/ jueves 30 de julio de 2020

Del escenario a la pista: Bajista de Coldplay tiene una obsesión por los Porsche

Guy Berryman, conocido en todo el mundo por ser parte de una de las bandas de rock más populares y también es un respetado coleccionista de autos clásicos

Desde hace casi 25 años, Guy Berryman es bajista de Coldplay, una de las bandas de rock más populares y prolíficas de todos los tiempos. Pero lejos de la primera línea de la industria musical, Berryman también alimenta otras pasiones relacionadas con las cuatro ruedas; es un respetado coleccionista de autos deportivos clásicos. Y, desde hace poco, combina esas actividades con la de Director Creativo de The Road Rat, una reputada publicación de motor con periodicidad trimestral.

Esta pasión por el mundo automotriz comenzó desde que era un niño, en su Escocia natal creció fascinado con el Triumph TR3A de su padre que era todo un ejemplo de diseño e ingeniería. Young Berryman, probablemente sin quererlo, sembró una semilla en aquellos años de la década de los 80. Y ese amor incipiente por los autos le llevó incluso a estudiar ingeniería mecánica en el University College, en Londres.

Porsche

“Mi interés por los automóviles radica fundamentalmente en la ingeniería y en los conceptos que se esconden detrás de ellos”, dijo.

Además, enfatiza que “Todos los autos de mi colección tienen algo significativo bajo su llamativa carrocería. Creo firmemente en la idea de la forma que sigue a la función, y esto es algo que aplico a diversos ámbitos. Ya sea diseño industrial, ropa o automóviles, si sigues ese mantra siempre terminas alcanzando la mayor pureza”.

Cuando se trata de elegir autos para su colección, Berry tiene una clara tendencia hacia el mundo clásico, especialmente hacia los modelos europeos de mediados del siglo XX. “En las décadas de los 50 y 60 fue creado un lenguaje de diseño casi escultórico, que resultaba de los dibujos hechos a mano. Fueron años cargados de extravagancia, espíritu y energía en el diseño automovilístico, que aportaron a la industria formas muy puras”.

Porsche

Berryman se distingue de la mayoría de los coleccionistas contemporáneos, porque está muy involucrado en la restauración de sus automóviles, hasta el punto de que en su propia casa tiene un gran taller que alberga numerosos proyectos.

“Mi interés en desmontar, reparar y reconstruir tiene una clara conexión con mi pasado en ingeniería mecánica. Me fascina aprender, deconstruir. Creo que todo lo que hago en la vida de manera creativa implica mirar un objeto y deconstruirlo, ya sea mental o físicamente. Así es como funciona mi cerebro”, menciona.

Porsche

MODELOS

Dentro de su colección cuenta con varios modelos clásicos de Porsche, muy especiales todos ellos. Un 911S de 1967 cuidadosamente restaurado comparte espacio en el garaje con un 914/6 con especificaciones de GT y con un 911 totalmente original de 1968, que antaño perteneció al preparador de Porsche y fundador de Rennenhaus, Clay Grady. Un 914 de carreras con claros signos de batalla (antiguamente propiedad de Grady) también está hoy en posesión de Berryman, al igual que un 356 Zagato muy poco conocido, del que apenas fueron fabricadas nueve unidades.

Cuando finalmente acabe la era de la combustión, situaremos a los autos clásicos en contexto y los apreciaremos aún más. El paso a la electrificación es positivo, de hecho, el Taycan probablemente sea una de mis próximas adquisiciones como vehículo de uso diario, pero lo cierto es que cada vez que conduzco un clásico, me doy cuenta de que solo genera sonrisas a su paso. Son insustituibles”

Porsche

Conoce quién era el creador del bóxer de seis cilindros refrigerado por aire del Porsche 911

Escucha el podcast ⬇️

Desde hace casi 25 años, Guy Berryman es bajista de Coldplay, una de las bandas de rock más populares y prolíficas de todos los tiempos. Pero lejos de la primera línea de la industria musical, Berryman también alimenta otras pasiones relacionadas con las cuatro ruedas; es un respetado coleccionista de autos deportivos clásicos. Y, desde hace poco, combina esas actividades con la de Director Creativo de The Road Rat, una reputada publicación de motor con periodicidad trimestral.

Esta pasión por el mundo automotriz comenzó desde que era un niño, en su Escocia natal creció fascinado con el Triumph TR3A de su padre que era todo un ejemplo de diseño e ingeniería. Young Berryman, probablemente sin quererlo, sembró una semilla en aquellos años de la década de los 80. Y ese amor incipiente por los autos le llevó incluso a estudiar ingeniería mecánica en el University College, en Londres.

Porsche

“Mi interés por los automóviles radica fundamentalmente en la ingeniería y en los conceptos que se esconden detrás de ellos”, dijo.

Además, enfatiza que “Todos los autos de mi colección tienen algo significativo bajo su llamativa carrocería. Creo firmemente en la idea de la forma que sigue a la función, y esto es algo que aplico a diversos ámbitos. Ya sea diseño industrial, ropa o automóviles, si sigues ese mantra siempre terminas alcanzando la mayor pureza”.

Cuando se trata de elegir autos para su colección, Berry tiene una clara tendencia hacia el mundo clásico, especialmente hacia los modelos europeos de mediados del siglo XX. “En las décadas de los 50 y 60 fue creado un lenguaje de diseño casi escultórico, que resultaba de los dibujos hechos a mano. Fueron años cargados de extravagancia, espíritu y energía en el diseño automovilístico, que aportaron a la industria formas muy puras”.

Porsche

Berryman se distingue de la mayoría de los coleccionistas contemporáneos, porque está muy involucrado en la restauración de sus automóviles, hasta el punto de que en su propia casa tiene un gran taller que alberga numerosos proyectos.

“Mi interés en desmontar, reparar y reconstruir tiene una clara conexión con mi pasado en ingeniería mecánica. Me fascina aprender, deconstruir. Creo que todo lo que hago en la vida de manera creativa implica mirar un objeto y deconstruirlo, ya sea mental o físicamente. Así es como funciona mi cerebro”, menciona.

Porsche

MODELOS

Dentro de su colección cuenta con varios modelos clásicos de Porsche, muy especiales todos ellos. Un 911S de 1967 cuidadosamente restaurado comparte espacio en el garaje con un 914/6 con especificaciones de GT y con un 911 totalmente original de 1968, que antaño perteneció al preparador de Porsche y fundador de Rennenhaus, Clay Grady. Un 914 de carreras con claros signos de batalla (antiguamente propiedad de Grady) también está hoy en posesión de Berryman, al igual que un 356 Zagato muy poco conocido, del que apenas fueron fabricadas nueve unidades.

Cuando finalmente acabe la era de la combustión, situaremos a los autos clásicos en contexto y los apreciaremos aún más. El paso a la electrificación es positivo, de hecho, el Taycan probablemente sea una de mis próximas adquisiciones como vehículo de uso diario, pero lo cierto es que cada vez que conduzco un clásico, me doy cuenta de que solo genera sonrisas a su paso. Son insustituibles”

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