/ sábado 19 de junio de 2021

Lo que no nos define | México: un país de clase media

México se ha transformado en un país de clase media. No podemos ignorar esta realidad. Este segmento de la población es significativo por su magnitud, dinamismo y complejidad.

A tenor de los datos del INEGI (ENIGH 2010), plasmados en el documento Cuantificando la clase media en México, el 42.4 % de los hogares —donde se concentra el 39.2 % de la población total nacional— son de clase media.

Dicho en otros términos: 12.3 millones de hogares y 44 millones de mexicanos configuran la denominada "clase media''. Cabe subrayar que el tamaño de la clase media en el ámbito urbano es mayor que en el rural.

De acuerdo con el INEGI, un típico hogar de clase media se caracteriza por: i) cuenta con computadora; ii) su gasto promedio en consumo de alimentos y bebidas fuera del hogar es de 4 mil 400 pesos al trimestre; iii) al menos un integrante tiene tarjeta de crédito y forma parte del mercado laboral formal; iv) la cabeza tiene siquiera educación media superior y su estado civil es casado; y v) está compuesto por cuatro personas.

Distintos estudios demuestran que esta clase tiene una probabilidad menor al 10 % de incurrir en una situación de pobreza. No obstante, las posibilidades de escalar a los deciles más altos son mínimas.

Según el libro Clasemediero —texto que goza de buena aceptación— escrito por Luis de la Calle, la población contemplada dentro de este segmento busca ascender por medio del mérito y del esfuerzo personal. Así lo apunta Francisco Payró en un artículo publicado en Letras Libres: "El clasemediero promedio aspira a subir los peldaños de la escalera social."

En gran medida, esta clase es el motor que echa a andar la maquinaria nacional día tras día. Las cifras de la SHCP (2018) lo acreditan: los hogares y la población correspondientes a los deciles de la clase media, del V al VIII, tienen mayor incidencia en la recaudación de impuestos como porcentaje del ingreso bruto.

Es un hecho que el gobierno mexicano debe articular políticas públicas dirigidas a la clase media. Llevamos años sin hacerlo. Deben estar encaminadas a propiciar una mayor movilidad social; en 2019, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias dio a conocer que desde 2006 se ha registrado una tendencia a la baja en este rubro.

Las brechas norte-sur, hombre-mujer y ricos-pobres irremediablemente atraviesan por el reforzamiento y la expansión de esta clase. La grandeza de México se explica por el crecimiento de su clase media. De esta manera, podremos asegurar la estabilidad económica y política del país.

La clase media mexicana es y será decisiva para la construcción de un mejor futuro. No olvidemos su enorme valor. ¿Será el fortalecimiento de la clase media lo que nos define?


Consultor y profesor universitario

Twitter: Petaco10marina

Facebook: Petaco Diez Marina

Instagram: Petaco10marina


México se ha transformado en un país de clase media. No podemos ignorar esta realidad. Este segmento de la población es significativo por su magnitud, dinamismo y complejidad.

A tenor de los datos del INEGI (ENIGH 2010), plasmados en el documento Cuantificando la clase media en México, el 42.4 % de los hogares —donde se concentra el 39.2 % de la población total nacional— son de clase media.

Dicho en otros términos: 12.3 millones de hogares y 44 millones de mexicanos configuran la denominada "clase media''. Cabe subrayar que el tamaño de la clase media en el ámbito urbano es mayor que en el rural.

De acuerdo con el INEGI, un típico hogar de clase media se caracteriza por: i) cuenta con computadora; ii) su gasto promedio en consumo de alimentos y bebidas fuera del hogar es de 4 mil 400 pesos al trimestre; iii) al menos un integrante tiene tarjeta de crédito y forma parte del mercado laboral formal; iv) la cabeza tiene siquiera educación media superior y su estado civil es casado; y v) está compuesto por cuatro personas.

Distintos estudios demuestran que esta clase tiene una probabilidad menor al 10 % de incurrir en una situación de pobreza. No obstante, las posibilidades de escalar a los deciles más altos son mínimas.

Según el libro Clasemediero —texto que goza de buena aceptación— escrito por Luis de la Calle, la población contemplada dentro de este segmento busca ascender por medio del mérito y del esfuerzo personal. Así lo apunta Francisco Payró en un artículo publicado en Letras Libres: "El clasemediero promedio aspira a subir los peldaños de la escalera social."

En gran medida, esta clase es el motor que echa a andar la maquinaria nacional día tras día. Las cifras de la SHCP (2018) lo acreditan: los hogares y la población correspondientes a los deciles de la clase media, del V al VIII, tienen mayor incidencia en la recaudación de impuestos como porcentaje del ingreso bruto.

Es un hecho que el gobierno mexicano debe articular políticas públicas dirigidas a la clase media. Llevamos años sin hacerlo. Deben estar encaminadas a propiciar una mayor movilidad social; en 2019, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias dio a conocer que desde 2006 se ha registrado una tendencia a la baja en este rubro.

Las brechas norte-sur, hombre-mujer y ricos-pobres irremediablemente atraviesan por el reforzamiento y la expansión de esta clase. La grandeza de México se explica por el crecimiento de su clase media. De esta manera, podremos asegurar la estabilidad económica y política del país.

La clase media mexicana es y será decisiva para la construcción de un mejor futuro. No olvidemos su enorme valor. ¿Será el fortalecimiento de la clase media lo que nos define?


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