/ miércoles 25 de noviembre de 2020

Una visión desde Querétaro | Un llamado a la gente de Querétaro

Hace unos días, un grupo de senadores y representantes de la militancia de Morena de todo México, tuvimos la oportunidad de reunirnos para intercambiar ideas y, sobre todo, reforzar la comunicación y la integración de propuestas, con el presidente de nuestro partido, Mario Delgado Carrillo, quien se ha dedicado, desde su designación, a impulsar una agenda de unidad y diálogo entre todos los sectores, con miras a fortalecer al instituto político para enfrentar de la mejor manera el calendario político nacional.

Soy un convencido de que la visión de apertura y unión que propone el presidente nacional de Morena, es garantía de que el trabajo partidista será el cimiento sobre el que se consolide definitivamente, en los próximos años, el proyecto de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

A ello nos convocó el líder morenista y es responsabilidad de la militancia refrendar el trabajo que permita lograr esos objetivos y reiterar, con nuestro actuar, que son parte del contexto personal y público que desarrollamos como actores políticos en los diferentes frentes y encargos que desempeñamos; particularmente en el que tiene que ver con ser un militante ciudadano que busca impulsar dicho proyecto de renovación integral y hacerlo una realidad en cada región, en cada municipio, en cada comunidad, para que se traduzca en verdadero bienestar para el pueblo.

En Querétaro sabemos que hoy más que nunca el estado está en condiciones de que , por fin, esa transformación se convierta en una realidad y nos permita, en principio, dejar de lado décadas de malos gobiernos estatales que hicieron uso y abuso del poder político y lo transformaron en una mera “agencia de colocaciones”, en la que amigos y compadres tenían la oportunidad de ganar dinero sin dar soluciones a una sociedad que día con día ha visto cómo se reducían sus oportunidades de desarrollo y, peor aún, ha visto cómo sus autoridades locales se han olvidado que una tercera parte de la población vive en la pobreza y el abandono.

Nuestra responsabilidad, como abanderados de la Cuarta Transformación, es construir las bases del cambio que Querétaro merece, en principio, acompañando en sus demandas de solución a esas personas, a esas familias olvidadas en las políticas aplicadas localmente en beneficio del lucimiento y enriquecimiento de unos cuantos, pero que fallaron rotundamente al momento de generar condiciones de equidad en el acceso a oportunidades de desarrollo, y le mienten a México y al mundo, asegurando que las cosas van del todo bien.

Y, por supuesto, también es parte de ese compromiso con el cambio verdadero e integral que requiere el estado, el convocar a los demás sectores sociales. Los empresarios, los trabajadores del campo, las amas de casa, los jóvenes estudiantes y todos los queretanos y queretanas que cada día empeñan su esfuerzo, su patrimonio, su dedicación y talento, para que nuestro hermoso estado avance; a entender que lo que proponemos no es división, sino unidad; no es enfrentamiento, sino diálogo y, sobre todo, no es “pan con lo mismo”, sino una diferencia real y tangible para todos.

Querétaro merece ese cambio y merece más de lo que hemos recibido hasta ahora de nuestros gobiernos estatales. Merece más empleo, merece más seguridad, más desarrollo, más oportunidades y merece, antes que nada, que quienes lo amamos trabajemos juntos por lograr lo que deseamos.

He ahí la importancia de sumarnos sin dilación al llamado del presidente nacional de Morena, quien no solamente nos convoca a las y los militantes del partido o sus representantes populares al trabajo de unidad, sino que, con nosotros como mensajeros, convoca a la gente de todo el país a desterrar para siempre al viejo régimen corrupto y sumarnos al proyecto renovador que, tengan por seguro, cambiará para siempre a Querétaro y México.

Seguros de que así será, hacemos nuestra su convocatoria y auguramos que pronto, muy pronto, la transformación que está viviendo ya nuestro país, llegará a Querétaro para quedarse y hacer realidad lo que hoy parece un sueño.

Hace unos días, un grupo de senadores y representantes de la militancia de Morena de todo México, tuvimos la oportunidad de reunirnos para intercambiar ideas y, sobre todo, reforzar la comunicación y la integración de propuestas, con el presidente de nuestro partido, Mario Delgado Carrillo, quien se ha dedicado, desde su designación, a impulsar una agenda de unidad y diálogo entre todos los sectores, con miras a fortalecer al instituto político para enfrentar de la mejor manera el calendario político nacional.

Soy un convencido de que la visión de apertura y unión que propone el presidente nacional de Morena, es garantía de que el trabajo partidista será el cimiento sobre el que se consolide definitivamente, en los próximos años, el proyecto de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

A ello nos convocó el líder morenista y es responsabilidad de la militancia refrendar el trabajo que permita lograr esos objetivos y reiterar, con nuestro actuar, que son parte del contexto personal y público que desarrollamos como actores políticos en los diferentes frentes y encargos que desempeñamos; particularmente en el que tiene que ver con ser un militante ciudadano que busca impulsar dicho proyecto de renovación integral y hacerlo una realidad en cada región, en cada municipio, en cada comunidad, para que se traduzca en verdadero bienestar para el pueblo.

En Querétaro sabemos que hoy más que nunca el estado está en condiciones de que , por fin, esa transformación se convierta en una realidad y nos permita, en principio, dejar de lado décadas de malos gobiernos estatales que hicieron uso y abuso del poder político y lo transformaron en una mera “agencia de colocaciones”, en la que amigos y compadres tenían la oportunidad de ganar dinero sin dar soluciones a una sociedad que día con día ha visto cómo se reducían sus oportunidades de desarrollo y, peor aún, ha visto cómo sus autoridades locales se han olvidado que una tercera parte de la población vive en la pobreza y el abandono.

Nuestra responsabilidad, como abanderados de la Cuarta Transformación, es construir las bases del cambio que Querétaro merece, en principio, acompañando en sus demandas de solución a esas personas, a esas familias olvidadas en las políticas aplicadas localmente en beneficio del lucimiento y enriquecimiento de unos cuantos, pero que fallaron rotundamente al momento de generar condiciones de equidad en el acceso a oportunidades de desarrollo, y le mienten a México y al mundo, asegurando que las cosas van del todo bien.

Y, por supuesto, también es parte de ese compromiso con el cambio verdadero e integral que requiere el estado, el convocar a los demás sectores sociales. Los empresarios, los trabajadores del campo, las amas de casa, los jóvenes estudiantes y todos los queretanos y queretanas que cada día empeñan su esfuerzo, su patrimonio, su dedicación y talento, para que nuestro hermoso estado avance; a entender que lo que proponemos no es división, sino unidad; no es enfrentamiento, sino diálogo y, sobre todo, no es “pan con lo mismo”, sino una diferencia real y tangible para todos.

Querétaro merece ese cambio y merece más de lo que hemos recibido hasta ahora de nuestros gobiernos estatales. Merece más empleo, merece más seguridad, más desarrollo, más oportunidades y merece, antes que nada, que quienes lo amamos trabajemos juntos por lograr lo que deseamos.

He ahí la importancia de sumarnos sin dilación al llamado del presidente nacional de Morena, quien no solamente nos convoca a las y los militantes del partido o sus representantes populares al trabajo de unidad, sino que, con nosotros como mensajeros, convoca a la gente de todo el país a desterrar para siempre al viejo régimen corrupto y sumarnos al proyecto renovador que, tengan por seguro, cambiará para siempre a Querétaro y México.

Seguros de que así será, hacemos nuestra su convocatoria y auguramos que pronto, muy pronto, la transformación que está viviendo ya nuestro país, llegará a Querétaro para quedarse y hacer realidad lo que hoy parece un sueño.