Este año también por motivos de la pandemia, la forma de enviar la carta a los Reyes magos será diferentes para los niños, quienes habían acostumbrado soltarla dentro de un globo, ir a algún centro comercial o a plaza pública donde frecuentemente se veía la presencia de Melchor, Gaspar y Baltazar para hacerles entrega en propia mano de su respectiva carta con la lista de sus juguetes favoritos que esperaban recibir la noche del 5 de enero.
Otra de las costumbres que seguramente se rescatará este año, es dejar la carta junto al árbol de navidad; o papá y mamá se las ingeniarán para ver la forma de que sus pequeños hijos sigan conservando esta bonita tradición que al paso de tiempo, se vuelve uno de los mejores recuerdos que guardamos por siempre.
Tampoco habrá cabalgata de Reyes como se ha acostumbrado por parte de algunas asociaciones religiosas o civiles que cada 6 de enero han realizado por las calles de la ciudad repartieron dulces y juguetes a los niños transeúntes o indigentes, pero que seguramente de alguna manera, los particulares o agrupaciones que han realizado colecta para este fin, les harán llegar su respectivo obsequio.
Diferente manera pero la misma esencia en la noche de más ilusión para los más pequeños, la del 5 de enero, en feliz espera de la visita de los Reyes Magos en recuerdo de la que hicieron al Niño Jesús en el portal de Belén, ofreciendo sus regalos: oro, incienso y mirra, que es de donde proviene esta tradición.