/ miércoles 4 de noviembre de 2020

Una visión desde el Senado | La unidad que Querétaro  merece

Hace unos días presenté ante las y los queretanos, el resumen de las actividades legislativas que he tenido la oportunidad de realizar, en su representación, ante el Senado de la República.

Como expresé en mi mensaje, y como he reiterado en este y otros medios, todo el trabajo realizado por un servidor y por los integrantes de las bancadas afines a la Cuarta Transformación que impulsa el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, forma parte de una agenda de trabajo que implica una renovación integral que ya empezó a dar resultados en la mayor parte de México y a la que es necesario sumar, definitiva y permanentemente, a Querétaro.

La noche que durante años se ha cernido sobre nuestro estado debe terminar ya y, para lograrlo, es necesario encaminar la mayor cantidad posible de esfuerzo y voluntades en el mismo sentido, en el camino del cambio que demandamos y que nuestro estado se merece.

Quienes aquí nacimos, aquí vivimos y aquí permaneceremos, creemos que es urgente lograr que los tiempos oscuros de Querétaro terminen y, por fin, se vayan los que se resisten a irse. Para ello nos hemos abocado a promover el cambio desde nuestros ámbitos de trabajo en diferentes frentes y, por supuesto, desde la coordinación y la unidad que permiten la comunión en necesidades y metas.

El llamado está hecho y las condiciones dadas. Para lograrlo, es necesario el apoyo de todas y todos, particularmente de los que integramos a Morena en el estado y de quienes, aun militando en otros institutos u organizaciones políticas o en ninguno, nos han acompañado y saben que el tiempo de Querétaro está cerca y debemos todos jalar parejo, en unidad, porque los verdaderos adversarios no están entre nosotros, no están en nuestro movimiento, están en esos grupos, en esa mafia conservadora que destruyó durante años a México y se aferran al poder en lugares como nuestro estado.

Son ellos, esa “gangrena azul”, como le he llamado, y sus porristas de otros tonos, los que construyeron la gran mentira del “desarrollo ejemplar” de Querétaro, que ha olvidado a cientos de miles de personas, las más necesitadas, las más desprotegidas, las más ajenas al discurso triunfal de los gobernantes estatales que prefirieron no verlos, no escucharlos, no atenderlos y, por el contrario, actuar como si quisieran desaparecerlos.

Así como para la mayor parte de México, hace poco más de dos años, inició el fin de la oscuridad y la transformación de la vida de millones de mexicanas y mexicanos que se acostumbraron a vivir y morir en la pobreza, hoy es tiempo de lograr lo mismo para Querétaro.

Lo he dicho y lo reitero: la tragedia de nuestro estado ha sido provocada por un puñado de indolentes, de corruptos, que convirtieron las instituciones en un medio para servirse, para enriquecerse y satisfacer sus ambiciones. Por eso, hoy temen el futuro que estamos planteando como sociedad, el futuro que Querétaro merece y ya se ha empezado construir desde el trabajo de su gente, ese futuro en el que ellos sólo serán un mal recuerdo y en el que les tocará vivir la larga noche que les corresponde por sus acciones.

Vamos a sacudirnos unidos todos esos años de abandono, y corrupción de los gobiernos locales. Vamos a seguir trabajando unidos, vamos a lograr más cosas positivas, vamos a consolidar el cambio y, sobre todo, vamos por fin a brindar un beneficio real que involucre a quienes han sido olvidados y que hoy tienen la oportunidad de reintegrar a Querétaro al México que se transforma, demostrando el verdadero carácter, la sensibilidad y valor del pueblo queretano que, más que nunca, sabe que merece más.

Estoy convencido que la comunión debe ser total, que nuestro mensaje de unidad debe ser escuchado y replicado por las y los jóvenes, los adultos mayores, las mujeres y los hombres, trabajadores, empresarios, estudiantes, en el campo y la ciudad, queretanas y queretanos de nacimiento y por adopción que hoy ven con esperanza que el tiempo de un cambio verdadero está cerca, que reconocen que la Cuarta Transformación no es un enemigo sino un proyecto integrador en el que su palabra y su voz valen.

Como los convoqué durante mi informe, es tiempo de ir juntos a consolidar la estrategia transformadora de altas miras y largo alcance que se contraponga con la nula visión de los proyectos sexenales que nos han impuesto repetidamente y pretende enfrentar las problemáticas recurrentes cada tres o seis años, con las mismas fórmulas desgastadas y que sólo dan malos resultados.

Quienes no lo entiendan, tendrán que sufrir las consecuencias de su actuar y atestiguar el fin de sus pésimas gestiones, mientras nosotros buscamos la forma de resarcirle al pueblo lo que por justicia, por historia y por tradición le pertenece y se merece.


*SENADOR DE MORENA

Hace unos días presenté ante las y los queretanos, el resumen de las actividades legislativas que he tenido la oportunidad de realizar, en su representación, ante el Senado de la República.

Como expresé en mi mensaje, y como he reiterado en este y otros medios, todo el trabajo realizado por un servidor y por los integrantes de las bancadas afines a la Cuarta Transformación que impulsa el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, forma parte de una agenda de trabajo que implica una renovación integral que ya empezó a dar resultados en la mayor parte de México y a la que es necesario sumar, definitiva y permanentemente, a Querétaro.

La noche que durante años se ha cernido sobre nuestro estado debe terminar ya y, para lograrlo, es necesario encaminar la mayor cantidad posible de esfuerzo y voluntades en el mismo sentido, en el camino del cambio que demandamos y que nuestro estado se merece.

Quienes aquí nacimos, aquí vivimos y aquí permaneceremos, creemos que es urgente lograr que los tiempos oscuros de Querétaro terminen y, por fin, se vayan los que se resisten a irse. Para ello nos hemos abocado a promover el cambio desde nuestros ámbitos de trabajo en diferentes frentes y, por supuesto, desde la coordinación y la unidad que permiten la comunión en necesidades y metas.

El llamado está hecho y las condiciones dadas. Para lograrlo, es necesario el apoyo de todas y todos, particularmente de los que integramos a Morena en el estado y de quienes, aun militando en otros institutos u organizaciones políticas o en ninguno, nos han acompañado y saben que el tiempo de Querétaro está cerca y debemos todos jalar parejo, en unidad, porque los verdaderos adversarios no están entre nosotros, no están en nuestro movimiento, están en esos grupos, en esa mafia conservadora que destruyó durante años a México y se aferran al poder en lugares como nuestro estado.

Son ellos, esa “gangrena azul”, como le he llamado, y sus porristas de otros tonos, los que construyeron la gran mentira del “desarrollo ejemplar” de Querétaro, que ha olvidado a cientos de miles de personas, las más necesitadas, las más desprotegidas, las más ajenas al discurso triunfal de los gobernantes estatales que prefirieron no verlos, no escucharlos, no atenderlos y, por el contrario, actuar como si quisieran desaparecerlos.

Así como para la mayor parte de México, hace poco más de dos años, inició el fin de la oscuridad y la transformación de la vida de millones de mexicanas y mexicanos que se acostumbraron a vivir y morir en la pobreza, hoy es tiempo de lograr lo mismo para Querétaro.

Lo he dicho y lo reitero: la tragedia de nuestro estado ha sido provocada por un puñado de indolentes, de corruptos, que convirtieron las instituciones en un medio para servirse, para enriquecerse y satisfacer sus ambiciones. Por eso, hoy temen el futuro que estamos planteando como sociedad, el futuro que Querétaro merece y ya se ha empezado construir desde el trabajo de su gente, ese futuro en el que ellos sólo serán un mal recuerdo y en el que les tocará vivir la larga noche que les corresponde por sus acciones.

Vamos a sacudirnos unidos todos esos años de abandono, y corrupción de los gobiernos locales. Vamos a seguir trabajando unidos, vamos a lograr más cosas positivas, vamos a consolidar el cambio y, sobre todo, vamos por fin a brindar un beneficio real que involucre a quienes han sido olvidados y que hoy tienen la oportunidad de reintegrar a Querétaro al México que se transforma, demostrando el verdadero carácter, la sensibilidad y valor del pueblo queretano que, más que nunca, sabe que merece más.

Estoy convencido que la comunión debe ser total, que nuestro mensaje de unidad debe ser escuchado y replicado por las y los jóvenes, los adultos mayores, las mujeres y los hombres, trabajadores, empresarios, estudiantes, en el campo y la ciudad, queretanas y queretanos de nacimiento y por adopción que hoy ven con esperanza que el tiempo de un cambio verdadero está cerca, que reconocen que la Cuarta Transformación no es un enemigo sino un proyecto integrador en el que su palabra y su voz valen.

Como los convoqué durante mi informe, es tiempo de ir juntos a consolidar la estrategia transformadora de altas miras y largo alcance que se contraponga con la nula visión de los proyectos sexenales que nos han impuesto repetidamente y pretende enfrentar las problemáticas recurrentes cada tres o seis años, con las mismas fórmulas desgastadas y que sólo dan malos resultados.

Quienes no lo entiendan, tendrán que sufrir las consecuencias de su actuar y atestiguar el fin de sus pésimas gestiones, mientras nosotros buscamos la forma de resarcirle al pueblo lo que por justicia, por historia y por tradición le pertenece y se merece.


*SENADOR DE MORENA