Pues resulta que la vecina Celaya fue el epicentro de los incendios a comercios y vehículos durante la noche del martes y madrugada del miércoles por parte de hombres armados en diferentes colonias de la ciudad.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de aquella localidad reconoció tres incendios a vehículos y el incendio de una tienda de conveniencia; además confirmó la detención de tres personas que usaban ropa táctica parecida a uniformes militares, armas de fuego y garrafones con gasolina.
Con la fiebre de todos los jefes policiacos del país, en Celaya las autoridades declararon que los hechos se originaron en otra entidad y que fue en Celaya donde resintieron acciones de otro estado.
En Querétaro las autoridades aseguran que el blindaje con los límites de Guanajuato continúa tras los hechos violentos desatados con toda impunidad en aquella entidad; la noche del martes en Querétaro se elevó la “alerta máxima” en materia de seguridad, los policías en Querétaro saben de la problemática y saben que el “efecto cucaracha” es una realidad y varios de esos malandrines intentan y otros pasan para dormir tranquilamente en esta zona de paz.
Las entradas y salidas con el estado de Guanajuato, son vigiladas de manera importante y además aquí aplica otra situación; son los estrictos controles de confianza que deben de existir para que los policías queretanos no caigan en las redes de los maleantes que buscan tener aliados de este lado para poder pasar desapercibidos en sus fechorías; ahí radica la importancia de mantener a la policía de Querétaro, en buenas condiciones laborales y con todo el apoyo necesario para seguir blindados en la manera de lo posible.
Guanajuato es el corredor industrial más importante del bajío y está pasando por momentos complicados de seguridad y es que algo seguramente no sabemos y no se puede controlar.
DE REBOTE
¿Quién se hará cargo del desastre en Huimilpan? El dirigente estatal del Partido Verde, el que postuló a Juan Guzmán, nada dice y lo peor es que desde hace varios años ese alcalde enfrenta la animadversión de un importante grupo de poder en el estado y en una de esas le andan dando una “ayudadita” para descarrilar (más) ese proyecto.
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