Es una de las tradiciones del martes de Semana Santa que los fieles sanjuanenses han llevado a cabo ininterrumpidamente, hasta esta vez, en el Templo del Monasterio de Nuestra Señora de los Dolores, que conocemos como El Beaterio, con la participación de niños vestidos de blanco quienes acompañan y atienden a la imagen de Jesús en prisión.
Por la tarde del Martes Santo se ha acostumbrado llevar a cabo esta devoción que ha prevalecido hasta nuestros días, con excepción este año que debido a la contingencia mundial, nos ha forzado a realizar nuestras actividades y costumbres, de diferente forma.
Esta tradición sanjuanense es dirigida por algún sacerdote que se encarga de explicar a los presentes los actos piadosos e invitarlos a la reflexión mientras que los pequeños participantes se encargan de atender la imagen de Jesucristo, ya sea barriendo el lugar donde se encuentra aposentado, limpiando la imagen, ungiéndola con perfume en recuerdo de su muerte.
Se hace referencia para meditar sobre el tiempo que Jesús estuvo en prisión antes de ser presentado ante Pilato, así como el lamentable y terrible aspecto que tenía al ser apresado, y sobre las burlas de que fue objeto por parte de los soldados, entre otros aspectos en relación al tema de esta tradición que familias sanjuanenses se han encargado de ir pasando de generación en generación.