/ sábado 5 de junio de 2021

Lo que no nos define | México: un país con futuro

Pareciera que existen razones suficientes para asegurar que a México lo definen sus agobiantes deficiencias: las tragedias que ocurren día tras día, la atmósfera de polarización que constantemente nos incita al confrontamiento, la decepción de muchos y la frustración de otros cuantos, los ataques deliberados a la democracia y un extenso listado de errores por parte de nuestros gobernantes que nos han conducido a los abismos de la crisis.

Sin embargo, a pesar de que nuestro horizonte se oscurece gradualmente, hay destellos de luz que aún deberían transmitirnos una sensación de esperanza hacia el porvenir. No se trata de inventar utopías o mundos alternos, que escapen de la realidad misma, sino de remarcar cuáles son nuestras fortalezas como país ante los desafíos económicos, políticos y sociales del siglo XXI.

Somos una nación excepcional y megadiversa, con una riqueza natural y cultural incomparable. Además, gozamos de una localización geográfica privilegiada y estratégica; baste señalar que compartimos más de tres mil kilómetros de frontera con Estados Unidos e intercambiamos un millón de dólares por minuto con dicha nación. Esto nos posiciona indudablemente como un actor clave de cara a la comunidad internacional.

México cuenta con 13 tratados de libre comercio, mismos que le permiten acceder a más de 50 países del mundo y trazar esquemas de integración regional con Europa, Asia Pacífico y América del Norte. Asimismo, somos un país joven; de acuerdo con información del INEGI, la edad mediana en 2020 fue de 29 años. Por eso las políticas públicas tienen que diseñarse con una perspectiva intergeneracional. En este contexto, la educación se vuelve un componente esencial para el crecimiento, a través del uso de las nuevas tecnologías.

Tenemos una nación rica en energías renovables, pese a que el oficialismo reme a contracorriente y apueste por generar electricidad —contaminante— quemando combustóleo. Cabe mencionar que México contrajo una serie de compromisos internacionales en materia de sostenibilidad ambiental y de reducción de gases de efecto invernadero al ser parte del Acuerdo de París y de la Agenda 2030.

Dentro de estos elementos alentadores, México también destaca por ser un país exportador de vehículos, cerveza, pantallas planas y refrigeradores; así como el sexto proveedor de la industria aeroespacial y el décimo productor de alimentos en el mundo.

De hecho, contrario a los pronósticos, la Organización Mundial del Comercio (OMC) dio a conocer que México se ubicó en el onceavo lugar de los países exportadores de bienes y servicios más importantes en 2020, después de Bélgica y por encima de Reino Unido, con un valor total de 418 mil millones de dólares de envíos al exterior. Por otro lado, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encuentra entre los 10 países con mayores entradas de inversión extranjera directa (7° lugar), superando a Suecia y Brasil, con un total de 29 millones de dólares.

México posee el capital humano y el bono demográfico necesarios para lograr su desarrollo. Somos un país con un potencial enorme. En los próximos años habremos de construir, en unidad, un futuro promisorio a partir de los ingredientes de prosperidad con los cuales contamos. ¡México es grande!

¿Serán lo que somos o lo que no resolvemos lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina

Pareciera que existen razones suficientes para asegurar que a México lo definen sus agobiantes deficiencias: las tragedias que ocurren día tras día, la atmósfera de polarización que constantemente nos incita al confrontamiento, la decepción de muchos y la frustración de otros cuantos, los ataques deliberados a la democracia y un extenso listado de errores por parte de nuestros gobernantes que nos han conducido a los abismos de la crisis.

Sin embargo, a pesar de que nuestro horizonte se oscurece gradualmente, hay destellos de luz que aún deberían transmitirnos una sensación de esperanza hacia el porvenir. No se trata de inventar utopías o mundos alternos, que escapen de la realidad misma, sino de remarcar cuáles son nuestras fortalezas como país ante los desafíos económicos, políticos y sociales del siglo XXI.

Somos una nación excepcional y megadiversa, con una riqueza natural y cultural incomparable. Además, gozamos de una localización geográfica privilegiada y estratégica; baste señalar que compartimos más de tres mil kilómetros de frontera con Estados Unidos e intercambiamos un millón de dólares por minuto con dicha nación. Esto nos posiciona indudablemente como un actor clave de cara a la comunidad internacional.

México cuenta con 13 tratados de libre comercio, mismos que le permiten acceder a más de 50 países del mundo y trazar esquemas de integración regional con Europa, Asia Pacífico y América del Norte. Asimismo, somos un país joven; de acuerdo con información del INEGI, la edad mediana en 2020 fue de 29 años. Por eso las políticas públicas tienen que diseñarse con una perspectiva intergeneracional. En este contexto, la educación se vuelve un componente esencial para el crecimiento, a través del uso de las nuevas tecnologías.

Tenemos una nación rica en energías renovables, pese a que el oficialismo reme a contracorriente y apueste por generar electricidad —contaminante— quemando combustóleo. Cabe mencionar que México contrajo una serie de compromisos internacionales en materia de sostenibilidad ambiental y de reducción de gases de efecto invernadero al ser parte del Acuerdo de París y de la Agenda 2030.

Dentro de estos elementos alentadores, México también destaca por ser un país exportador de vehículos, cerveza, pantallas planas y refrigeradores; así como el sexto proveedor de la industria aeroespacial y el décimo productor de alimentos en el mundo.

De hecho, contrario a los pronósticos, la Organización Mundial del Comercio (OMC) dio a conocer que México se ubicó en el onceavo lugar de los países exportadores de bienes y servicios más importantes en 2020, después de Bélgica y por encima de Reino Unido, con un valor total de 418 mil millones de dólares de envíos al exterior. Por otro lado, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encuentra entre los 10 países con mayores entradas de inversión extranjera directa (7° lugar), superando a Suecia y Brasil, con un total de 29 millones de dólares.

México posee el capital humano y el bono demográfico necesarios para lograr su desarrollo. Somos un país con un potencial enorme. En los próximos años habremos de construir, en unidad, un futuro promisorio a partir de los ingredientes de prosperidad con los cuales contamos. ¡México es grande!

¿Serán lo que somos o lo que no resolvemos lo que no nos define?


Consultor y profesor universitario

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