/ martes 24 de marzo de 2020

Las cifras del Covid-19

Muchas reflexiones se han publicado en torno a la pandemia que hoy nos mantiene en casa: la deficiencia del gobierno nuevamente para tener un mensaje claro, eficaz y empático, la evolución que el virus está teniendo a nivel mundial y los efectos de la conectividad en la rápida expansión del mismo a todos los rincones del mundo, el impacto económico y social que podría dejar el covid19 tras su paso por cada nación, entre otras muchas reflexiones sobre la globalización, el uso del tiempo libre, las ventajas del home office y el nuevo esquema de convivencia familiar ante el estrés de un encierro.

Quiero en particular hacer una reflexión sobre las cifras y casos que están reportando las naciones pues a través de estos podemos derivar varios fenómenos dignos de análisis.

Al día de ayer, y de acuerdo al reporte de seguimiento que le ha estado dando la Universidad John Hopkins desde Baltimore, se tenían 350 mil 445 casos confirmados a nivel mundial con una lamentable cifra de 15,328 personas fallecidas a causa de dicho virus.

Esto representa que el 4.37% de la población que se infecta fallece, pero existen casos excepcionales hacia arriba y hacia abajo de esa tasa promedio que han despertado sospecha o molestia social.

Si bien Italia no es el país con la mayor tasa de mortalidad a causa del virus, sí es la nación que más fallecidos en total han muerto, reportando hoy en día casi 60 mil infectados (59 mil 138), de los cuales 5 mil 476 fallecieron a causa de este virus. Esto muestra una tasa de 9.3% y permite dos reflexiones generales que bien podrían servir para nuestro país y otras naciones: 1) ¿qué hicieron los italianos para que los contagios crecieran tan exponencialmente? 2) ¿por qué las medidas implementadas son menos efectivas y generan mas muertes que en otras naciones?

Existen naciones con peor efectividad (si es que lo podemos catalogar así) en la contención del virus, como Sudán, Gambia, Zimbabwe, las Islas Caimán y las Antillas Holandesas. En estas naciones existen reportados muy pocos casos, en todos hay menos de 5, pero también en todos hay al menos una persona muerta a causa de esto, lo que hace que las tasas de mortandad sean muy altas.

Sudan y Gambia son el mejor ejemplo. En ambas naciones africanas el reporte de contagiados no ha variado en una semana, manteniendo dos casos confirmados de coronavirus y a la vez un deceso ya reportado por esta causa en cada nación mencionada. Esto representaría que la efectividad en la contención del virus de ambos países es del 50%, aunque la realidad lleva a dos hipótesis: 1) la efectividad en la detección por parte de los sistemas de salud es ineficiente o, 2) las cifras no se actualizan con celeridad debido a una falta de un método de recopilación de casos o bien, a un gobierno que mantiene contenidos los datos para evitar una crisis social de mayor proporción.

En el otro lado de la tabla también surgen las mismas hipótesis debido a los números tan bajos de decesos. Arabia Saudita ha reportado un crecimiento gradual de su número de infectados que al día de ayer se contabilizaban en 511, pero a la fecha reporta que no hay un solo saudí fallecido a causa del covid19.

En situación similar se ubican Katar, Sudáfrica y Estonia, con 494, 402 y 352 casos reportados pero ningún deceso.

Si diéramos por bueno esos reportes de naciones plenamente inmunes a la mortalidad del virus habría que preguntar que están haciendo esos 98 países con tasa cero de decesos y con número variable de infectados, aún cuando el dato resulte increíble.

También habría que preguntarse qué ha fallado en Italia, Irán, España, Francia, Estados Unidos, Suiza, Corea del Sur y Alemania (todas naciones de primer mundo a excepción del país árabe), para tener las mayores tasas de contagio a nivel global.

Para México aplica la misma reflexión a la vista de las experiencias mundiales con los datos que se van generando diariamente. ¿Existe esa inmunidad en el mexicano que está conteniendo el virus? No lo creo, y menos cuando ha existido una restricción explícita por parte de la Secretaría de Salud a los laboratorios y hospitales privados para hacer pruebas de detección. ¿Qué hace entonces que en México no estén aumentando exponencialmente el número de casos ni tampoco los casos reportados de fallecidos?

Todas las naciones con números de infectados similares a México (316/2) manifiestan mayores números de decesos: Egipto (327/14), Panamá (313/3), (Irak 266/23), (Argentina 266/4).

La reflexión no debe interpretarse como una malsana intención de buscar un incremento en el número de mexicanos fallecidos, sino por el contrario en comprender -derivado de una profunda falta de información gubernamental- el sentido de las acciones y visión de futuro que tenemos como sociedad nacional. Mientras no se permita la participación de todos los actores obligados (médicos, hospitales y laboratorios privados), seguirá rondando la incertidumbre de que la única contención que preocupa al gobierno es la mediática.

Muchas reflexiones se han publicado en torno a la pandemia que hoy nos mantiene en casa: la deficiencia del gobierno nuevamente para tener un mensaje claro, eficaz y empático, la evolución que el virus está teniendo a nivel mundial y los efectos de la conectividad en la rápida expansión del mismo a todos los rincones del mundo, el impacto económico y social que podría dejar el covid19 tras su paso por cada nación, entre otras muchas reflexiones sobre la globalización, el uso del tiempo libre, las ventajas del home office y el nuevo esquema de convivencia familiar ante el estrés de un encierro.

Quiero en particular hacer una reflexión sobre las cifras y casos que están reportando las naciones pues a través de estos podemos derivar varios fenómenos dignos de análisis.

Al día de ayer, y de acuerdo al reporte de seguimiento que le ha estado dando la Universidad John Hopkins desde Baltimore, se tenían 350 mil 445 casos confirmados a nivel mundial con una lamentable cifra de 15,328 personas fallecidas a causa de dicho virus.

Esto representa que el 4.37% de la población que se infecta fallece, pero existen casos excepcionales hacia arriba y hacia abajo de esa tasa promedio que han despertado sospecha o molestia social.

Si bien Italia no es el país con la mayor tasa de mortalidad a causa del virus, sí es la nación que más fallecidos en total han muerto, reportando hoy en día casi 60 mil infectados (59 mil 138), de los cuales 5 mil 476 fallecieron a causa de este virus. Esto muestra una tasa de 9.3% y permite dos reflexiones generales que bien podrían servir para nuestro país y otras naciones: 1) ¿qué hicieron los italianos para que los contagios crecieran tan exponencialmente? 2) ¿por qué las medidas implementadas son menos efectivas y generan mas muertes que en otras naciones?

Existen naciones con peor efectividad (si es que lo podemos catalogar así) en la contención del virus, como Sudán, Gambia, Zimbabwe, las Islas Caimán y las Antillas Holandesas. En estas naciones existen reportados muy pocos casos, en todos hay menos de 5, pero también en todos hay al menos una persona muerta a causa de esto, lo que hace que las tasas de mortandad sean muy altas.

Sudan y Gambia son el mejor ejemplo. En ambas naciones africanas el reporte de contagiados no ha variado en una semana, manteniendo dos casos confirmados de coronavirus y a la vez un deceso ya reportado por esta causa en cada nación mencionada. Esto representaría que la efectividad en la contención del virus de ambos países es del 50%, aunque la realidad lleva a dos hipótesis: 1) la efectividad en la detección por parte de los sistemas de salud es ineficiente o, 2) las cifras no se actualizan con celeridad debido a una falta de un método de recopilación de casos o bien, a un gobierno que mantiene contenidos los datos para evitar una crisis social de mayor proporción.

En el otro lado de la tabla también surgen las mismas hipótesis debido a los números tan bajos de decesos. Arabia Saudita ha reportado un crecimiento gradual de su número de infectados que al día de ayer se contabilizaban en 511, pero a la fecha reporta que no hay un solo saudí fallecido a causa del covid19.

En situación similar se ubican Katar, Sudáfrica y Estonia, con 494, 402 y 352 casos reportados pero ningún deceso.

Si diéramos por bueno esos reportes de naciones plenamente inmunes a la mortalidad del virus habría que preguntar que están haciendo esos 98 países con tasa cero de decesos y con número variable de infectados, aún cuando el dato resulte increíble.

También habría que preguntarse qué ha fallado en Italia, Irán, España, Francia, Estados Unidos, Suiza, Corea del Sur y Alemania (todas naciones de primer mundo a excepción del país árabe), para tener las mayores tasas de contagio a nivel global.

Para México aplica la misma reflexión a la vista de las experiencias mundiales con los datos que se van generando diariamente. ¿Existe esa inmunidad en el mexicano que está conteniendo el virus? No lo creo, y menos cuando ha existido una restricción explícita por parte de la Secretaría de Salud a los laboratorios y hospitales privados para hacer pruebas de detección. ¿Qué hace entonces que en México no estén aumentando exponencialmente el número de casos ni tampoco los casos reportados de fallecidos?

Todas las naciones con números de infectados similares a México (316/2) manifiestan mayores números de decesos: Egipto (327/14), Panamá (313/3), (Irak 266/23), (Argentina 266/4).

La reflexión no debe interpretarse como una malsana intención de buscar un incremento en el número de mexicanos fallecidos, sino por el contrario en comprender -derivado de una profunda falta de información gubernamental- el sentido de las acciones y visión de futuro que tenemos como sociedad nacional. Mientras no se permita la participación de todos los actores obligados (médicos, hospitales y laboratorios privados), seguirá rondando la incertidumbre de que la única contención que preocupa al gobierno es la mediática.