Irak podría sufrir una caída de 20% de sus recursos en agua de aquí a 2050 debido al cambio climático, advirtió el miércoles el Banco Mundial, alertando del impacto negativo de esta disminución sobre todo en el crecimiento y el empleo.
La cuestión del agua tiene una importancia vital en este país de 40 millones de habitantes, rico en hidrocarburos pero confrontado a una crisis energética aguda, empeorada por las sequías cada vez más severas y una reducción de las precipitaciones.
"Sin acciones, los limitaciones en materia de agua conducirán a pérdidas importantes en múltiples sectores económicos y afectarán a cada vez más personas vulnerables", lamentó el director del Banco Mundial, Saroj Kumar Jha, en un comunicado.
"De aquí a 2050, una subida de temperaturas de un grado centígrado y una reducción de las precipitaciones de 10% causaría una disminución de 20% del agua dulce disponible" en Irak, advirtió el informe.
"En estas circunstancias, cerca de un tercio de las tierras irrigadas no tendrán agua", prosiguió el texto.
La "escasez de agua" ya conlleva "desplazamientos forzados a pequeña escala", sobre todo en el sur, señaló la institución internacional.
En un país con las infraestructuras destrozadas tras años de conflictos, se tendrían que destinar 180.000 millones de dólares en dos décadas para construir nuevas instalaciones, embalses y desarrollar proyectos de regadío.