Existen pocos placeres tan grandes como comer pan de muerto, que anteriormente se encontraba 15 días al año, sólo en panaderías, hoy lo encontramos por casi dos meses, grandes, medianos, individuales y de todo tipo en cualquier centro comercial.
Pero ¿lo hemos observado bien? o ¿hemos estudiado su simbología? A nadie se le escapa que tiene los huesitos de los brazos y las piernas de una calaverita y la bolita de en medio es el cráneo, tiene forma redonda significando el principio y fin de la vida, como un ciclo que se completa y cierra. En su origen se hacía de maíz, actualmente es de trigo con azúcar y sigue adornando los altares de muerto, que la tradición volvió a tomar auge en México los últimos años.
Como nutrióloga estudio ¿qué tan nutritivo es? Como todo pan de dulce es poco nutritivo por la gran cantidad de azúcar, mantequilla y calorías que aporta, su contenido de huevo lo salva de ser vacío, casi como un algodón de pura azúcar. Aunque para diabéticos, gorditos, altos en triglicéridos y colesterol está casi prohibido, tendrán que conformarse probando un solo bocado, para los demás puede ser un deleite comer unas dos rebanadas o porciones individuales una vez al año, porque no olvidemos que la alimentación es un acto psico.bio.social, y en México, con el altar de muertos recordamos a nuestros seres queridos que ya partieron y que algún día todos nos reuniremos.
Retomemos el sentido de nuestras tradiciones, el pan de muertos no es parte de nuestro mal comportamiento dietético invernal o de septiembre a febrero, como algunos ponen de pretexto para comer mucho y mal 6 meses, el pan de muertos es un bocadito de cardenal para celebrar una vez al año a nuestros muertos y tener presente que un día vamos a morir,
Come como si hoy fuera tu último día, pero como si nunca fueras a morir.
TEL: 4422230166 y 4423396733. Face: Consejos de nutrición de MO.
