Es tan paradójico y además tan injusto que un ser que dedicó parte de su existencia a ayudar a los humanos a través de un entrenamiento y con esto poder salvar vidas y dejar esa satisfacción para la humanidad, muera a manos de un desquiciado que decidió quitarle la vida a dos seres vivos de utilidad para todos.
El crimen del envenenamiento de “Athos” y “Tango” dos perros de rescate y asistente respectivamente, han causado conmoción entre un importante sector de la población, que es muy sensible a estos temas.
Es momento desde la legislación buscar impulsar nuevas reformas al Código Penal del Estado, para crear agravantes a las personas que atenten contra la vida de un animal y sobre todo cuando éste sea un elemento que participe en protección civil o seguridad.
Es muy importante crear la cultura de que son seres vivos y tienen los mismos derechos que tenemos los seres humanos, en el caso de estos dos “Lomitos” eran de apoyo y de ayuda a los seres humanos y no se entiende el proceder de la persona que les causó daño.
Es muy importante trabajar en una cultura de respeto a los seres vivos y en una cultura de cuidado y protección animal, sobre todo tratándose de animales de compañía y de importante apoyo a los humanos.
La muerte de Athos y Tango, esperemos que pueda derivar en importantes modificaciones a las leyes y que existan consecuencias ejemplares para quien atente en contra de los animales.
De rebote
Una vez pasada la efervescencia electoral en Morena, se alistan para ahora canibalizarse por la dirigencia estatal, Celia Maya y su capital político no se descarta pero también está el grupo de Gilberto Herrera, que no se dejará y anótele a los neo morenistas como Juan José Jiménez, que sin esfuerzo también espera que le caiga de rebote o por impugnación.
@adanolverar