La mirada de Irais Sánchez | El ritual tras bambalinas

Los actores de La Fábrica entregan todo en el escenario y también detrás de él, para que el público pueda disfrutar de “Ser o no ser, ahí está el detalle”

Irais Sánchez / Diario de Querétaro

  · domingo 5 de mayo de 2024

Entre risas y carcajadas, se toman un espacio para ser ellos antes de subir al escenario. Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

Las tardes de viernes y sábado de cada semana de mayo, Bony Barrera, Rommina Reynoso, Leo Kosta, Brenda Santiago, Christian Lugo, Pedro Morales, Josué García, David Rendón y José Veláiz se preparan con su maquillarse, hasta ponerse un bigote, un vestido o una peluca para dar todo su corazón y empeño para la puesta en escena de Ser o no ser, ahí está el detalle.

Aproximadamente, a las 6:30 de la tarde comienzan a llegar los actores para dar los últimos repasos a sus escenas y comenzar a caracterizarse, para Bony barrera, que representa a Rosecrantz Francisco, “Los días de función son los días más felices de mi semana, desde que me levanto ansío el momento de estar en el escenario y poder conectar con el público ya sea a través de la risa, el llanto o de cualquier emoción”.

"Ser maratonista es todo un reto". Foto: Dulce Reyes / Colaboradora Diario de Querétaro

El mayor ritual como compañeros de la compañía es que mientras se maquillan o se ponen su vestuario se cuentan anécdotas personales, platican de temas sociales o hasta de temas incómodos, es así como entre risas y carcajadas, se toman un espacio para ser ellos antes de subir al escenario y volverse otra persona junto con su personaje. A veces minutos antes de salir al escenario, pasa algún incidente con el vestuario el cual siempre se resuelve con el apoyo de cada uno de los compañeros que aportan para dar soluciones.

Bony Barrera lleva 25 años en este gremio y desde entonces nunca ha perdido la emoción de poder conectar con el público y hacerlos pasar un momento agradable, ansía el conectar con el público y que ellos y los personajes escenificados se vuelvan uno al intercambiar la energía y volverse cómplices del momento que están pasando, “me hace confiar más en la humanidad, no hay nada más lindo para nosotros como actores que sentir que el público se lleva un poquito de nosotros y nos lo pagan con aplausos” menciona Bony.

El recibimiento del público hacia la puesta en escena depende de varios factores, desde el clima, cómo estuvo el tráfico para llegar al lugar e incluso el estado anímico en el que llegan a la función, a veces vienen un poco agobiados y se siente el pesar en el ambiente y otras veces se siente la energía de la gente que quiere relajarse y sacar mil carcajadas.

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Al volver al backstage toca el turno de salir del personaje; desmaquillarse, quitarse el vestuario, durante este proceso, siempre hay el momento para comentar y platicar de las fallas y aciertos de la función, así como recordar alguna anécdota graciosa que sucedió en la puesta en escena; es así como termina el día de los fines de semana del mes de Mayo para los actores de la compañía de La Fábrica Teatro.