Conocer el mundo de las plantas es fascinante, sus misterios que guardan emplean que grandes científicos sigan estudiando sus características y comportamiento.
Según la revista National Geografic estas plantas carnívoras (también llamada planta insectívora) obtienen parte o la mayoría de sus necesidades nutricionales mediante la captura y el consumo de protozoos y animales, especialmente insectos (además de otros artrópodos). Estas plantas crecen generalmente en lugares donde el suelo es pobre, especialmente en nitrógeno, como las tierras ácidas pantanosas y los farallones rocosos. Charles Darwin escribió el primer tratado conocido sobre estas plantas en 1875.
En recientes estudios por parte de científicos relacionados al tema, el hábito carnívoro ha evolucionado en, al menos, 11 linajes separados que se encuentran representados por más de una docena de géneros en cinco familias.
DROSERA REGIA
Las hojas de esta especie pueden alcanzar medio metro de largo y son las encargadas de atrapar a su presa.
DIONAEA MUSCIPULA
La “atrapamoscas”se cierra cuando algo roza dos veces los pequeños pelos táctiles del centro de la hoja.
DROSERA STOLONIFERA
Los insectos sedientos se acercan a lo que parecen gotas de rocío en una drósera estolonífera de Australia, y acaban enredados en los apéndices pegajosos.
SARRACENIA FLAVA
Las especies carnívoras efectúan la fotosíntesis como las otras plantas, pero la mayoría vive en turberas y otros hábitats pobres en nutrientes. El nitrógeno extraído de los animales enriquece su dieta y las ayuda a crecer mejor.
A decir del portal BiobioChile.com su modo de cultivo generalmente se da en suelos ácidos y pobres en nutrientes, por lo que se pueden crear mezclas para cultivarlas a base de turba rubia + perlita + arena de cuarzo, o sphagnum, todos validos para dar soporte a ellas.
Las temperaturas de primavera y verano oscilan los 18°C hasta los 28°C, por lo que se debe buscar las mismas temperaturas en cultivos artificiales.