/ jueves 14 de enero de 2021

Tiro directo | Robo a mano armada

Lo que se vio este domingo en Toluca fue desastroso, el árbitro central Adalid Maganda fue el protagonista del partido entre Gallos y Toluca, haciendo una “diablura” a los queretanos al anular un gol legítimo y no marcar un penal que ni siquiera había que revisar en el VAR.

Pareciera que el VAR en lugar de ayudar está afectando a los árbitros, ni con la asistencia de la repetición y de los árbitros del Var, Maganda pudo determinar una decisión coherente en el partido de este domingo, primero la supuesta falta sobre Luis García que abría el marcador para los queretanos y que al mirar la repetición anuló sin fundamento alguno.

Después un jalón dentro del área de forma descarada que en primera instancia el árbitro se hizo de la vista gorda y dejó seguir la acción, hasta que los árbitros del VAR lo llamaron para ver la jugada y después de varios minutos fue a marcar la pena máxima.

Y finalmente la gota que derramó el vaso, fue la mano que cometió William Da Silva de forma descarada dentro del área y que el propio brasileño con su reacción marcó el penal, otra vez Maganda dejó seguir la acción y no marcó un penal claro para Gallos. Incluso fue llamado por el Var y en una larga y minuciosa revisión –la más tardada que yo haya visto en el futbol- determinó que no era penal y dejó correr la jugada. Tres puntos le costó a Gallos la ineptitud del árbitro, puntos que no regresarán y que afectan en el tema porcentual.

EL PARTIDO DE LOS 120 MILLONES

El domingo frente al Atlas, se viene un juego crucial para los queretanos, se juegan mucho debido a las multas que ha determinado la Liga MX para los tres últimos lugares de la tabla porcentual. Atlas que es último lugar por el momento, de acabar el torneo así, tendría que pagar 120 millones de pesos al final del torneo. El San Luis que es el penúltimo tendrá que pagar 70 millones y los Gallos que son antepenúltimos pagarían 50 millones de pesos. Difícil el panorama para los emplumados si no mejoran este torneo.

Twitter@marcosarellano_

Lo que se vio este domingo en Toluca fue desastroso, el árbitro central Adalid Maganda fue el protagonista del partido entre Gallos y Toluca, haciendo una “diablura” a los queretanos al anular un gol legítimo y no marcar un penal que ni siquiera había que revisar en el VAR.

Pareciera que el VAR en lugar de ayudar está afectando a los árbitros, ni con la asistencia de la repetición y de los árbitros del Var, Maganda pudo determinar una decisión coherente en el partido de este domingo, primero la supuesta falta sobre Luis García que abría el marcador para los queretanos y que al mirar la repetición anuló sin fundamento alguno.

Después un jalón dentro del área de forma descarada que en primera instancia el árbitro se hizo de la vista gorda y dejó seguir la acción, hasta que los árbitros del VAR lo llamaron para ver la jugada y después de varios minutos fue a marcar la pena máxima.

Y finalmente la gota que derramó el vaso, fue la mano que cometió William Da Silva de forma descarada dentro del área y que el propio brasileño con su reacción marcó el penal, otra vez Maganda dejó seguir la acción y no marcó un penal claro para Gallos. Incluso fue llamado por el Var y en una larga y minuciosa revisión –la más tardada que yo haya visto en el futbol- determinó que no era penal y dejó correr la jugada. Tres puntos le costó a Gallos la ineptitud del árbitro, puntos que no regresarán y que afectan en el tema porcentual.

EL PARTIDO DE LOS 120 MILLONES

El domingo frente al Atlas, se viene un juego crucial para los queretanos, se juegan mucho debido a las multas que ha determinado la Liga MX para los tres últimos lugares de la tabla porcentual. Atlas que es último lugar por el momento, de acabar el torneo así, tendría que pagar 120 millones de pesos al final del torneo. El San Luis que es el penúltimo tendrá que pagar 70 millones y los Gallos que son antepenúltimos pagarían 50 millones de pesos. Difícil el panorama para los emplumados si no mejoran este torneo.

Twitter@marcosarellano_