/ miércoles 5 de mayo de 2021

La grabadora

Grabando...

DEBATES. Si vio el de los candidatos a la gubernatura de Querétaro ya fue testigo de todos los que se han realizado en Querétaro a lo largo de los años, un debate sin debate. Acusaciones sin ton ni son, pocas propuestas, falta de ideología de cada uno de los participantes, sin confrontaciones, sin diálogos políticos contrastantes, dos horas somníferas. Los candidatos nos quedaron a deber.

Remontémonos al primero y principal debate de la historia, aquel que se transmitió por radio y televisión. Los protagonistas Richard Nixon y John F Kennedy. Fue en 1960, un candidato joven, senador de no gran experiencia, pero con muchas ganas de trascender; su contrincante el todo poderoso vicepresidente de Estados Unidos Richard Nixon (el presidente era Dwight D. Eisenhower). Nixon y Kennedy eran como el agua y el aceite en sus propuestas. Un Kennedy que en aquella nueva realidad política ante una sociedad y un Nixon desorientado. Los espectadores, asombrados ante la televisión, veían y escuchaban a los candidatos como si solo les estuvieran hablando a cada uno de los ciudadanos.

El republicano Richard Nixon llegó al debate desaliñado como si no se hubiera rasurado, sudoroso, se negó a que lo maquillaran; el demócrata Kennedy, bronceado, traje bien cortado, limpio y proyectando confianza, bien plantado, nunca dejó de ver a la cámara de televisión, dominando el escenario con su impecable presentación, elegancia, buena fotogenia y facilidad de palabra. El resultado fue un triunfo para la televisión y para Kennedy. Sin duda los debates desde aquel entonces harán triunfadores aquellos que dominen el escenario donde se presenten dando confianza, por su presencia y discurso. Los debates modernos son fruto de la televisión. Los que oyeron los debates en Estados Unidos por radio dicen que Nixon había sido el vencedor. Pero los que lo vieron por tv no pudieron dejar de notar la enorme diferencia entre el dominio de la cámara que mostró Kennedy, sumada su elegancia y fotogenia, con la sombra en la que estaba convertido Nixon, que no gozaba de buena salud, nervioso todo el tiempo con el pañuelo sobre su cara. Además, el vicepresidente se había negado a que lo maquillaran y eso fue un error letal.

Se enfrentaron un joven senador seguro de sí mismo, dueño de la situación; Nixon, el capaz vicepresidente que se mostraba errático y sin imagen, al final los analistas expresaron que había sido un empate, sin embrego los ciudadanos espectadores, que lo escucharon por radio, le dieron el triunfo al experimentado Nixon, en cambio los que lo vieron por televisión, le dieron, en encuesta, un triunfo contundente a Kennedy, expresaron que Kennedy había aplastado a Nixon. Tan potente demostró ser la tv que hasta 1976 ningún candidato quiso participar en otro debate.

Off the record…

Ya perdí la cuenta de los debates que he sido testigo en Querétaro, si me apuro no recuerdo nada sobresaliente de ninguno de ellos. Falta uno más del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, si no cambian el formato, si no exponen temas que le interesan a los ciudadanos y no a los políticos, estará destinado al fracaso nuevamente. Ojalá que no haya nuevamente mediocridad. Que las candidatas y candidatos se pongan las pilas y busquen con sus propuestas un voto más para su causa. ¿Serán capaces?

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DEBATES. Si vio el de los candidatos a la gubernatura de Querétaro ya fue testigo de todos los que se han realizado en Querétaro a lo largo de los años, un debate sin debate. Acusaciones sin ton ni son, pocas propuestas, falta de ideología de cada uno de los participantes, sin confrontaciones, sin diálogos políticos contrastantes, dos horas somníferas. Los candidatos nos quedaron a deber.

Remontémonos al primero y principal debate de la historia, aquel que se transmitió por radio y televisión. Los protagonistas Richard Nixon y John F Kennedy. Fue en 1960, un candidato joven, senador de no gran experiencia, pero con muchas ganas de trascender; su contrincante el todo poderoso vicepresidente de Estados Unidos Richard Nixon (el presidente era Dwight D. Eisenhower). Nixon y Kennedy eran como el agua y el aceite en sus propuestas. Un Kennedy que en aquella nueva realidad política ante una sociedad y un Nixon desorientado. Los espectadores, asombrados ante la televisión, veían y escuchaban a los candidatos como si solo les estuvieran hablando a cada uno de los ciudadanos.

El republicano Richard Nixon llegó al debate desaliñado como si no se hubiera rasurado, sudoroso, se negó a que lo maquillaran; el demócrata Kennedy, bronceado, traje bien cortado, limpio y proyectando confianza, bien plantado, nunca dejó de ver a la cámara de televisión, dominando el escenario con su impecable presentación, elegancia, buena fotogenia y facilidad de palabra. El resultado fue un triunfo para la televisión y para Kennedy. Sin duda los debates desde aquel entonces harán triunfadores aquellos que dominen el escenario donde se presenten dando confianza, por su presencia y discurso. Los debates modernos son fruto de la televisión. Los que oyeron los debates en Estados Unidos por radio dicen que Nixon había sido el vencedor. Pero los que lo vieron por tv no pudieron dejar de notar la enorme diferencia entre el dominio de la cámara que mostró Kennedy, sumada su elegancia y fotogenia, con la sombra en la que estaba convertido Nixon, que no gozaba de buena salud, nervioso todo el tiempo con el pañuelo sobre su cara. Además, el vicepresidente se había negado a que lo maquillaran y eso fue un error letal.

Se enfrentaron un joven senador seguro de sí mismo, dueño de la situación; Nixon, el capaz vicepresidente que se mostraba errático y sin imagen, al final los analistas expresaron que había sido un empate, sin embrego los ciudadanos espectadores, que lo escucharon por radio, le dieron el triunfo al experimentado Nixon, en cambio los que lo vieron por televisión, le dieron, en encuesta, un triunfo contundente a Kennedy, expresaron que Kennedy había aplastado a Nixon. Tan potente demostró ser la tv que hasta 1976 ningún candidato quiso participar en otro debate.

Off the record…

Ya perdí la cuenta de los debates que he sido testigo en Querétaro, si me apuro no recuerdo nada sobresaliente de ninguno de ellos. Falta uno más del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, si no cambian el formato, si no exponen temas que le interesan a los ciudadanos y no a los políticos, estará destinado al fracaso nuevamente. Ojalá que no haya nuevamente mediocridad. Que las candidatas y candidatos se pongan las pilas y busquen con sus propuestas un voto más para su causa. ¿Serán capaces?

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