/ viernes 24 de abril de 2020

Humanistas: arte y pasión

La mitología le permitió a Sigmund Freud explicar los mitos cómo la proyección colectiva de los procesos que tenían lugar en la mente inconsciente, una especie de sueño compartido.

Freud argumentó que el paralelismo entre los mitos y su frecuencia, obedecía a que eran producto de recuerdos individuales reprimidos de la niñez expresados en lenguaje consciente; que eran producto de la inconsciencia individual por si sola y no producto de una región productora de mitos del inconsciente universal. La explicación que daba Freud era que toda la gente tenía una madre y un padre y por tanto las imágenes del inconsciente personal serían similares a través de las culturas.

Freud recurrió a los mitos griegos que le permitieron hacer analogías y proyecciones para explicar mejor la psique del hombre.

La tragedia de Edipo de Sófocles, le sirvió para expresar su teoría del amor erótico infantil de un niño hacia la madre. Freud pensaba que los mitos, la religión y las creencias espirituales de las diferentes culturas eran una fase de transición hacia una visión científica e inevitable del mundo. Recordemos que Freud pertenecía a una familia judía ortodoxa. En su texto sobre Tótem y tabú explica la evolución de las concepciones humanas del universo… “según las cuales a la fase animista le sigue la religiosa y a esta la científica, no tenemos dificultad en seguir la suerte de la omnipotencia del pensamiento a través de las tres fases”.

Considerando los mitos como proyecciones de imágenes intimas colectivas de la mente inconsciente, también encontró la asociación entre las imágenes de los sueños y de los mitos. La explicación freudiana del desarrollo humano fue: Sexualidad infantil; Periodo pre-edípico (fuerte apego a la madre); Etapa fálica el niño toma consciencia de su masculinidad. Etapa edípica el niño tiene apego sexual a la madre y celos del padre; Etapa genital adulta, los niños hombres se identifican con el padre y las niñas con la madre. Amnesia infantil, en la que los recuerdos de la infancia son reprimidos.

Estas ideas de Freud las explicó y relaciono con el mito de Edipo que nos cuenta Sófocles en la tragedia: Layo rey de Tebas y Yocasta su esposa no tenía hijos, layo consulto al oráculo de Apolo y este le dijo que no tuviera hijos porque un hijo iba a matarlo y se casaría con su madre. Al saber esto el rey Layo no le dijo nada a su mujer y evitó dormir con ella, al grado que dispuso de una habitación aparte para no caer en tentación. Pero Yocasta ofendida por esto y además quería ser madre, planeo como tener relaciones con Layo. Sabía que bebía mucho, aunque los griegos rebajaban el vino con agua, en complicidad con los sirvientes le sirvieron al rey vino sin rebajar y este se embriago, ocasión que permitió a Yocasta acostarse con él y quedar embarazada.

Cuando el niño nació Layo recordando la profecía lo llevó a la montaña y le clavo un clavo en cada pie dejándole una perforación, lo ató de pies y manos y lo abandonó para que muriera. Pero el destino que imponen los dioses los hombres no lo pueden cambiar. Un pastor llamado Forbas encontró al niño y lo salvó, le llamó Edipo que significa “pie hinchado” y se lo llevó a la ciudad de Corinto en donde el rey Pólibo y su esposa Peribea, como no podían tener hijos y por el aspecto noble del niño lo adoptaron. Al hacerse un joven Edipo se dio cuenta que no se parecía a sus padres, y acudió a preguntar al oráculo quienes eran sus padres y este le dijo: Estas destinado a matar a tu padre y te casaras con tu madre. Edipo pensando que sus padres eran los reyes de Corinto huyo de la ciudad, y en su huida se encontró con su destino. El discípulo preferido de Freud era el doctor Carl Gustav Jung, que en determinado momento (1912) desestimó las ideas de Freud sobre la teoría de Edipo. Para Jung el mito y sus imágenes eran universales y compartidas por todos los seres humanos. Los mitos perduran en la condición humana.

bobiglez@gmail.com

La mitología le permitió a Sigmund Freud explicar los mitos cómo la proyección colectiva de los procesos que tenían lugar en la mente inconsciente, una especie de sueño compartido.

Freud argumentó que el paralelismo entre los mitos y su frecuencia, obedecía a que eran producto de recuerdos individuales reprimidos de la niñez expresados en lenguaje consciente; que eran producto de la inconsciencia individual por si sola y no producto de una región productora de mitos del inconsciente universal. La explicación que daba Freud era que toda la gente tenía una madre y un padre y por tanto las imágenes del inconsciente personal serían similares a través de las culturas.

Freud recurrió a los mitos griegos que le permitieron hacer analogías y proyecciones para explicar mejor la psique del hombre.

La tragedia de Edipo de Sófocles, le sirvió para expresar su teoría del amor erótico infantil de un niño hacia la madre. Freud pensaba que los mitos, la religión y las creencias espirituales de las diferentes culturas eran una fase de transición hacia una visión científica e inevitable del mundo. Recordemos que Freud pertenecía a una familia judía ortodoxa. En su texto sobre Tótem y tabú explica la evolución de las concepciones humanas del universo… “según las cuales a la fase animista le sigue la religiosa y a esta la científica, no tenemos dificultad en seguir la suerte de la omnipotencia del pensamiento a través de las tres fases”.

Considerando los mitos como proyecciones de imágenes intimas colectivas de la mente inconsciente, también encontró la asociación entre las imágenes de los sueños y de los mitos. La explicación freudiana del desarrollo humano fue: Sexualidad infantil; Periodo pre-edípico (fuerte apego a la madre); Etapa fálica el niño toma consciencia de su masculinidad. Etapa edípica el niño tiene apego sexual a la madre y celos del padre; Etapa genital adulta, los niños hombres se identifican con el padre y las niñas con la madre. Amnesia infantil, en la que los recuerdos de la infancia son reprimidos.

Estas ideas de Freud las explicó y relaciono con el mito de Edipo que nos cuenta Sófocles en la tragedia: Layo rey de Tebas y Yocasta su esposa no tenía hijos, layo consulto al oráculo de Apolo y este le dijo que no tuviera hijos porque un hijo iba a matarlo y se casaría con su madre. Al saber esto el rey Layo no le dijo nada a su mujer y evitó dormir con ella, al grado que dispuso de una habitación aparte para no caer en tentación. Pero Yocasta ofendida por esto y además quería ser madre, planeo como tener relaciones con Layo. Sabía que bebía mucho, aunque los griegos rebajaban el vino con agua, en complicidad con los sirvientes le sirvieron al rey vino sin rebajar y este se embriago, ocasión que permitió a Yocasta acostarse con él y quedar embarazada.

Cuando el niño nació Layo recordando la profecía lo llevó a la montaña y le clavo un clavo en cada pie dejándole una perforación, lo ató de pies y manos y lo abandonó para que muriera. Pero el destino que imponen los dioses los hombres no lo pueden cambiar. Un pastor llamado Forbas encontró al niño y lo salvó, le llamó Edipo que significa “pie hinchado” y se lo llevó a la ciudad de Corinto en donde el rey Pólibo y su esposa Peribea, como no podían tener hijos y por el aspecto noble del niño lo adoptaron. Al hacerse un joven Edipo se dio cuenta que no se parecía a sus padres, y acudió a preguntar al oráculo quienes eran sus padres y este le dijo: Estas destinado a matar a tu padre y te casaras con tu madre. Edipo pensando que sus padres eran los reyes de Corinto huyo de la ciudad, y en su huida se encontró con su destino. El discípulo preferido de Freud era el doctor Carl Gustav Jung, que en determinado momento (1912) desestimó las ideas de Freud sobre la teoría de Edipo. Para Jung el mito y sus imágenes eran universales y compartidas por todos los seres humanos. Los mitos perduran en la condición humana.

bobiglez@gmail.com