política fundamentalmente se diseña atendiendo al grupo social al que se dirige. Digamos que según el sapo es la pedrada demagógica. Este particular estilo aborda al respetable según sus características, y permite al irreverente candidatazo ser incongruente, inclusive contradictorio, con relación a lo dicho en otro momento o discurso previo dirigido a una audiencia diferente, generalmente antagónica. Si se está con trabajadores se habla del inaplazable incremento a los salarios, mientras que si la reunión es con empresarios se ofrece mantener los salarios y bajar los impuestos. A los jóvenes más espacios y a los adultos mayores… también. Así hasta llegar a los absurdos. Cuidemos el medio ambiente promoviendo más inversiones. Hagamos metros, trenes ligeros y segundos pisos, pero sin atentar contra el patrimonio cultural.

TERCER ACTO. HABLEMOS DE LA REALIDAD. Actualmente, necesitamos que se hable de la realidad, que se disequen los problemas y se ofrezcan soluciones. Que se priorice. Hoy se exige que el lenguaje político se transforme. El que tenga aspiraciones que las conserve, y el que tenga soluciones que nos gobierne. El deseo de convencer rebasa el mundo de las ideas, los compromisos reales y las plausibles ofertas de solución a los problemas.

TRAS BAMBALINAS. VALOREMOS A LAS PERSONAS. No importa lo vacío que sea el contenido del mensaje, si la forma agrada, cuaja, todavía se cree, inocentemente, que el auditorio lo recibirá con agrado. Eso debe cambiar. Y el arma para lograrlo es el voto. Hay que premiar la honestidad política y castigar la demagogia con nuestro sufragio. Más allá de partidos valoremos a las personas, su compromiso y principios políticos. Urgen mejores seres humanos en el gobierno.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com