/ martes 2 de agosto de 2022

Neurona ciudadana | Atención a las Mipyimes


La importancia de las MiPyMEs para la economía de nuestro país es innegable y así lo demuestran los datos, por lo que es necesario plantear esquemas de impulso a este sector en un momento tan desafiante como el que estamos viviendo.

De los 4.9 millones de establecimientos que el INEGI identificó con los Censos Económicos 2019, el 99.8% son MiPyMEs, esto quiere decir que 99 de cada 100 empresas del país tienen este perfil. 95% son micro empresas (Con 0 a 10 colaboradores), 4% son pequeñas (11 a 50 colaboradores), y 0.8% son medianas (51 a 250 colaboradores).

Las MiPyMEs generan el 52.2% de los ingresos de las empresas y los establecimientos en el país. En particular, 14.2% fueron producidos por las micro, 16.1% por las pequeñas, y el 21.9% por las medianas. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 24.1 millones de personas ocupadas se encuentran en establecimientos MiPyMEs. Esto significa el 43% del empleo total y el 82% del empleo generado por empresas.

Desafortunadamente, la pandemia ha afectado fuertemente a este motor económico; datos del INEGI nos muestran la muerte de 1 millón 583 mil 930 micro, pequeñas y medianas empresas como consecuencia del COVID-19. Es decir, casi 1 de cada 3 empresas que existían previo a la pandemia desaparecieron y solo el 7% de las MiPyMEs en México pudieron acceder a apoyo del gobierno, mientras que el promedio de la OCDE fue de 33.6%.

Aunado a esto, hay que sumarle otros retos a los cuales se enfrentan estos negocios, como la inseguridad, la incertidumbre económica, política, bajo acceso a financiamiento y barreras regulatorias.

Según la Encuesta Nacional de Productividad y Competitividad de las MiPyMEs 2018 (ENAPROCE) del INEGI, el 74.0% de las micro empresas dice que no aceptaría un crédito bancario. Entre las que no lo aceptaría lo atribuyen a que es muy caro (58.0%), no lo necesita (20.1%), o no tiene confianza en los bancos (15.1%). También tenemos que el 92.4% de las micro empresas dicen no tener acceso a financiamiento, mientras que el 76.8% de las PyMEs no lo tienen y esto sin duda, es un freno a la productividad del país.

En materia de mejora regulatoria y con datos de nuestra última encuesta #DataCoparmex, los socios de este sindicato patronal dedican, en promedio, 120 horas mensuales para atender el marco regulatorio. En el caso de las micro empresas, encontramos que dedican, en promedio, 42 horas al mes. Esto significa que, considerando una micro empresa de 5 colaboradores, cada trabajador de estas dedica, en promedio, 8 horas al mes para atender la normatividad.

Con todo lo anterior, es necesario que las MiPyMEs cuenten con el apoyo de los diferentes niveles de gobierno, especialmente el federal para que puedan, en primera instancia, evitar más cierres y a partir de ahí, puedan innovar y digitalizarse con tecnología y herramientas que les permitan mejorar sus procesos e incrementar sus ventas.

Asimismo, la banca de desarrollo debe de ser un pilar que les permita acceder a créditos con condiciones preferenciales en cuanto a tasas de interés, plazos de pago y montos. En un contexto de alta inflación y de elevadas tasas de interés, el acceso a créditos blandos será fundamental para la supervivencia e impulso de las microempresas.

En COPARMEX reconocemos a las mexicanas y mexicanos que están detrás de cada micro y pequeña empresas, son héroes que han resistido la pandemia y han salido adelante prácticamente solos y han hecho lo imposible para no bajar sus cortinas ni despedir colaboradores.

Por ello, pedimos a las autoridades que se reconozca, valore, dignifique y se apoye a las MiPyMEs, pues como ya vimos, son una parte fundamental de la economía de nuestro país. En COPARMEX tenemos las puertas abiertas para que -entre empresas- podamos apoyarnos y colaborar. Nuestra apuesta es ayudarlas a cerrar la brecha de oportunidades y que cuenten con más conocimientos, financiamiento, tecnología y se animen a innovar.

Aprovecho para invitarlos el próximo 14 de septiembre a nuestro Innovation Business Forum (IBF), organizado por Coparmex, en donde veremos, entre otras cosas, cómo los emprendimientos pueden generar un enorme impacto social, tomando como ejemplo a unos artesanos alebrijeros de Oaxaca. Ahí nos vemos.



La importancia de las MiPyMEs para la economía de nuestro país es innegable y así lo demuestran los datos, por lo que es necesario plantear esquemas de impulso a este sector en un momento tan desafiante como el que estamos viviendo.

De los 4.9 millones de establecimientos que el INEGI identificó con los Censos Económicos 2019, el 99.8% son MiPyMEs, esto quiere decir que 99 de cada 100 empresas del país tienen este perfil. 95% son micro empresas (Con 0 a 10 colaboradores), 4% son pequeñas (11 a 50 colaboradores), y 0.8% son medianas (51 a 250 colaboradores).

Las MiPyMEs generan el 52.2% de los ingresos de las empresas y los establecimientos en el país. En particular, 14.2% fueron producidos por las micro, 16.1% por las pequeñas, y el 21.9% por las medianas. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 24.1 millones de personas ocupadas se encuentran en establecimientos MiPyMEs. Esto significa el 43% del empleo total y el 82% del empleo generado por empresas.

Desafortunadamente, la pandemia ha afectado fuertemente a este motor económico; datos del INEGI nos muestran la muerte de 1 millón 583 mil 930 micro, pequeñas y medianas empresas como consecuencia del COVID-19. Es decir, casi 1 de cada 3 empresas que existían previo a la pandemia desaparecieron y solo el 7% de las MiPyMEs en México pudieron acceder a apoyo del gobierno, mientras que el promedio de la OCDE fue de 33.6%.

Aunado a esto, hay que sumarle otros retos a los cuales se enfrentan estos negocios, como la inseguridad, la incertidumbre económica, política, bajo acceso a financiamiento y barreras regulatorias.

Según la Encuesta Nacional de Productividad y Competitividad de las MiPyMEs 2018 (ENAPROCE) del INEGI, el 74.0% de las micro empresas dice que no aceptaría un crédito bancario. Entre las que no lo aceptaría lo atribuyen a que es muy caro (58.0%), no lo necesita (20.1%), o no tiene confianza en los bancos (15.1%). También tenemos que el 92.4% de las micro empresas dicen no tener acceso a financiamiento, mientras que el 76.8% de las PyMEs no lo tienen y esto sin duda, es un freno a la productividad del país.

En materia de mejora regulatoria y con datos de nuestra última encuesta #DataCoparmex, los socios de este sindicato patronal dedican, en promedio, 120 horas mensuales para atender el marco regulatorio. En el caso de las micro empresas, encontramos que dedican, en promedio, 42 horas al mes. Esto significa que, considerando una micro empresa de 5 colaboradores, cada trabajador de estas dedica, en promedio, 8 horas al mes para atender la normatividad.

Con todo lo anterior, es necesario que las MiPyMEs cuenten con el apoyo de los diferentes niveles de gobierno, especialmente el federal para que puedan, en primera instancia, evitar más cierres y a partir de ahí, puedan innovar y digitalizarse con tecnología y herramientas que les permitan mejorar sus procesos e incrementar sus ventas.

Asimismo, la banca de desarrollo debe de ser un pilar que les permita acceder a créditos con condiciones preferenciales en cuanto a tasas de interés, plazos de pago y montos. En un contexto de alta inflación y de elevadas tasas de interés, el acceso a créditos blandos será fundamental para la supervivencia e impulso de las microempresas.

En COPARMEX reconocemos a las mexicanas y mexicanos que están detrás de cada micro y pequeña empresas, son héroes que han resistido la pandemia y han salido adelante prácticamente solos y han hecho lo imposible para no bajar sus cortinas ni despedir colaboradores.

Por ello, pedimos a las autoridades que se reconozca, valore, dignifique y se apoye a las MiPyMEs, pues como ya vimos, son una parte fundamental de la economía de nuestro país. En COPARMEX tenemos las puertas abiertas para que -entre empresas- podamos apoyarnos y colaborar. Nuestra apuesta es ayudarlas a cerrar la brecha de oportunidades y que cuenten con más conocimientos, financiamiento, tecnología y se animen a innovar.

Aprovecho para invitarlos el próximo 14 de septiembre a nuestro Innovation Business Forum (IBF), organizado por Coparmex, en donde veremos, entre otras cosas, cómo los emprendimientos pueden generar un enorme impacto social, tomando como ejemplo a unos artesanos alebrijeros de Oaxaca. Ahí nos vemos.