/ domingo 3 de junio de 2018

Ser Cholos es…

Ser Cholo es mucho más que los tatuajes, los pantalones o camisas holgadas. Es una identidad forjada por una lucha para imponer una cultura, un gusto, una historia para trascender y conservar.

A pesar de que sus orígenes vienen desde los años 70, heredero directo del movimiento chicano de los años 60 en Los Ángeles, California EU., su aspecto sigue siendo mal visto, que consecuentemente se relaciona a sinónimos negativos como: maldad, pandillerismo, peleas, robos, matanzas.

“Tengo mi familia, mis hijos, mi trabajo y no porque me vean así ya piensan que uno es un callejero, que nomás anda haciendo desmadre. Yo me metí en este jale porque es lo que me gusta, lo que me representa por lo que soy (…)

Yo soy de un rancho, siempre me dicen que supuestamente los de un rancho deben de andar con pinches botas y sombrero, y no. Siempre la cultura mexicana es como uno, adaptable, representativa, histórica”, dice Califero.

“Baja Vida”, es el nombre del club que hace referencia a que provienen de distintos barrios de la ciudad. Empezar desde cero, ganarse sus cosas a base de trabajo es como se rigen. Todos los integrantes tienen un trabajo y familia. Aunque sus ideales van en contra del sistema, se adaptan a él, ya que algunos laboran como servidores públicos.

Como Cholos, algunos, por sus trabajos, tienen qué deshacerse de su estilo en los momentos que laboran: cambiar los pantalones holgados, tapar los tatuajes, dejar las gafas. Otros, teniendo un oficio, les da mayor libertad de conservar eso que los representa.

“Si ponen a un cholo, un pandillero y a uno con corbata, ¿A quien van a chingar? al cholo, sabiendo que el de la corbata (gobierno) está chingándonos a todos. Somos libres de vestirnos como queramos, hacernos las rayas que queramos…No quiero que nos discriminen nomas porque nos ven así. Somos personas, somos humanos.”




LA MODA SUBVERSIVA DE LOS CHOLOS


Como en la mayoría de las instancias de apropiación cultural, cuando las estrellas del reguetón o pop recurren al “look cholo”, éste se saca de contexto y se vuelve un disfraz. Los Cholos, son más que subordinados de Maluma, Daddy Yankee, Wisin y Yandel.

La estética chola se creó por primera vez por la juventud chicana marginalizada del sur de California. Ahora, acá en México, se rige bajo un contexto similar, en el que casi la mitad de la población se encuentra en pobreza (43.6% del total de habitantes, según el Coneval) y con discriminación de la sociedad. La ropa que estos hombres usan es más que una declaración de moda: son los significantes de una lucha histórica y de su identidad ganada.

Ser Cholo es mucho más que los tatuajes, los pantalones o camisas holgadas. Es una identidad forjada por una lucha para imponer una cultura, un gusto, una historia para trascender y conservar.

A pesar de que sus orígenes vienen desde los años 70, heredero directo del movimiento chicano de los años 60 en Los Ángeles, California EU., su aspecto sigue siendo mal visto, que consecuentemente se relaciona a sinónimos negativos como: maldad, pandillerismo, peleas, robos, matanzas.

“Tengo mi familia, mis hijos, mi trabajo y no porque me vean así ya piensan que uno es un callejero, que nomás anda haciendo desmadre. Yo me metí en este jale porque es lo que me gusta, lo que me representa por lo que soy (…)

Yo soy de un rancho, siempre me dicen que supuestamente los de un rancho deben de andar con pinches botas y sombrero, y no. Siempre la cultura mexicana es como uno, adaptable, representativa, histórica”, dice Califero.

“Baja Vida”, es el nombre del club que hace referencia a que provienen de distintos barrios de la ciudad. Empezar desde cero, ganarse sus cosas a base de trabajo es como se rigen. Todos los integrantes tienen un trabajo y familia. Aunque sus ideales van en contra del sistema, se adaptan a él, ya que algunos laboran como servidores públicos.

Como Cholos, algunos, por sus trabajos, tienen qué deshacerse de su estilo en los momentos que laboran: cambiar los pantalones holgados, tapar los tatuajes, dejar las gafas. Otros, teniendo un oficio, les da mayor libertad de conservar eso que los representa.

“Si ponen a un cholo, un pandillero y a uno con corbata, ¿A quien van a chingar? al cholo, sabiendo que el de la corbata (gobierno) está chingándonos a todos. Somos libres de vestirnos como queramos, hacernos las rayas que queramos…No quiero que nos discriminen nomas porque nos ven así. Somos personas, somos humanos.”




LA MODA SUBVERSIVA DE LOS CHOLOS


Como en la mayoría de las instancias de apropiación cultural, cuando las estrellas del reguetón o pop recurren al “look cholo”, éste se saca de contexto y se vuelve un disfraz. Los Cholos, son más que subordinados de Maluma, Daddy Yankee, Wisin y Yandel.

La estética chola se creó por primera vez por la juventud chicana marginalizada del sur de California. Ahora, acá en México, se rige bajo un contexto similar, en el que casi la mitad de la población se encuentra en pobreza (43.6% del total de habitantes, según el Coneval) y con discriminación de la sociedad. La ropa que estos hombres usan es más que una declaración de moda: son los significantes de una lucha histórica y de su identidad ganada.

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