PRIMER ACTO. EMPRESAS FANTASMA. El pasado fin de semana tuvimos oportunidad de participar en la 121º Jornada Nacional del Notariado Mexicano que tuvo lugar en Mazatlán, Sinaloa. Estos foros periódicos de reflexión sobre los temas de actualidad que inciden en la función notarial que organiza el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, A.C., resultan verdaderos catalizadores que favorecen el análisis de la nueva legislación y permiten la unificación de criterios al respecto a nivel nacional. Sin lugar a dudas, estos ejercicios nutren a quienes ejercemos el notariado. En esta ocasión, los temas que se trataron fueron de particular actualidad. El destacado fiscalista sinaloense Luis Manuel Pérez de Acha resultó ser profeta en su tierra y expuso magistralmente los esquemas de operación de lavado de dinero con fines de defraudación fiscal, blanqueo de dinero y desvío de recursos públicos que llevan a cabo las mal llamadas empresas fantasma. Y les niega ambos caracteres porque dice, primero, no son empresas ya que no tienen un fin de especulación mercantil o de emprendimiento, sino que se constituyen con la intención de lavar dinero; y, segundo, tampoco son fantasmas porque su constitución, registro y alta fiscal son reales y las hacen personas morales con personalidad jurídica y patrimonio propia plenamente existentes y operantes. Precisó el experto en temas tributarios la magnitud del negocio de los “factureros” al señalar que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene identificadas a 8,814 empresas fantasma constituidas entre 2014 y 2019, las cuales han realizado operaciones presuntamente fraudulentas por más de 400 mil millones de pesos. No obstante, hizo notar que esta cifra es muy conservadora, ya que la capacidad efectiva de fiscalización del SAT es de apenas 3%. Este escenario justifica la reciente reforma legal por la cual a partir del 2020 el delito de defraudación fiscal se equiparará al de delincuencia organizada, con las consecuencias de gravedad y consecuente improcedencia de la libertad caucional y del resarcimiento o reparación del daño. En el caso de la Estafa Maestra, Pérez de Acha sostuvo que ese es un típico caso de empresas fantasma que facturaron y a las que se pagaron servicios inexistentes, constituyendo un esquema fraudulento para el desvío de recursos públicos por aproximadamente 400 millones de dólares, esto es, más de 7 mil millones de pesos.
SEGUNDO ACTO. ROBO DE IDENTIDAD. Otro tema relevante que se trató en la Jornada Notarial fue el de suplantación o robo de identidad. Los ponentes expresaron que la credencial de elector y el pasaporte no son identificaciones plenamente confiables. Hicieron ver que urge en México la instauración de un documento nacional de identidad que incluya rasgos biométricos más allá de las huellas digitales como sería la lectura del iris del ojo o bien el reconocimiento facial. Es interesante que el mayor banco de huellas digitales de mexicanos lo tenga el Gobierno de los Estados Unidos. La huella de la IFE o INE es solo de un dígito y muchas veces no se levantó en forma adecuada. La tecnología ha avanzado y se debe actuar en consecuencia.
TERCER ACTO. INEXISTENTES. Por otro lado, se expuso un problema social del que poco se habla. En México el 2% de la población no tiene acta de nacimiento, la consecuencia es su carencia de identidad traducida en su imposibilidad para identificarse. Jurídicamente no existen. Por poner un ejemplo, si se roban a uno de los miles de menores que sufren esta situación en las entidades del sureste de México, no hay manera de denunciar dicho robo, de hecho, no hay forma de acreditar la comisión del delito. Se trata pues de una injusticia social imperdonable. La identidad se compone de los derechos a un nombre, a una nacionalidad y a conocer nuestros orígenes. En estos casos, la falta de acta de nacimiento lastima los tres.
TRAS BAMBALINAS. MAZATLÁN. Teníamos unos 30 años sin visitar Mazatlán, y quedamos gratamente sorprendidos e invitados a regresar pronto. No apreciamos ninguna situación de inseguridad, por el contrario, recorrimos su hermoso centro histórico y espectacular malecón a pié con gran tranquilidad. La gente muy amable, la comida espléndida y los precios mucho menos pretensiosos que en la Riviera Maya o Los Cabos por citar un par de ejemplos. Y desde hace un par de meses Mazatlán está a tan solo 1h de vuelo desde Querétaro. Una buena opción que vale la pena.
Notario Público 19 de Querétaro.
