/ martes 24 de mayo de 2022

Neurona ciudadana | Operación Salud

La salud del mundo vive un momento crítico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la pandemia está muy lejos de terminar y peor aún, se prevé que haya más emergencias sanitarias, por lo que será necesario que la humanidad se vaya preparando para esos escenarios apocalípticos que ya vivimos con el coronavirus.

Con esta alerta, uno consideraría que los gobiernos del mundo impulsarían apoyos sin precedentes en favor del sector salud, no sólo para enfrentar la actual pandemia ocasionada por el Covid-19, sino todas aquellas enfermedades que afectan al mundo, pero, tristemente vemos que no es así.

No nos vayamos lejos, un reporte de Amnistía Internacional (AI) señaló que nuestro país, en el punto más fuerte de la pandemia, registró la mayor cantidad de fallecidos por coronavirus entre los trabajadores de la salud, incluso por encima de Reino Unido y Brasil.

No fueron pocas las manifestaciones de inconformidad de los médicos mexicanos por la falta de equipo de protección y vacunas, pero el gobierno federal siempre tuvo y tiene “otros datos” pues aseguró que todo estaba bien.

Hace unos días, nuevamente el presidente dio de qué hablar, pues en su gira por Centroamérica y Cuba, anunció la contratación de 500 médicos cubanos, pues según él, los especialistas mexicanos se niegan a ir a zonas rurales por culpa de la formación neoliberal que recibieron en su etapa de formación profesional. Una aseveración que raya en lo absurdo.

La respuesta de los médicos no se hizo esperar y en un manifiesto en video, federaciones asociaciones y colegios médicos de México expresaron su molestia por la contratación de los médicos extranjeros por encima de los nacionales y aseguraron que no son retrógradas, neoliberales ni corruptos y al mismo tiempo demandaron mejores condiciones, con salarios dignos y seguridad para ejercer su trabajo.

Muy lejos estamos del sistema de salud que se prometió al inicio de la actual administración, según el cual estaría al nivel de Dinamarca. No ha habido apoyo, pero sí denostaciones y desprecios al grado de mandar “al carajo” a todos los críticos de la contratación de los cubanos, y no es que se dude de la capacidad de estos médicos, pero creo que sería más importante apoyar a los de casa.

La pandemia hizo más evidente la precariedad de nuestro sistema de salud, pero lejos de trabajar en su fortalecimiento, se ha debilitado. La desaparición del Seguro Popular, el desabasto de medicamentos para niños con diagnóstico de cáncer, la cuestionada campaña de vacunación contra el coronavirus, entre otros puntos, ha socavado la eficacia de la política de salud en nuestro país y tal parece que no existe una estrategia para revertir los daños.

Ya lo señaló en un informe el Institute for Global Health Sciences, México destaca como uno de los países que menos ha gastado en fondos públicos para apoyar la respuesta de salud pública y permitir a las personas cumplir con las directivas de salud.

Los miles de padecimientos de los mexicanos y mexicanas y las alertas sanitarias que suponen enfermedades como el mismo Covid-19 o algunas que están preocupando en la actualidad como la viruela del mono, la hepatitis aguda infantil u otras como la obesidad, las cardiopatías o la diabetes, hacen que sea urgente fortalecer nuestro sistema médico, abrir el diálogo, construir por encima del discurso de polarización y encono y generar estrategias efectivas para enfrentar los retos de salud de nuestros tiempos.

No olvidemos que la salud es un derecho humano que debe ser respetado, fortalecido y procurado a tráves de una estrategia sistémica que incluya factores transversales como una buena alimentación, buena infraestructura médica, políticas de prevención y por supuesto, mejores condiciones para nuestros médicos que abonen a la salud física y mental de todos y todas la mexicanas.

*PRESIDENTA BAJÍO COPARMEX

La salud del mundo vive un momento crítico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la pandemia está muy lejos de terminar y peor aún, se prevé que haya más emergencias sanitarias, por lo que será necesario que la humanidad se vaya preparando para esos escenarios apocalípticos que ya vivimos con el coronavirus.

Con esta alerta, uno consideraría que los gobiernos del mundo impulsarían apoyos sin precedentes en favor del sector salud, no sólo para enfrentar la actual pandemia ocasionada por el Covid-19, sino todas aquellas enfermedades que afectan al mundo, pero, tristemente vemos que no es así.

No nos vayamos lejos, un reporte de Amnistía Internacional (AI) señaló que nuestro país, en el punto más fuerte de la pandemia, registró la mayor cantidad de fallecidos por coronavirus entre los trabajadores de la salud, incluso por encima de Reino Unido y Brasil.

No fueron pocas las manifestaciones de inconformidad de los médicos mexicanos por la falta de equipo de protección y vacunas, pero el gobierno federal siempre tuvo y tiene “otros datos” pues aseguró que todo estaba bien.

Hace unos días, nuevamente el presidente dio de qué hablar, pues en su gira por Centroamérica y Cuba, anunció la contratación de 500 médicos cubanos, pues según él, los especialistas mexicanos se niegan a ir a zonas rurales por culpa de la formación neoliberal que recibieron en su etapa de formación profesional. Una aseveración que raya en lo absurdo.

La respuesta de los médicos no se hizo esperar y en un manifiesto en video, federaciones asociaciones y colegios médicos de México expresaron su molestia por la contratación de los médicos extranjeros por encima de los nacionales y aseguraron que no son retrógradas, neoliberales ni corruptos y al mismo tiempo demandaron mejores condiciones, con salarios dignos y seguridad para ejercer su trabajo.

Muy lejos estamos del sistema de salud que se prometió al inicio de la actual administración, según el cual estaría al nivel de Dinamarca. No ha habido apoyo, pero sí denostaciones y desprecios al grado de mandar “al carajo” a todos los críticos de la contratación de los cubanos, y no es que se dude de la capacidad de estos médicos, pero creo que sería más importante apoyar a los de casa.

La pandemia hizo más evidente la precariedad de nuestro sistema de salud, pero lejos de trabajar en su fortalecimiento, se ha debilitado. La desaparición del Seguro Popular, el desabasto de medicamentos para niños con diagnóstico de cáncer, la cuestionada campaña de vacunación contra el coronavirus, entre otros puntos, ha socavado la eficacia de la política de salud en nuestro país y tal parece que no existe una estrategia para revertir los daños.

Ya lo señaló en un informe el Institute for Global Health Sciences, México destaca como uno de los países que menos ha gastado en fondos públicos para apoyar la respuesta de salud pública y permitir a las personas cumplir con las directivas de salud.

Los miles de padecimientos de los mexicanos y mexicanas y las alertas sanitarias que suponen enfermedades como el mismo Covid-19 o algunas que están preocupando en la actualidad como la viruela del mono, la hepatitis aguda infantil u otras como la obesidad, las cardiopatías o la diabetes, hacen que sea urgente fortalecer nuestro sistema médico, abrir el diálogo, construir por encima del discurso de polarización y encono y generar estrategias efectivas para enfrentar los retos de salud de nuestros tiempos.

No olvidemos que la salud es un derecho humano que debe ser respetado, fortalecido y procurado a tráves de una estrategia sistémica que incluya factores transversales como una buena alimentación, buena infraestructura médica, políticas de prevención y por supuesto, mejores condiciones para nuestros médicos que abonen a la salud física y mental de todos y todas la mexicanas.

*PRESIDENTA BAJÍO COPARMEX