/ lunes 15 de julio de 2019

Escaño 48

¿Recesión en corto plazo?


La semana pasada la renuncia de Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, cimbró al país entero. Y es que las dimisiones de funcionarios en altos rangos no son tan comunes, es muy poco el tiempo que lleva el gobierno federal, aunado a que el relevo se dio en medio de fuertes fricciones.

No es posible que mientras el Presidente de la República dice que todo está bien, el responsable de la conducción económica presente de manera irrevocable su renuncia argumentando conflicto de intereses y toma de decisiones sin sustento suficiente, situación que evidencia la imposición de funcionarios que no tienen el conocimiento necesario de la hacienda pública.

No vamos por buen camino. Cuando la economía crece a niveles del 3 por ciento en el mundo, en México decrece y estamos entrando en un momento de recesión económica. La falta de oportunidades laborales y la nula política que aliente la inversión y brinde certeza a las empresas va en aumento. Mientras que el gobierno sigue sin reconocer las señales que muestran una desaceleración económica y una recesión en el corto plazo.

Las principales calificadoras han disminuido su confianza en México y todos los pronósticos son poco alentadores. Por eso insisto que tenemos que cambiar el rumbo económico, lo hemos estado diciendo desde el principio de esta administración. Hay que centrarnos en las niñas y los niños de nuestro país de escasos recursos que están sufriendo, en aquellos que no cuentan con la posibilidad de mandar a sus hijos a una Estancia Infantil, o en las mamás que tienen problemas con los refugios para madres solteras, o en esas decisiones que se han tomado sin miramientos despidiendo a una gran cantidad de servidores públicos. Hoy estamos viendo una baja en el empleo, 90 por ciento menos de creación de empleos comparado con el año pasado.

Estamos llevando una muy mala política económica. La renuncia de Urzúa, además de que no ha sido la única que se ha dado en funcionarios de primer nivel acaparó todos los titulares. Si el Presidente no lo ve, temo que en pocos meses nuestra economía pueda colapsar, es solo cuestión de poner atención en tantas y tantas señales. Aún es tiempo.

¿Recesión en corto plazo?


La semana pasada la renuncia de Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, cimbró al país entero. Y es que las dimisiones de funcionarios en altos rangos no son tan comunes, es muy poco el tiempo que lleva el gobierno federal, aunado a que el relevo se dio en medio de fuertes fricciones.

No es posible que mientras el Presidente de la República dice que todo está bien, el responsable de la conducción económica presente de manera irrevocable su renuncia argumentando conflicto de intereses y toma de decisiones sin sustento suficiente, situación que evidencia la imposición de funcionarios que no tienen el conocimiento necesario de la hacienda pública.

No vamos por buen camino. Cuando la economía crece a niveles del 3 por ciento en el mundo, en México decrece y estamos entrando en un momento de recesión económica. La falta de oportunidades laborales y la nula política que aliente la inversión y brinde certeza a las empresas va en aumento. Mientras que el gobierno sigue sin reconocer las señales que muestran una desaceleración económica y una recesión en el corto plazo.

Las principales calificadoras han disminuido su confianza en México y todos los pronósticos son poco alentadores. Por eso insisto que tenemos que cambiar el rumbo económico, lo hemos estado diciendo desde el principio de esta administración. Hay que centrarnos en las niñas y los niños de nuestro país de escasos recursos que están sufriendo, en aquellos que no cuentan con la posibilidad de mandar a sus hijos a una Estancia Infantil, o en las mamás que tienen problemas con los refugios para madres solteras, o en esas decisiones que se han tomado sin miramientos despidiendo a una gran cantidad de servidores públicos. Hoy estamos viendo una baja en el empleo, 90 por ciento menos de creación de empleos comparado con el año pasado.

Estamos llevando una muy mala política económica. La renuncia de Urzúa, además de que no ha sido la única que se ha dado en funcionarios de primer nivel acaparó todos los titulares. Si el Presidente no lo ve, temo que en pocos meses nuestra economía pueda colapsar, es solo cuestión de poner atención en tantas y tantas señales. Aún es tiempo.

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