Durante la época prehispánica, el quetzal estuvo asociado al dios mexica Quetzalcóatl y a su paralelo maya Kukulkán, deidades que manifestaban el arquetipo de la serpiente emplumada.
Según el Popol Vuh, libro sagrado de la cultura maya, cuando el dios creador Kukulkán y Tepeu, dios del cielo, decidieron dar vida a las aves soplaron sobre el árbol de guayacán, las hojas azul verdoso se dispersaron en el viento y se transformaron en esta ave.
La cultura maya mantuvo al quetzal en alta estima, su plumaje era considerado moneda de cambio y era muy codiciado, además las largas plumas del macho fueron empleadas para confeccionar la indumentaria imperial y sacerdotal; sin embargo, no era cazado, sus plumas eran quitadas después de la temporada de reproducción para luego ser puesto en libertad.
Matar a uno era visto como un crimen y ameritaba la pena de muerte; debido a su resistencia al cautiverio, en el que el suele morir, esta ave ha sido considerada símbolo tradicional de la libertad y la energía creativa.
Actualmente el quetzal habita desde la región sur de México, hasta la parte norte de Venezuela, debido a la caza ilegal, la población de esta especie se ha visto reducida, lo cual ha provocado que entre en la categoría de especies en peligro.
Fuente:mexicodesconocido
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