/ miércoles 18 de marzo de 2020

Sólo para villamelones

A veces, cuando la pasión y el cariño se sobrepone a los simples, llanos y comunes, intereses económicos, la esperanza de un mejor futuro sale a flote.

Por eso es por lo que hay que agradecer la interesante actividad de promoción taurina que se está desarrollando en la placita de El Salitre (pronto podría ser también en Tijuana) por parte de la empresa Tauro Espectáculos.

Juan Antonio del Hoyo, quien algún día de su vida quiso ser torero, y su esposa Renata Orendain, se han echado sobre los hombros una empresa en la que, al parecer, no se busca, de manera primordial, la ganancia económica, sino la satisfacción personal.

Al crear la empresa Tauro Espectáculos, los también ganaderos se lanzaron a la tarea de organizar tanto novilladas como corridas de toros, adecuando un pequeño ruedo en Querétaro y convirtiéndolo en una plaza de toros formal. No satisfechos únicamente con esto, también se han aventurado a apoderar toreros.

Un caso emblemático ha sido el de la carrera de José Mauricio. Con el torero nacido en la capital mexicana y avecindado en San Luis Potosí llegaron a un acuerdo de apoderamiento, se fijaron un tiempo y una estrategia, y con ella lograron regresar a este interesante matador de toros hasta la mismísima Plaza México, donde, como todos sabemos, logró triunfos tan resonantes que lo catapultaron, de nueva cuenta, a lo más atractivo de la baraja taurina nacional.

No es el único, sin embargo. Está el caso del diestro salmantino Eduardo Gallo, al que han llevado con solidez en un recorrido interesante por los cosos nacionales, o el de los hermanos Llaguno (Juan Pablo y Juan Pedro), ambos buenos toreros (uno matador alternativado y otro novillero) que han sido excluidos injustamente, sobre todo el primero, de los carteles de las principales ferias mexicanas.

Tauro Espectáculos organizó una interesante y exitosa serie de novilladas en El Salitre, y justo en estos tiempos planeaba lo propio con corridas de toros en interesantes manos a manos, que la alerta sanitaria acabó por interrumpir luego del primero, y muy exitoso, festejo.

Además, la empresa iniciada por este matrimonio radicado en Querétaro contrató al matador de toros en retiro Ignacio Garibay como Director General, y ha iniciado la organización de tertulias, o charlas, con los toreros que partirán plaza en sus festejos, con la pretensión de acercarlos, de manera humana y cálida, con los aficionados, sobre todo los más jóvenes.

En todas estas actividades no parece ser el interés económico el principal de los motores. Basta charlar un rato con alguno de estos empresarios (sobre todo Renata, que se ha echado a cuestas, con entusiasmo, la organización y promoción de sus eventos) para comprobar que la motivación principal es el cariño intenso que hacia la Fiesta de los Toros tienen. Un cariño, y una pasión, que los obliga a hacer las cosas bien y con una evidente buena fe.

La grave situación sanitaria que padecemos ha interrumpido, por el momento, los planes de Tauro Espectáculos, pero el cariño y la pasión de sus creadores sigue ahí, y regresará con sus planes más pronto que tarde. Sería una maravilla que existieran más protagonistas de este espectáculo con tan agradecible forma de asumirlo.

A veces, cuando la pasión y el cariño se sobrepone a los simples, llanos y comunes, intereses económicos, la esperanza de un mejor futuro sale a flote.

Por eso es por lo que hay que agradecer la interesante actividad de promoción taurina que se está desarrollando en la placita de El Salitre (pronto podría ser también en Tijuana) por parte de la empresa Tauro Espectáculos.

Juan Antonio del Hoyo, quien algún día de su vida quiso ser torero, y su esposa Renata Orendain, se han echado sobre los hombros una empresa en la que, al parecer, no se busca, de manera primordial, la ganancia económica, sino la satisfacción personal.

Al crear la empresa Tauro Espectáculos, los también ganaderos se lanzaron a la tarea de organizar tanto novilladas como corridas de toros, adecuando un pequeño ruedo en Querétaro y convirtiéndolo en una plaza de toros formal. No satisfechos únicamente con esto, también se han aventurado a apoderar toreros.

Un caso emblemático ha sido el de la carrera de José Mauricio. Con el torero nacido en la capital mexicana y avecindado en San Luis Potosí llegaron a un acuerdo de apoderamiento, se fijaron un tiempo y una estrategia, y con ella lograron regresar a este interesante matador de toros hasta la mismísima Plaza México, donde, como todos sabemos, logró triunfos tan resonantes que lo catapultaron, de nueva cuenta, a lo más atractivo de la baraja taurina nacional.

No es el único, sin embargo. Está el caso del diestro salmantino Eduardo Gallo, al que han llevado con solidez en un recorrido interesante por los cosos nacionales, o el de los hermanos Llaguno (Juan Pablo y Juan Pedro), ambos buenos toreros (uno matador alternativado y otro novillero) que han sido excluidos injustamente, sobre todo el primero, de los carteles de las principales ferias mexicanas.

Tauro Espectáculos organizó una interesante y exitosa serie de novilladas en El Salitre, y justo en estos tiempos planeaba lo propio con corridas de toros en interesantes manos a manos, que la alerta sanitaria acabó por interrumpir luego del primero, y muy exitoso, festejo.

Además, la empresa iniciada por este matrimonio radicado en Querétaro contrató al matador de toros en retiro Ignacio Garibay como Director General, y ha iniciado la organización de tertulias, o charlas, con los toreros que partirán plaza en sus festejos, con la pretensión de acercarlos, de manera humana y cálida, con los aficionados, sobre todo los más jóvenes.

En todas estas actividades no parece ser el interés económico el principal de los motores. Basta charlar un rato con alguno de estos empresarios (sobre todo Renata, que se ha echado a cuestas, con entusiasmo, la organización y promoción de sus eventos) para comprobar que la motivación principal es el cariño intenso que hacia la Fiesta de los Toros tienen. Un cariño, y una pasión, que los obliga a hacer las cosas bien y con una evidente buena fe.

La grave situación sanitaria que padecemos ha interrumpido, por el momento, los planes de Tauro Espectáculos, pero el cariño y la pasión de sus creadores sigue ahí, y regresará con sus planes más pronto que tarde. Sería una maravilla que existieran más protagonistas de este espectáculo con tan agradecible forma de asumirlo.