/ jueves 22 de octubre de 2020

Teatro de la República

PRIMER ACTO. NUBE ROSA. Los resultados de las elecciones celebradas en Hidalgo (alcaldías) y Coahuila (diputados locales) el domingo pasado, fueron una cubetada de agua fría para MORENA. Los discípulos del obradorismo estaban confiados en que prevalecerían en ambos ejercicios democráticos y no fue así. Y si bien se trata de dos entidades gobernadas por tricolores y que aún no han probado la alternancia, así como que en tratándose de elecciones locales el interés y la participación son históricamente bajas, la derrota en las urnas precisamente con el PRI cala profundamente en el morenismo. En cierta forma, las elecciones en Hidalgo y Coahuila, que en última instancia son las “teloneras” del espectáculo electoral de junio próximo, sacan a la 4T de la nube rosa en la que se subió con los resultados del 2018. De súbito, como ocurre normalmente en política, se dan cuenta de que el costo político de gobernar y los errores de la administración lopezobradorista, la falta de armonía en su partido y la ausencia del patriarca en las boletas, diezman notablemente su fuerza electoral. Esta puede ser una oportuna llamada de atención, siempre y cuando los de guinda acrediten la elemental humildad política que se requiere para reconocer que han estado demoliendo su propia casa y deciden dejar de despedazarse para empezar a conciliar y construir. Así como si el jefe máximo de MORENA decide, finalmente, intervenir para evitar más descalabros político-electorales.

SEGUNDO ACTO. MERCENARIO POLÍTICO. Por otro lado, los resultados del domingo son oxígeno puro para el dirigente tricolor, Alejandro “Alito” Moreno, quien con ellos se legitima en el cargo, aunque muchos afirmen que la chamba realmente la hicieron los virreyes estatales. Pero hacia afuera el campechano sale fuerte en un momento importante, ya que está por “mercadear” la marca tricolor y, sin duda, este reposicionamiento electoral le sirve para encarecer la franquicia. En otras palabras, el tricolor será un mercenario político que prestará candidatos, estructura y operación a los mejores postores, y hoy gracias a los resultados en Hidalgo y Coahuila, como la aventurera, habrá de vender caro su amor.

TERCER ACTO. ASCERTIVIDAD VS CONFIANZA. Aplicando lo expuesto a Querétaro, el mensaje es claro en un doble sentido: para MORENA, que debe recuperar la armonía y hacer bien las cosas o simplemente no va a tener ninguna oportunidad frente a Mauricio Kuri (PAN), lo que implica comenzar por seleccionar oportuna, adecuada y cordialmente a sus coaligantes, liderazgos, candidatos y operadores; y, para el PAN que no deben confiarse, las tendencias son dinámicas y el electorado cada vez más caprichoso.

TRAS BAMBALINAS. PARTICIPACIÓN. Por diversas circunstancias en estas elecciones hubo una baja participación, la pregunta del millón es: ¿a quién hubiera beneficiado y a quién perjudicado una mayor afluencia a las urnas?


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. NUBE ROSA. Los resultados de las elecciones celebradas en Hidalgo (alcaldías) y Coahuila (diputados locales) el domingo pasado, fueron una cubetada de agua fría para MORENA. Los discípulos del obradorismo estaban confiados en que prevalecerían en ambos ejercicios democráticos y no fue así. Y si bien se trata de dos entidades gobernadas por tricolores y que aún no han probado la alternancia, así como que en tratándose de elecciones locales el interés y la participación son históricamente bajas, la derrota en las urnas precisamente con el PRI cala profundamente en el morenismo. En cierta forma, las elecciones en Hidalgo y Coahuila, que en última instancia son las “teloneras” del espectáculo electoral de junio próximo, sacan a la 4T de la nube rosa en la que se subió con los resultados del 2018. De súbito, como ocurre normalmente en política, se dan cuenta de que el costo político de gobernar y los errores de la administración lopezobradorista, la falta de armonía en su partido y la ausencia del patriarca en las boletas, diezman notablemente su fuerza electoral. Esta puede ser una oportuna llamada de atención, siempre y cuando los de guinda acrediten la elemental humildad política que se requiere para reconocer que han estado demoliendo su propia casa y deciden dejar de despedazarse para empezar a conciliar y construir. Así como si el jefe máximo de MORENA decide, finalmente, intervenir para evitar más descalabros político-electorales.

SEGUNDO ACTO. MERCENARIO POLÍTICO. Por otro lado, los resultados del domingo son oxígeno puro para el dirigente tricolor, Alejandro “Alito” Moreno, quien con ellos se legitima en el cargo, aunque muchos afirmen que la chamba realmente la hicieron los virreyes estatales. Pero hacia afuera el campechano sale fuerte en un momento importante, ya que está por “mercadear” la marca tricolor y, sin duda, este reposicionamiento electoral le sirve para encarecer la franquicia. En otras palabras, el tricolor será un mercenario político que prestará candidatos, estructura y operación a los mejores postores, y hoy gracias a los resultados en Hidalgo y Coahuila, como la aventurera, habrá de vender caro su amor.

TERCER ACTO. ASCERTIVIDAD VS CONFIANZA. Aplicando lo expuesto a Querétaro, el mensaje es claro en un doble sentido: para MORENA, que debe recuperar la armonía y hacer bien las cosas o simplemente no va a tener ninguna oportunidad frente a Mauricio Kuri (PAN), lo que implica comenzar por seleccionar oportuna, adecuada y cordialmente a sus coaligantes, liderazgos, candidatos y operadores; y, para el PAN que no deben confiarse, las tendencias son dinámicas y el electorado cada vez más caprichoso.

TRAS BAMBALINAS. PARTICIPACIÓN. Por diversas circunstancias en estas elecciones hubo una baja participación, la pregunta del millón es: ¿a quién hubiera beneficiado y a quién perjudicado una mayor afluencia a las urnas?


Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com