La papaya es una excelente fuente de antioxidantes, vitaminas, minerales y enzimas digestivas con importantes beneficios y propiedades para nuestra salud.
Anticancerígena
Se cree que los extractos de hoja de papaya serían efectivos para neutralizar el desarrollo de células cancerosas, específicamente de mama y páncreas. Además, unos de sus compuestos, el licopeno, ayudaría a aliviar los efectos que provocan algunos de sus tratamientos, como la radioterapia.
Combate el estreñimiento
El consumo de papaya estimularía el movimiento intestinal gracias a su alto contenido de fibra y propiedades de la papaína, una enzima que mejora la digestión al descomponer las proteínas. Si estas no se digieren adecuadamente, pueden causar artritis, diabetes, hipertensión, y, principalmente, problemas estomacales, como el estreñimiento.
Elimina parásitos intestinales.
Según los expertos, los altos niveles de enzimas proteolíticas y de un alcaloide llamado carpaína que se encuentra en las hojas de esta fruta, serían eficaces para acabar con los lombrices y amebas intestinales.
Reguladora del período
Aunque se necesitan más estudios que prueben este beneficio, el consumo regular de papayas se relaciona con una normalización de los ciclos menstruales.
Cuida nuestra piel
La papaya es una gran fuente de antioxidantes, vitamina C y E, y betacaroteno. Los altos niveles de estos nutrientes pueden ayudarnos a proteger nuestra piel contra los radicales libres, moléculas que provocan oxidación cutánea, daño celular y envejecimiento.
Ayuda a la vista
La papaya contiene carotenoides de luteína, que absorben los rayos ultravioletas del sol evitando que dañen la retina, y de zeaxantina, que protegen las sustancias grasas en el interior del ojo de los daños causados por los radicales libres.
Fuente de ácido fólico
Ayuda a controlar los niveles en sangre de un compuesto químico llamado homocisteína. La deficiencia de ácido fólico se asocia con una amplia variedad de enfermedades cardiovasculares, como la arterioesclerosis, bloqueo de las arterias, ataques cardíacos, derrame cerebral y defectos cardíacos congénitos.