/ viernes 12 de agosto de 2022

Humanitas. Arte y Pasión

El blanco de plomo es un pigmento conocido desde en la antigüedad como Albayalde (carbonato básico de plomo, 2pbco3(OH)2, es el color blanco más utilizado en la historia de la pintura.

Su uso es tóxico y por ello dejo de fabricarse industrialmente a finales del siglo XIX.

Pero la hermosura y poder cubriente del blanco de plomo lo podemos advertir en las pinturas de Vermer, Velázquez, Francisco de Goya y Sorolla entre muchos otros,

Es el pigmento blanco más cálido de todos, con un matiz rojizo que es imperceptible, tiene la característica que al mezclarse con aceite seca mucho más rápido que los otros blancos. Su aspecto también es mate, es muy pastosos y pesado, con gran poder cubriente.

Por todo eso entendemos que no es fácil conseguir hoy en día blanco de plomo para uso artístico, sabemos que el gran pintor ingles Lucian Freud lo utilizaba (véase el retrato de la reina Isabel II) y cuando alguien le avisaba que había tubos de albayalde en las tiendas de materiales de arte de Londres, mandaba inmediatamente comprar todos los que pudiera.

En México por ejemplo muchas de las obras del maestro oaxaqueño Sergio Hernández, pintadas sobre superficies de plomo, producen en el proceso el carbonato de calcio básico II, es decir, blanco de plomo. Esto gracias a las técnicas que le enseñó el insigne maestro restaurador Manuel Serrano, quien conocía la química de los pigmentos.

Una de las maneras más conocidas para producir el blanco de plomo es la técnica holandesa, que consiste en poner laminas delgadas de plomo sobre un recipiente con ácido acético y esperar a que se produzca la reacción química y el plomo se cubra de una capa blanca que se raspa y recupera, para después lavar y moler y así obtenemos el blanco de plomo.

El uso de Albayalde, blanco de plomo o blanco de Crennitz es tóxico, por ello se especula mucho que la enfermedad llamada saturnismo era común de los artistas por estar en contacto con este pigmento o incluso la manía de chupar los pinceles.

Artistas como Rembrandt y Caravaggio utilizaron el amarillo de Nápoles (antimoniato de plomo) o Vincent van Gogh que gustaba mucho del blanco de plomo y del amarillo de cromo también muy tóxico.

Las primeras noticias que tenemos de este pigmento aparece en el Tratado de las piedras de Teofrasto (372-287 a.C.) también Marco Vitrubio lo menciona en su Architectura, y Plinio el viejo en su Historia natural. Las hetairas griegas también lo empleaban mezclado con miel para aplicar mascarillas a su cara. La palabra albayalde proviene del árabe al-bayud que significa blancura. OM. bobiglez@gmail.com


El blanco de plomo es un pigmento conocido desde en la antigüedad como Albayalde (carbonato básico de plomo, 2pbco3(OH)2, es el color blanco más utilizado en la historia de la pintura.

Su uso es tóxico y por ello dejo de fabricarse industrialmente a finales del siglo XIX.

Pero la hermosura y poder cubriente del blanco de plomo lo podemos advertir en las pinturas de Vermer, Velázquez, Francisco de Goya y Sorolla entre muchos otros,

Es el pigmento blanco más cálido de todos, con un matiz rojizo que es imperceptible, tiene la característica que al mezclarse con aceite seca mucho más rápido que los otros blancos. Su aspecto también es mate, es muy pastosos y pesado, con gran poder cubriente.

Por todo eso entendemos que no es fácil conseguir hoy en día blanco de plomo para uso artístico, sabemos que el gran pintor ingles Lucian Freud lo utilizaba (véase el retrato de la reina Isabel II) y cuando alguien le avisaba que había tubos de albayalde en las tiendas de materiales de arte de Londres, mandaba inmediatamente comprar todos los que pudiera.

En México por ejemplo muchas de las obras del maestro oaxaqueño Sergio Hernández, pintadas sobre superficies de plomo, producen en el proceso el carbonato de calcio básico II, es decir, blanco de plomo. Esto gracias a las técnicas que le enseñó el insigne maestro restaurador Manuel Serrano, quien conocía la química de los pigmentos.

Una de las maneras más conocidas para producir el blanco de plomo es la técnica holandesa, que consiste en poner laminas delgadas de plomo sobre un recipiente con ácido acético y esperar a que se produzca la reacción química y el plomo se cubra de una capa blanca que se raspa y recupera, para después lavar y moler y así obtenemos el blanco de plomo.

El uso de Albayalde, blanco de plomo o blanco de Crennitz es tóxico, por ello se especula mucho que la enfermedad llamada saturnismo era común de los artistas por estar en contacto con este pigmento o incluso la manía de chupar los pinceles.

Artistas como Rembrandt y Caravaggio utilizaron el amarillo de Nápoles (antimoniato de plomo) o Vincent van Gogh que gustaba mucho del blanco de plomo y del amarillo de cromo también muy tóxico.

Las primeras noticias que tenemos de este pigmento aparece en el Tratado de las piedras de Teofrasto (372-287 a.C.) también Marco Vitrubio lo menciona en su Architectura, y Plinio el viejo en su Historia natural. Las hetairas griegas también lo empleaban mezclado con miel para aplicar mascarillas a su cara. La palabra albayalde proviene del árabe al-bayud que significa blancura. OM. bobiglez@gmail.com